Destacado, Estilo de Vida

La ciencia tiene la fórmula definitiva para calmar a un bebé que llora

Según un estudio realizado por investigadores del RIKEN Center for Brain Science de Japón, la mejor manera de tranquilizarlos es cogerlos en brazos y caminar con ellos durante cinco minutos. La estrategia, basada en la evidencia, se publica este martes en la revista Current Biology. “Muchos padres sufren por el llanto nocturno de los bebés. […]

Por Allan Brito
La ciencia tiene la fórmula definitiva para calmar a un bebé que llora
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

Según un estudio realizado por investigadores del RIKEN Center for Brain Science de Japón, la mejor manera de tranquilizarlos es cogerlos en brazos y caminar con ellos durante cinco minutos. La estrategia, basada en la evidencia, se publica este martes en la revista Current Biology.

“Muchos padres sufren por el llanto nocturno de los bebés. Es un problema muy importante, sobre todo para los padres inexpertos, que produce mucho estrés e incluso, en un pequeño número de casos, puede conducir al maltrato del bebé”, explica el autor principal del trabajo, Kumi Kuroda, del Centro RIKEN.

Observaron que, cuando estos animales levantan a sus crías y empiezan a marchar, los cuerpos de estos tienden a relajarse, se vuelven dóciles y su ritmo cardíaco se ralentiza.

El equipo comparó este método de relajación con otros popularmente utilizados, como sostener a los infantes sin moverse o acunarle en los brazos.

El grupo descubrió que, cuando la madre caminaba mientras llevaba al bebé, los que lloraban se calmaban y su ritmo cardíaco disminuía en 30 segundos.

Un efecto calmante similar se producía cuando se colocaba a los bebés en una cuna mecedora, pero no cuando la madre sostenía al bebé sentado o lo colocaba en una cuna inmóvil.

Los investigadores vieron que al sostener al bebé por si solo no era suficiente para apaciguarlo y reducir su angustia, también comprobaron que el movimiento tiene efectos calmantes sobre el bebé.

Los investigadores vieron que sostener al infante por sí solo no era suficiente para apaciguarlo y reducir su angustia, y también comprobaron que el movimiento tiene efectos calmantes sobre él.

Pasar de llorar a quedarse dormido

El efecto más eficaz se lograba cuando la progenitora llevaba al menor en brazos y andaba durante cinco minutos. Pasado ese tiempo, todos los niños del estudio habían dejado de llorar y casi la mitad se había dormido.

Pero cuando las mamás intentaron acostar a sus hijos poco tiempo después de quedarse adormitados, más de un tercio de los niños se despertó a los 20 segundos.

Los investigadores vieron que sostener al infante por sí solo no era suficiente para apaciguarlo y reducir su angustia, y también comprobaron que el movimiento tiene efectos calmantes sobre él.

Pasar de llorar a quedarse dormido

El efecto más eficaz se lograba cuando la progenitora llevaba al menor en brazos y andaba durante cinco minutos. Pasado ese tiempo, todos los niños del estudio habían dejado de llorar y casi la mitad se había dormido.

Pero cuando las mamás intentaron acostar a sus hijos poco tiempo después de quedarse adormitados, más de un tercio de los niños se despertó a los 20 segundos.

El grupo descubrió que, mientras están pegados a la madre,los cuerpos de los bebés producen unas respuestas fisiológicas —incluidos cambios en el ritmo cardíaco— que se paran en el mismo momento en que se separan de su progenitora.

Tras distintas pruebas, comprobaron que, si después de dormirles, las mamás esperaban unos minutos antes de acostarle, era menos probable que se despertaran durante el proceso.

“Incluso como madre de cuatro hijos, me sorprendió mucho ver el resultado. Pensaba que el hecho de que los bebés se despertaran al tumbarles estaba relacionado con la forma en que se les ponía en la cama, como la postura, o la suavidad del movimiento”, dice Kuroda.

Aunque en el experimento solo participaron madres, Kuroda espera que los efectos sean probablemente similares en cualquier cuidador.

Este método, a diferencia de otros enfoques populares como dejar que los pequeños lloren hasta quedarse dormidos, proporciona una solución inmediata para el llanto de los infantes.

El equipo propone un método para calmar y promover el sueño en los bebés que lloran: sostenerlos y caminar con ellos durante cinco minutos; después, sentarse y sostener al niño entre cinco y ocho minutos más antes de acostarlos.

Fuente: La República

Relacionados