En todo el país los Guardias Nacionales y otros organismos militares han sido de gran ayuda para los médicos que están saturados tratando a los enfermos del virus.
A nivel nacional son miles de personas que se han rehusado a vacunarse y quienes han caído enfermas en centros médicos y hospitales, especialmente en la región noreste y centro norte. Por su lado, Nueva York ha ordenado el uso obligatorio de mascarillas en lugares cerrados a partir del lunes 13 de diciembre, hasta principios de enero.
La Guardia Nacional de Nueva York ha estado cumpliendo asignaciones de índole no clínica, logrando enviar a 120 médicos del Ejército y técnicos médicos de la Fuerza Aérea a instalaciones de atención y a 12 asilos, para relevar al personal médico agotado.
“Estamos ingresando a un período de incertidumbre, y podríamos estabilizarnos aquí o nuestros casos podrían salirse de control”, explicó la gobernadora Kathy Hochul.
En tal sentido, los expertos de la salud advierten sobre las graves consecuencias de no estar vacunado: “Usted se está arriesgando a sufrir una enfermedad grave, a ser hospitalizado e incluso a morir”, advirtió la directora de salud, Elizabeth Hertel.
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