SMILEY, una comedia romántica que ilumina Miami con sabor latino

La ciudad de Miami, conocida por su vibrante escena cultural y teatral, da la bienvenida nuevamente a la obra de teatro “SMILEY” en su segunda temporada. Con funciones todos los sábados de abril en el Salamander Miami (boletos aquí), esta producción promete una experiencia aún más inmersiva para el público, añadiendo un toque especial con su elenco latinoamericano.

La historia de “SMILEY”, original de Guillem Clua, es una conmovedora comedia romántica sobre Álex y Bruno, dos hombres cuyo único punto en común es el amor que surge inesperadamente entre ellos. A pesar de sus diferencias, la obra explora cómo la atracción y el amor pueden inspirar a las personas a superar prejuicios y comenzar una vida juntos.

Fernando Azpurua, el renombrado director venezolano, trae su amplia experiencia a la obra, habiendo destacado en su país natal antes de llevar sus proyectos a escenarios internacionales.

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En el elenco, Leo Lugón y Saúl Mauricio Mendoza brillan como las estrellas principales. Lugón, originario de Argentina, ha tenido una destacada carrera en artes dramáticas y modelaje, y ahora interpreta a Álex, uno de los enamorados de la historia. Por otro lado, Mendoza, un talentoso actor venezolano con una extensa carrera en teatro y televisión, da vida a Bruno, el otro protagonista del amor central de la obra.

Cara a cara con Leo y Saúl, protagonistas de SMILEY

Leo Lugón y Saúl Mauricio compartieron con Miami Diario cómo su relación fuera del escenario y sus experiencias personales influyen profundamente en sus actuaciones.

Leo Lugón, refiriéndose a su co-estrella, destacó el inicio de su relación profesional y personal: “Desde el primer momento que tuvimos una lectura online del guión, me di cuenta que íbamos a hacer un buen equipo. Nos empezamos a reír y a potenciarnos, cosa que no siempre sucede con un nuevo compañero de trabajo.” Esta conexión inicial ha crecido en una amistad que ambos valoran altamente en su trabajo diario.

Saúl Mauricio agregó, “Nos conocimos hace seis años… y hoy por hoy sabemos que somos polos opuestos en muchas cosas pero nos divertimos muchísimo solo de saber cómo ve el otro el mundo o cómo reacciona el otro de manera diferente frente a una misma situación. Esto nos ha ayudado muchísimo en escena”.

Ambos actores también exploraron cómo sus personajes y ellos mismos han tenido que superar prejuicios, tanto en el escenario como en la vida real. Leo compartió su lucha contra los estereotipos.

“Muchas veces sentí que por trabajar como modelo tenía que demostrar que podía actuar… Creo que lo importante es la evolución y la madurez en las personas, porque con el tiempo entendí que mientras menos prejuicios tengamos, más libres nos vamos a sentir y más divertido la vamos a pasar”.

Saúl por su parte, reflexionó sobre el impacto de los prejuicios en su arte y vida personal. “Los seres humanos desarrollamos prejuicios a lo largo de nuestro crecimiento… Particularmente, como actor siento que soy afortunado de poder tener la oportunidad de constantemente entender las razones que tienen los personajes de ser cómo son”.

Las risas están garantizadas en SMILEY

SMILEY es descrita como una comedia romántica que toca el corazón y hace reír a carcajadas… ¿Hay alguna escena en particular que siempre les garantice una sonrisa?

–Leo: Gridr, cuando comenzamos a explicarle al público heterosexual de qué va esa app, la gente estalla de risa. Es un momento muy lindo de la obra, donde mi compañero Saúl despliega toda su magia y hace muchos personajes diferentes en muy poco tiempo. De hecho, por momentos me hace reír tanto a mí que tengo que tratar de disimular para continuar con la narrativa de la obra. ¡Es genial esa escena!

-Saúl: ¡Oh, sí! [Ríe] Siempre es un reto toda la secuencia de Grindr, cuando Álex relata sus
experiencias en esta app y mi personaje Bruno interpreta a todos esos personajes. La locura se
apodera de nosotros y vivimos cada función de manera distinta. Amo esta dinámica; el que tengamos permiso de sorprendernos y fluir con la energía de ese momento. Es muy satisfactorio cuando pasa esto entre los actores y además sumamos el factor público que lo disfruta junto a nosotros. Es simplemente maravilloso.

Si tuvieran que intercambiar roles por una noche, ¿qué aspecto del personaje del otro
creen que sería el más desafiante de interpretar?

-Leo: Creo que lo más difícil sería adaptar mi energía a la velocidad del personaje de Saúl. Ya que es mucho más tranquilo y estructurado. Dos características que, en mi caso, no salen a la luz muy a menudo.

– Saúl: ¡Wow! ¡Qué buena pregunta! Creo que más que desafiante, para mí interpretar al otro
personaje, Álex, sería muy interesante porque el viaje que comienza al conocer a Bruno lo
desconfigura por completo, le hace tener que desmontar su ego, lo obliga a realmente abrir su
corazón y a reconocer que lo tenía como concepto de amor no es lo que realmente le viene
mejor.

Lo más interesante de Álex es que dice lo que piensa tal cual, sin filtro, y aunque suene
muy pesado y “superficial”, el objetivo principal del actor que lo interprete es que el público lo ame también, entienda sus razones y sobre todo pueda ver más allá de ese estereotipo en donde el autor muy inteligentemente lo coloca desde un principio. Álex tiene todo un universo interno que oculta por sus experiencias amorosas anteriores, mostrar eso actoralmente, sin ser obvio, es muy retador.

Imaginen que sus personajes tienen un día libre en Miami. ¿Cómo sería su plan perfecto
para disfrutar la ciudad?

-Leo: Para Álex salir en Miami sería el plan ideal. Esta ciudad tiene todo lo que a él le gusta y le hace feliz. Playa, gimnasios, y mucha fiesta [ríe]. Álex empezaría su día con un batido delicioso de proteína con frutas, iría a entrenar, luego a la playa para broncearse un poco y así quedar espectacular para salir a darlo todo por la noche con sus amigos. Combo perfecto: ¡gym, playa, club!

-Saúl: Bruno, por su parte, saldría de Miami y se iría a su día ideal a algún lugar cercano como St. Petersburg que se considera actualmente como hogar de museos de fama mundial y
galerías independientes. Para él es perfecto porque ofrece una próspera escena de artes
escénicas, festivales de cine, música en vivo, una vibrante comunidad de artes literarias, una comunidad unida de artistas y artesanos trabajadores, y una gran cantidad de arte público e instalaciones al aire libre. El lugar para un arquitecto cinéfilo como lo es Bruno.