Encontrar un equilibrio entre los seres humanos y el medio ambiente parece cada vez más difícil, resulta casi inevitable mantener las temperaturas globales por debajo de 1.5 ° C – como se pactó en el Acuerdo de París en el 2015-, lo que puede generar que en un futuro las costas estén ahogadas, los arrecifes de coral arruinados, y los desiertos y glaciares derretidos.
Por Redacción MiamiDiario
Este lunes se dio inicio a La Cumbre del Clima (COP24), en la que participan delegaciones de 197 países, en donde se desarrollarán complejas negociaciones con carácter de emergencia con la finalidad de detener el calentamiento global.
Los recientes informes sobre el clima muestran resultados desalentadores, entre ellos la investigación que realizó la ONU que reveló que los intentos por garantizar que las emisiones de combustibles fósiles alcancen su máximo para el año 2020 fracasarán. De igual forma, la Organización Meteorológica Mundial informó que los últimos cuatro años han sido los más calurosos registrados, asimismo advirtió que las temperaturas globales podrían aumentar fácilmente en 3-5C para 2100, muy por encima de lo buscado.
La mayoría de las discusiones sobre cambio climático plantearon como punto de corte el año 2100, pero las consecuencias que ya se están viviendo hacen pensar que durarán mucho más. Al hablar sobre los mares, Svetlana Jevrejeva, en el Centro Nacional de Oceanografía. , Liverpool indicó que “Seguirán subiendo durante siglos, incluso después de que los niveles de gases de efecto invernadero se hayan estabilizado. Podríamos experimentar el mayor aumento mundial del nivel del mar en la historia de la civilización humana”.
¿Cómo afecta esto a Florida?
El sur de la Florida es sin duda una de las zonas más afectadas de Estados Unidos debido al cambio climático, en donde si se cumplen los pronósticos de los científicos, al menos seis millones de personas serán afectadas por el aumento del nivel del mar de 1.5 metros, aunado al hecho de que los huracanes son cada vez más fuertes, ejemplo de ello fue el huracán Michael en el mes de octubre, el cual ocasionó la muerte de 43 personas.
Las autoridades de los distintos condados se ven en la obligación de trabajar unidos para alcanzar el propósito “tendremos mucho más éxito si tenemos más cooperación y más atención en todos los niveles de gobierno, es un problema para todos nosotros”, dijo Susanne Torriente, directora de resiliencia de Miami Beach, quien aseguró que se han invertido millones de dólares para elevar carreteras, adquirir bombas modernas de alta capacidad y sistemas de drenaje de aguas pluviales.
El condado de Miami-Dade y las ciudades de Miami y Miami Beach pertenecen a la red de 100 ciudades resilentes, que trabajan bajo el programa, Resilient 305 que tiene como objetivo enfrentar los desafíos físicos, sociales y económicos “esta estrategia será mucho más amplia y definirá la resiliencia no solo en términos de clima e inundaciones, sino también de movilidad y vivienda, propiedades y cómo recuperarse rápidamente en caso de un huracán en el sur de la Florida”, señaló.
Florida se prepara para aprender a vivir en un entorno que está en constante cambio, estructural y económico que incide en la forma en la que se relaciona la comunidad. “Todo lo que hacemos está financiado localmente, por lo que podemos seguir invirtiendo”, indicó Torriente.
Con información de The Guardian
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