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Joe Biden: “Con gran honor y humildad acepto esta candidatura” (+videos)

 Joe Biden, exvicepresidente de Estados Unidos, aceptó este jueves la candidatura del Partido Demócrata de cara a las elecciones del próximo mes de noviembre, con la promesa de ser un “aliado de la luz” unificador que llevará a un Estados Unidos en crisis más allá del caos del mandato del presidente Donald Trump. Por Redacción […]

Por Allan Brito
Joe Biden: “Con gran honor y humildad acepto esta candidatura” (+videos)
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 Joe Biden, exvicepresidente de Estados Unidos, aceptó este jueves la candidatura del Partido Demócrata de cara a las elecciones del próximo mes de noviembre, con la promesa de ser un “aliado de la luz” unificador que llevará a un Estados Unidos en crisis más allá del caos del mandato del presidente Donald Trump.

Por Redacción MiamiDiario

Durante la cuarta y última noche de la Convención Nacional Demócrata, evento que, por primera vez en la historia, se celebró de manera virtual debido a la pandemia del coronavirus, Biden asumió la nominación, “Con gran honor y humildad acepto esta candidatura para presidente de Estados Unidos” .

Biden habló tanto de devolver a Estados Unidos a su tradicional papel de liderazgo internacional como de los profundos desafíos personales que modelaron su vida. Casi todas las frases de su discurso de 22 minutos fueron diseñadas para presentar un firme y esperanzador contraste con el dirigente republicano.

El demócrata rememoró su trabajo como mano derecha del expresidente Barack Obama e identificó el preciso momento en que decidió que tenía que presentarse a estas elecciones, poco después de los incidentes que tuvieron lugar en Charlottesville, Virginia, el 12 de agosto de 2017, cuando un manifestante de extrema derecha acabó con la vida de Heather Heyer.

“¿Seremos la generación que erradique el racismo de nuestro carácter nacional?”, se preguntó Biden esta noche. “Yo creo que podemos, creo que estamos preparados. Justo ayer hizo una semana del tercer aniversario de los sucesos de Charlottesville. Cierren los ojos (…). ¿Recuerdan qué dijo el presidente cuando le preguntaron? Él dijo, y cito, que había «gente muy buena en ambos bandos». Esa fue una llamada de atención para todo el país, y para mí un llamado a la acción. En ese momento supe que debía postularme”.

Describiendo el momento actual como uno de los tiempos más difíciles a los que se ha enfrentado el país, Biden se ofreció como un unificador que trabajaría “igual de duro” para aquellos que no lo apoyan, marcando un fuerte contraste con el republicano Trump, que ha mantenido el foco en su base de votantes.

“Aunque seré un candidato demócrata, seré un presidente para los estadounidenses”, dijo Biden, que se enfrentará a Trump en las elecciones del 3 de noviembre. “Ese es el trabajo de un presidente. Representar a todos, no sólo a nuestra base o a nuestro partido. Este no es un momento partidista. Este debe ser un momento americano. Es un momento que pide esperanza, luz y amor”.

Biden exhortó a sus seguidores a ganar “por esas comunidades que han sentido la injusticia de una rodilla en el cuello, de todos aquellos jóvenes, no sólo en EE.UU., que se enfrentan a una creciente desigualdad”.

El exsenador por el estado de Delaware  mostró su rabia en algunos momentos de la noche, especialmente, al hablar de la gestión de la pandemia del coronavirus por parte del que será su oponente en las urnas.

“Nuestro actual presidente ha fracasado en su obligación más básica para con el país: ha fallado al protegernos“, espetó, al anunciar que, en caso de hacerse con la Casa Blanca, establecerá una “directriz a nivel nacional” sobre el uso obligatorio de mascarillas. “No como una carga, sino como nuestro deber como patriotas, para protegernos los unos a los otros”.

En este sentido, el exvicepresidente se comprometió a que su “primer paso” como mandatario sería “tomar el control de un virus que ha destruido tantas vidas”. “Si este presidente es reelecto, saben lo que pasará. Los casos y las muertes continuarán siendo demasiado elevados”, advirtió.

El programa y la fórmula

La intención del demócrata, según dijo, es “recuperar el liderazgo mundial que durante años caracterizó a Estados Unidos”, para lo cual intentará restaurar las buenas relaciones con aliados históricos y actuará con mano dura frente a los adversarios.

“Bajo la presidencia de Biden, EE.UU. no se hará de la vista gorda a las recompensas rusas sobre las cabezas de soldados estadounidenses. No toleraré injerencias extranjeras en nuestro más sagrado ejercicio democrático: votar”, dijo, en referencia a dos acusaciones vertidas desde EE.UU. contra el Kremlin.

Asimismo, Biden se comprometió a subir los impuestos a los más ricos y a las grandes corporaciones, no como “castigo”, sino para reducir la brecha de la desigualdad. Además, subrayó que la Seguridad Social es “sagrada” y aseguró que ‘corre peligro debido a las promesas de Trump de acabar con algunos de los impuestos que la financian”.

Para llevar a cabo su programa, Biden contará con la ayuda de Kamala Harris, quien este martes aceptó la nominación de su partido para acompañar al político de 77 años de edad como vicepresidenta.

“Tendré a una gran vicepresidenta a mi lado, la senadora Kamala Harris, que es una poderosa voz en este país”, apuntó.

