Shalala, Spanberger y Brown presentan legislación para prevenir futuros cierres gubernamentales

La legislación renovaría automáticamente los niveles de financiamiento del gobierno para la mayoría de los departamentos federales, obligaría al Congreso y al Presidente a negociar

Por Redacción MiamiDiario

Los representantes de los EE. UU., Donna Shalala (D-FL-27), Abigail Spanberger (D-VA-07) y Anthony Brown (D-MD-04) lideraron e introdujeron la legislación que ayudaría a prevenir futuros cierres de gobierno y protección, además de prevenir que los trabajadores federales sean utilizados como herramientas de negociación política.

Durante lapsos en la financiación del gobierno, la Ley Stop Stupidity (Paros que transfieren dolores innecesarios y causan daños en los próximos años) renovará automáticamente los fondos a los mismos niveles que el año anterior, a excepción del poder legislativo y la Oficina Ejecutiva del Presidente. Esta exclusión ayudaría a incentivar al Congreso y al Presidente a trabajar juntos para solucionar los desacuerdos de políticas, sin dañar la fuerza laboral federal, la seguridad nacional de los Estados Unidos o la fortaleza de la economía.

“Un cierre del gobierno nunca debe ser usado como una amenaza de negociación, debido a las diferencias de política, y ninguna persona debe ser suspendida; o peor, trabajando sin paga porque el Congreso no puede hacer su trabajo”, dijo Shalala. “Como miembros del Congreso, se espera que cumplamos fielmente con los deberes de la oficina y sirvamos a las personas que nos eligieron con honor y compasión. No podemos permitir que un cierre de 35 días se convierta en la norma en Washington, y al presentar este proyecto de ley nos aseguraremos de que los empleados federales reciban un cheque de pago. Ver a los empleados federales que trabajan arduamente en el sur de la Florida recurrir a los bancos de alimentos para alimentar a sus familias fue devastador y nunca debería volver a suceder. El impacto del cierre no solo afectó a 800,000 empleados federales, sino que también afectó a los negocios locales en nuestra comunidad. Me complace trabajar con el representante y colega Spanberger, cuando presentamos la Ley de Detención de la Estupidez“.

“Como vimos el mes pasado, nadie se beneficia de un cierre del gobierno. “Durante 35 días, nuestra economía y seguridad nacional se pusieron en riesgo, y los trabajadores federales sufrieron enormemente, debido a la incapacidad de sus funcionarios electos para hacer su trabajo”, dijo Spanberger. “Hoy introdujimos nuestra legislación, que ayudaría a prevenir futuros cierres, al colocar la carga en los miembros del Congreso y la Casa Blanca, en lugar de en los empleados federales que trabajan duro. La conclusión es que cerrar o amenazar con cerrar a nuestro gobierno como una herramienta de negociación nunca es aceptable, y aprobar este proyecto de ley dejaría en claro que los miembros del Congreso están de acuerdo”.

“El mes pasado, el país se dio cuenta de dos realidades que mis constituyentes siempre han sabido: los empleados y contratistas federales a menudo luchan por llegar a fin de mes, y los cierres gubernamentales son extremadamente dolorosos para los funcionarios públicos y sus familias de los que depende nuestra nación”, dijo Marrón. “Es desafortunado que el presidente continúe amenazando con cerrar el gobierno y mantener como rehenes a los trabajadores y contratistas federales para que cumplan sus promesas de campaña”. Me enorgullece unirme a los representantes Spanberger y Shalala en la Ley Stop Stupidity, para mantener a los funcionarios públicos en el trabajo y al gobierno abierto y trabajando para el pueblo estadounidense “.

El mes pasado, el senador estadounidense Mark Warner (D-VA), presentó una legislación complementaria en el Senado estadounidense.

El cierre del gobierno durante un tiempo récord causó graves daños financieros a cientos de miles de empleados federales en el centro de Virginia, el sur de la Florida, Maryland y en todo el país. Desde el 22 de diciembre de 2018 hasta el 25 de enero de 2019, más de 420,000 empleados federales se vieron obligados a trabajar sin paga, incluidos más de 41,000 oficiales federales de policía y correccionales y hasta el 88 por ciento de todos los empleados del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos. Además, más de 380,000 empleados federales fueron suspendidos durante el cierre.

Spanberger, Shalala y Brown aseguraron que a todos los trabajadores federales se les pague lo adeudado durante un cierre, a excepción de los miembros del Congreso, el personal del Congreso y los funcionarios de la Casa Blanca. Clic aquí para ver el texto completo.

Con información de Nota de Prensa

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