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Los huevos son nutritivos y económicos ¡pero cuidado!

Los huevos son uno de los alimentos más nutritivos y económicos que nos ofrece la naturaleza. Sin embargo, hay que tener un cuidado especial cuando se manipulan y preparan los huevos y los productos hechos con huevos frescos para evitar las enfermedades transmitidas por los alimentos, también conocidas como intoxicación alimentaria. La parte interior de […]

Por cmmiamidiario
Los huevos son nutritivos y económicos ¡pero cuidado!
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Los huevos son uno de los alimentos más nutritivos y económicos que nos ofrece la naturaleza. Sin embargo, hay que tener un cuidado especial cuando se manipulan y preparan los huevos y los productos hechos con huevos frescos para evitar las enfermedades transmitidas por los alimentos, también conocidas como intoxicación alimentaria.

La parte interior de huevos que parecen ser normales puede tener un microbio llamado Salmonella, que puede hacer enfermar a las personas, en particular si los huevos se comen crudos o poco cocidos, advierten los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

¿Cómo puedo reducir la posibilidad de contraer una infección por Salmonella?

  • Considera comprar y usar huevos y productos hechos con huevos pasteurizados, que son fáciles de adquirir.
  • Mantén los huevos refrigerados a temperaturas de 40 °F (4 °C) o más frías en todo momento. Compra huevos solo de tiendas y otros proveedores que los mantengan refrigerados.
  • Desecha los huevos sucios o rotos.

Las aves de corral pueden ser portadoras de bacterias como Salmonella, que pueden contaminar la parte interior de los huevos antes de que se forme la cáscara. Los huevos también se pueden contaminar por los excrementos de las aves cuando la gallina pone los huevos o por el entorno (por ejemplo, lechos de las aves o sus alimentos contaminados).

Por ello, sigue los siguientes consejos:

  • Cocina los huevos hasta que la yema y la clara estén firmes. Los platos hechos con huevos deben cocinarse a una temperatura interna de 160 °F (71 °C) o más.
  • Asegúrate de que los alimentos que contengan huevos crudos o poco cocidos, como la salsa holandesa, los aderezos para ensaladas tipo César y el postre tiramisú estén hechos solo con huevos pasteurizados.
  • Come o refrigera rápidamente los huevos y los alimentos que contengan huevos después de cocinarlos. No mantengas los huevos, o los alimentos hechos con huevos, tibios o a temperatura ambiente por más de 2 horas, o 1 hora si la temperatura es de 90 °F o más.
  • Lávate las manos y lava los objetos que entraron en contacto con huevos crudos, incluidos los mesones, los utensilios, los platos y las tablas de cortar, con agua y jabón.

La enfermedad por Salmonella puede ser grave y es más peligrosa para ciertas personas. Los adultos mayores, los bebés y las personas con el sistema inmunitario debilitado, como las que tienen VIH/sida, diabetes o trasplante de órganos, pueden contraer una enfermedad más grave que puede ser incluso mortal.

En la mayoría de los casos, la enfermedad dura de 4 a 7 días y las personas se recuperan sin el tratamiento con antibióticos. Los síntomas incluyen:

  • Diarrea
  • Fiebre
  • Cólicos abdominales

Los síntomas normalmente aparecen entre 6 y 48 horas después de haber consumido alimentos contaminados, aunque este periodo a veces es mucho más largo. Algunas personas pueden tener diarrea muchas veces por día durante varios días y la persona enferma tal vez necesite ser hospitalizada.

Consulta a tu médico si tienes:

  • Fiebre alta (temperatura de más de 101.5 °F).
  • Diarrea por más de 3 días que no mejora.
  • Heces con sangre.
  • Vómitos prolongados que no permiten que mantengas los líquidos en el cuerpo.
  • Signos de deshidratación, como los siguientes:
  • Producción muy escasa de orina.
  • Sequedad de la boca y la garganta
  • Mareos al ponerte de pie.

Los huevos con cáscara se pueden contaminar con Salmonella cuando la gallina pone los huevos, o una vez puestos, por contaminación por el entorno  como alimentos o los lechos de las aves contaminados.

Para mantener a tu familia sana, cuando recojas y manipules los huevos de las aves de corral sigue estos consejos:

  • Lávate siempre las manos con agua y jabón después de manipular los huevos, los pollos o lo que se encuentre en su entorno.
  • Los adultos deben supervisar el lavado de manos de los niños pequeños.
  • Si no hay agua y jabón a tu disposición, utiliza desinfectante de manos.
  • Mantén el gallinero limpio. Limpiar el gallinero, los pisos, los nidos y los posaderos regularmente ayudará a mantener limpios los huevos.
  • No laves los recipientes de la comida y el agua de las aves adentro o en áreas donde se almacenan o preparan alimentos, como el fregadero de la cocina.
  • No permitas que los niños menores de 5 años, los adultos mayores de 65 años o las personas con el sistema inmunitario debilitado por afecciones como el VIH/sida, el tratamiento para el cáncer o el trasplante de órganos, manipulen o toquen pollitos, patitos u otras aves de corral vivas.
  • Recoje los huevos con frecuencia. Los huevos que pasan una cantidad de tiempo significativa en el nido pueden ensuciarse o romperse. Los huevos rotos deben desecharse.
  • Los huevos con suciedad y residuos pueden limpiarse con un papel de lija fino, un cepillo o un trapo. No laves los huevos, porque el agua más fría podría hacer que entren las bacterias al huevo.
  • Refrigera los huevos después de recogerlos.
  • Cocina bien los huevos. Los huevos crudos o mal cocidos contienen bacterias de Salmonella que pueden hacer que te enfermes.

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