Biden consideró que la historia de Harris, la primera mujer de raza negra y ascendencia asiática que aspira al cargo, “es la historia estadounidense”. “Ella conoce todos los obstáculos que se ponen en el camino de tantos en nuestro país… mujeres, mujeres negras, afroestadounidenses, asiaticoamericanos, inmigrantes, que se quedaron fuera o les dejaron atrás”.

Luz y oscuridad

Biden hizo hincapié en la división y el oscurantismo en que, desde su punto de vista, Trump ha sumido a la nación desde que asumió la presidencia, en enero de 2017. Afirmó que el país se encuentra en “un punto de inflexión” y que su futuro dependerá de los resultados de las elecciones del 3 de noviembre.

“El actual presidente ha sumido a América (EEUU) en la oscuridad durante demasiado tiempo. Demasiada ira. Demasiado miedo. Demasiada división”, dijo Biden.

Biden sostuvo que los estadounidenses pueden escoger entre “el camino de estar más enfadados, sin esperanzas, más divididos, un camino de sombras y sospechas” o entre una alternativa “diferente” que sirva para “sanar, para reformar, para unificar”. “Un camino de esperanza y vida”, remarcó.

“Aquí y ahora les doy mi palabra: si me confían la presidencia, echaré mano de lo mejor de nosotros, no de lo peor. Seré un aliado de la luz, no de la oscuridad”, señaló Biden. “No se equivoquen, unidos podemos superar y superaremos esta época de oscuridad en Estados Unidos”.

“Dejemos que la historia diga que el final de este oscuro capítulo de EE.UU. comenzó aquí, esta noche”, concluyó.

Apoyo de la nueva generación

La convención se apoyó en una generación de políticos más jóvenes al inicio de la noche para ayudar a movilizar a la amplia coalición.

Tammy Duckworth, una senadora de Illinois que perdió ambas piernas en Irak y tiene dos hijos pequeños, dijo que Biden tiene “una decencia común”.

Cory Booker, quien es apenas el noveno senador afroestadounidense en la historia del país, apuntó que el candidato demócrata cree en la dignidad de todos los trabajadores estadounidenses.

Y Pete Buttigieg, exalcalde de South Bend, Indiana, veterano del ejército y homosexual, destacó que Biden respaldó el matrimonio entre personas del mismo sexo cuando era vicepresidente antes incluso que el expresidente Barack Obama.

Biden se centró sobre todo en unir a una nación que enfrenta una larga y terrible crisis de salud, una devastación económica relacionada con la pandemia, un despertar contra la injusticia racial y a Trump, que genera sentimientos encendidos tanto a favor como en contra.

El tono positivo de Biden el jueves contrastó con las duras advertencias de Obama y otros en la víspera.

En esta semana, el Partido Demócrata ha tratado de presentar una visión coherente de sus valores y prioridades políticas, destacando los esfuerzos para combatir el cambio climático, endurecer las leyes de armas y adoptar una política de inmigración más humana.

Además, se ha marcado un fuerte contraste con las políticas y la personalidad de Trump, a quien retrataron como una persona cruel, egocéntrica y no preparada para gestionar casi ninguna de las crecientes crisis y desafíos políticos de la nación.

Los demócratas emplearon la convención para destacar la amplia coalición que trabaja para derrocar a Trump, mostrando a liberales y moderados, importantes veteranos y estrellas en ascenso, e incluso algunos republicanos de alto perfil, que instaron a los votantes conservadores a anteponer el país al partido.

El acto también puso de manifiesto la diversidad de los demócratas, en particular con la designación de la senadora Kamala Harris, la primera mujer negra y asiático-americana, como compañera de Biden para la vicepresidencia de la Casa Blanca.

El llamado al voto fue otro de los principales objetivos de la convención tanto el jueves como durante la semana. Los demócratas temen que la pandemia y los cambios del gobierno Trump en el Servicio Postal puedan hacer más dificil que los electores depositen sus boletas de forma presencial o por correo.

 Reacción de Trump

Al concluir la velada, el propio Trump reaccionó a la intervención de su oponente, a la que se refirió como “solo palabras”.

“En 47 años, Joe no ha hecho nada de lo que ahora dice. Nunca va a cambiar, son solo palabras”, dijo Trump vía Twitter, en referencia a la dilatada carrera política de Biden.

Biden pronunció el discurso -el remate de un veterano que lleva casi cinco décadas en la política- en un evento sin prácticamente público en su ciudad natal de Wilmington, Delaware.

Las palabras de Biden fueron el discurso de su vida para alguien quien, de derrotar a Trump en noviembre, sería el presidente más mayor jamás elegido en el país. Trump, que tiene 74 años, duda públicamente de la capacidad mental de su rival, a quien llama “Slow Joe” (”Joe el lento”), pero con todo el país observándolo, el exvicepresidente se mostró firme y claro.

Agridulce

Para Biden, de 77 años, la última noche de la Convención Nacional Demócrata fue agridulce. Aceptó una nominación que le había sido esquiva durante más de tres décadas por tragedias personales, tropiezos políticos o por la presencia de rivales que mostraron ser más dinámicos.

Pero la pandemia del coronavirus le impidió tener la típica celebración, coronada por el tradicional lanzamiento de globos con el que ambos partidos suelen festejar a sus nominados a la Casa Blanca. En su lugar, Biden habló en un estadio casi vacío cerca de su casa en Delaware.

Más tarde, los fuegos artificiales iluminaron el cielo en el exterior de recinto, donde los seguidores esperaban en un estacionamiento haciendo sonar las bocinas y activando los faros de sus autos en un momento que, al fin, dio un aire jovial al evento.

Fuente: VOA / AP / Reuters /

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