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Roger Rivero: Comprar un auto… ¿Nuevo o de uso?

Dos miembros de mi familia han estado en las últimas semanas, involucrados en el conspicuo proceso de decidir comprar un auto. Por Roger Rivero De hecho, mi ahijado ya hizo su compra, escuchando solo en parte mis consejos. ¿De qué otra forma podría ser?  Con una pequeña de menos de dos años en casa, le […]

Por Allan Brito
Roger Rivero: Comprar un auto… ¿Nuevo o de uso?
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Dos miembros de mi familia han estado en las últimas semanas, involucrados en el conspicuo proceso de decidir comprar un auto.

Por Roger Rivero

De hecho, mi ahijado ya hizo su compra, escuchando solo en parte mis consejos. ¿De qué otra forma podría ser?  Con una pequeña de menos de dos años en casa, le sugerí considerar un auto que tuviera varias prestaciones de seguridad, pero, $3,000 dólares adicionales parecieron abultar demasiado la cuenta por encima de sus cálculos.

En realidad, la decisión de comprar un auto muchas veces se convierte en un proceso agónico, debido a la gran cantidad de variantes involucradas. La principal: ¿Compro un auto usado o uno nuevo?

Hay argumentos a favor y en contra de las dos opciones. Tratare de explicar algunas de ellas aquí, a sabiendas de que como en cualquier decisión de compra, muchas veces determina más el corazón que la razón.

Lo primero es establecer cuanto debes gastar en tu compra. Los expertos en finanzas proponen la formula del 30 al 35%, que restringe a esa cantidad lo que puedes gastar en un auto, dependiendo de tu salario anual. Así las cosas, si ganas $30,000 dólares anuales, te correspondería un auto de entre $9,000 a $10,500 dólares.

Sé que la mayoría no respeta estas fórmulas, así que les enumero algunas de las ventajas y desventajas de comprar un auto nuevo o usado.

En mi opinión, el mayor beneficio de hacerse con un auto cero millas, es contar con prestaciones de seguridad. A usted le fascinará el olor a nuevo -que hasta nocivo puede ser- pero alertas y ayudas a la conducción muchas veces no aparecen en autos más antiguos, y créanme, podrían librarlo de algún que otro dolor de cabezas. El frenado automático de emergencia en primera línea.

La mayoría de los autos nuevos tienen opciones para conectar teléfonos inteligentes. Siendo estos tan omnipresentes en nuestras vidas, poder comunicarse con Alexa o Google mientras conduce, quizás no sean “lujos” a encontrar en un auto usado.

Los autos nuevos también vienen libres de preocupación, con garantías que en algunos casos cubren hasta 100,000 millas e incluso asistencia en la carretera en caso de eventualidades. Algunos descuentos o promociones como 0% en financiamiento no se encuentran en autos usados. Los gastos por mantenimientos o reparaciones serán mínimos. Algunos fabricantes cubren los gastos de mantenimiento como cambios de aceite, rotación de neumáticos o frenos por varios miles de millas.

Por otra parte, un auto nuevo siempre será más caro. Según Kelley Blue Book el costo promedio de un auto nuevo es de $37,000, siendo unos $10,000 dólares menos para uno de uso. Además, al comprar un automóvil nuevo se le aplica un impuesto sobre el precio total que paga, siendo este monto mucho menor en un auto usado.

Asegurar su refulgente auto muevo también le costara más. Recuerde que todavía no es suyo, es del Banco, por lo que un seguro de cobertura total será obligatorio.

Depreciación. ¿Has escuchado alguna vez eso de que un auto nuevo “al doblar a la esquina del concesionario” perdido la mitad del valor”? Si bien es una exageración, es cierto que un auto pierde entre 20 a 30 por ciento de su valor con solo abandonar el concesionario, y luego de 3 años, valdrá solo la mitad de lo que usted pagó por él.

Cuando compras un auto usado ya alguien pagó por esa depreciación, por lo que el precio será en consecuencia menor, así como la cantidad que pagará por los impuestos y los costos del financiamiento.

Con un auto usado también será poco probable que este en una situación de “bajo el agua” o “underwater” como se conoce en inglés. Sucede cuando se debe más en su préstamo de automóvil de lo que vale el vehículo.  A esta situación se le conoce como equidad negativa o invertida. Como sea que lo llames, estar bajo el agua con un préstamo puede ser devastador si el auto es robado o se declara una pérdida total después de un accidente. Es posible que deba seguir pagando dinero en un automóvil que ya no tiene.

Debido a que los vehículos usados son mucho menos costosos que los automóviles nuevos, posiblemente pueda comprar un automóvil más vistoso de lo que de otro modo podría pagar. Quizás pueda lucir un Mercedes-Benz con 4 años de uso en lugar de un Buick nuevo, o un amplio Honda Accord en lugar de un compacto Honda Civic.

El precio de un automóvil usado depende en gran medida de la cantidad de millas o kilometros recorridos y condición. Si está dispuesto a comprar un automóvil con al odómetro alto, o uno que no esté en perfectas condiciones, puede obtener más valor por su dinero.

No conocer la historia de un vehículo usado es uno de los aspectos más aterradores a la hora de comprar. Hoy, sin embargo, es fácil aprender sobre el pasado de un automóvil al obtener un informe de sus antecedentes en compañía como Carfax.com o Autocheck.com. También es fácil saber si nuestra compra está en los rangos de precios aceptables. Una visita rápida a Kelley Blue Book (KBB.com) nos develará el precio justo que usted debería pagar.

Aun así, es imposible saber con certeza la vida anterior de un auto. Los maltratos, acelerones o el manejo súper agresivo no saldrán en ningún reporte. Por eso siempre he aconsejado no comprar autos de las compañías de rentas. Los que arriendan autos por corto tiempo terminan muchas veces sometiéndolos a abusos que no serán expuestos.

En la compra de un auto usado difícilmente obtendrá garantía, mientras que el financiamiento seguramente será a un interés mayor.

Por si estas consideraciones fueran pocas, comprar un auto nuevo o usado no son las únicas opciones. Numerosos concesionarios ofrecen autos usados certificados, que combinan muchas veces las ventajas de los dos mundos, y no olvidemos las opciones de “lease” o arriendos. El arrendamiento es una forma popular de ponerse al volante de un automóvil nuevo, con pagos muy por debajo de lo que tendría que pagar si estuviera comprando el automóvil. Cuando arrienda un automóvil, solo tiene que pagar el monto de la depreciación que se espera que ocurra durante el plazo del arrendamiento, más intereses y tarifas. En realidad, usted no es dueño del automóvil, que pertenece a la empresa de arrendamiento. Existen estrictos límites de cuánto puede recorrer en un mes, así como rígidas reglas sobre daños, uso, mantenimiento y desgaste.

Como podrán comprobar, el proceso de adquirir un auto es muchas veces tan complejo como la encontrar la combinación perfecta para asistir a una ostentosa boda con 500 invitados.

Al final y como dije al principio, la decisión pasa más por el corazón que por el raciocinio. Si eres amante de los autos o te gusta ostentar, seguramente terminaras pagando mucho más del 30% de tu salario anual como recomiendan los “especialistas”. Aunque pueda parecer irresponsable, aquí cabe lo que dicen los cubanos: “a un gustazo un trancazo”.

Si, por otra parte, si su auto solo cumple una función utilitaria, quizás pagar lo que menos pueda por uno sería una buena decisión.

Hay ventajas y desventajas de comprar autos nuevos y usados, y lo que usted decida puede depender de sus preferencias personales y su situación financiera. Solo asegúrese de comparar sus opciones, negociar el precio de venta e informarse antes de comprar.

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