“Por la boca muere el pez”, reza un refrán tradicional español que significa que hablar demasiado puede acarrearte problemas. Pero si lo parafraseamos y en lugar de pez, utilizamos persona, podríamos llamar la atención sobre la importancia de la salud dental.
No es una exageración, en realidad, los problemas de la boca pueden afectar al resto de la salud del cuerpo. La boca está cargada de bacterias que si no controlamos con una buena higiene pueden ocasionar infecciones, caries o enfermedades en las encías.
Además de cepillarnos después de cada comida, con cepillos de cerdas suaves y pasta dental con fluoruro, además de usar hilo dental todos los días, es importante visitar al dentista, como mínimo dos veces al año.
En esas consultas médicas, el dentista realizará la correspondiente revisión y una limpieza dental profunda, un tratamiento que evita la acumulación de sarro y el surgimiento de caries.
Una boca deteriorada puede contribuir al surgimiento de numerosas afecciones como la endocarditis. Un padecimiento del corazón que ocurre cuando las bacterias y otros gérmenes provenientes de otras partes del cuerpo se propagan a través del torrente sanguíneo y se adhieren en ciertas áreas de este importante órgano, infectándolas. Las bacterias descontroladas también pueden producir neumonía. Incluso, enfermedades como el Alzheimer están relacionadas con el empeoramiento de la salud bucal.
Las visitas al dentista suelen ser caras. No obstante, contar con un seguro dental, que por lo general incluye revisión y limpieza gratis, así como algunos tratamientos preventivos a muy bajo costo, te pueden ahorrar mucho dinero en la factura del dentista.
Como hemos visto, la salud de tu boca es clave. Como dice otro viejo refrán alegórico al tema: “Antes son mis dientes, que mis parientes”.
