Una gran cobertura de noticias sobre la crisis de opioides que ha durado décadas en Estados Unidos tiende a centrarse en los blancos de las zonas rurales de estados como Ohio, Kentucky y Virginia Occidental. Pero entre las comunidades más afectadas por la epidemia, las tribus nativas americanas ocupan los primeros lugares. Desde el año 2000, las muertes por sobredosis de opioides entre la población nativa se han multiplicado por casi seis, más rápido que cualquier otro grupo racial o étnico del país.
Por Redacción Miami Diario
La Tribu Seminole de Florida no es una excepción. En una demanda federal presentada el viernes contra Purdue Pharma, Johnson & Johnson, Walgreens, CVS y otros fabricantes de medicamentos, la comunidad Seminole alega que ha sido “devastada por la epidemia de opioides” y ha “agotado vastos recursos” tratando de proporcionar rehabilitación y terapia a sus miembros adictos.
“Miles de miembros de tribus, tanto jóvenes como ancianos, han visto sus vidas destruidas por la adicción a los opiáceos”, afirma la denuncia. “La adicción a los opiáceos y la sobredosis han matado a muchos miembros de la tribu y… destruido a cientos de familias seminolas, dejando a los que quedan a recoger los pedazos.”
La demanda es sólo la última de una serie de demandas legales contra las compañías farmacéuticas. En los últimos años, ciudades y estados de todo el país han presentado aproximadamente 2.500 demandas acusando a los fabricantes de crear la crisis. En febrero, la tribu Miccosukee del sur de Florida demandó a múltiples fabricantes y distribuidores de medicamentos porque había gastado decenas de millones de dólares como resultado de la epidemia, dijo la tribu.
La demanda de la Tribu Seminole fue presentada en el Distrito Sur de Florida sólo dos días antes de que Purdue Pharma se declarara en bancarrota bajo el Capítulo 11. Los expertos legales dicen que la declaración de bancarrota podría congelar cualquier demanda contra Purdue y limitar lo que las víctimas podrían recuperar de la compañía.
La demanda Seminole acusa a las compañías farmacéuticas de marketing engañoso que tergiversó los beneficios y riesgos de los medicamentos opiáceos. Específicamente, la tribu sostiene que las compañías sabían o deberían haber sabido que sus medicamentos recetados serían desviados para ser abusados por los miembros de Seminole.
“Los acusados conocían los peligros para la salud pública y la seguridad que la desviación de opioides crearía en la comunidad de Seminole; sin embargo, los acusados no mantuvieron controles efectivos contra la desviación de opioides de manera intencional y/o ilegal”, afirma la denuncia.
La demanda también contiene acusaciones de chantaje que alegan que las compañías farmacéuticas eran esencialmente una empresa criminal organizada.
“Como resultado directo del esquema fraudulento, el curso de conducta y el patrón de actividad de los acusados de RICO, pudieron extraer miles de millones de dólares de los ingresos del público estadounidense adicto”, afirma la tribu.
Hasta la fecha, ninguna de las empresas ha dado una respuesta formal en los tribunales, y no se han programado audiencias en el caso. En su demanda inicial, la Tribu Seminola exigió un juicio con jurado.
Fuente: Miami News Times
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