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Cuba impondrá mayor control a viajeros que importan productos

El régimen cubano anunció que tiene previsto imponer más controles a los viajeros que importan productos de otras latitudes, así lo informó el ministro de Economía de la isla en un programa televisivo. Redacción MiamiDiario El representante de la cartera de Economía, Alejandro Gil Fernández, anunció que pronto el régimen instaurará “medidas para disminuir la importación […]

Por Allan Brito
Cuba impondrá mayor control a viajeros que importan productos
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El régimen cubano anunció que tiene previsto imponer más controles a los viajeros que importan productos de otras latitudes, así lo informó el ministro de Economía de la isla en un programa televisivo.

Redacción MiamiDiario

El representante de la cartera de Economía, Alejandro Gil Fernández, anunció que pronto el régimen instaurará “medidas para disminuir la importación de mercancías por las personas naturales e incrementar la captación de divisas que en la actualidad salen del país”, destacó el portal de noticias radiotelevisionmarti.com.

Fernández asegura que el principio que seguirán es “no importar nada que se pueda producir en el país”.

El ministro de Economía aseveró que hay muchos productos importados en Cuba debido a que no se producen en la isla. Destacó que  -en muchas ocasiones- la divisa no llega al sector empresarial pero si la tienen los organismos exportadores, ese es el motivo por el cual el régimen “quiere crear las condiciones financieras para que las entidades tengan esa posibilidad”.

La realidad de la isla caribeña es que los pocos empresarios del sector privado no tiene capacidad para importar e exportar productos, tampoco puede proveer al mercado mayorista, la única opción que tienen para poder subsistir es tramitar -a través de miles de personas que viajan al exteriorla compra de mercancía y materia prima, la cual llega a la isla como valija personal.

La forma de sobrevivir que tienen los escasos pequeños empresarios en Cuba es pagarle viajes a miles de personas a lugares como Rusia, Panamá, Estados Unidos, República Dominicana, México, Haití, Ecuador y Guayana para que compren diferentes tipos de productos como medicamentos, electrodomésticos, ropa, motocicletas, productos de belleza, aires acondicionados, máquinas de afeitar, auto partes, entre otros que luego revenden en la isla.  Las personas que realizan este oficio las llaman “mulas”.

El periodista Iván García aseveró -en un reportaje sobre el tráfico de productos en Cuba publicado en 2017-  que “Las complicadas normativas de la Aduana solo posibilitan a los cubanos importar determinadas mercancías una vez al año, a pagar en moneda nacional, pero mediante coimas por debajo de la mesa se evaden las disposiciones”.

Agrega García que a pesar de que la Aduana General de Cuba “aplica leyes retrógradas y severas en materia de importación de mercancías, la corrupción rampante siempre abre una puerta de entrada al singular comercio privado. Aunque no se conocen cifras exactas, se calcula que mueve el doble de dinero que las inversiones extranjeras en la Isla”.

Destaca un reportaje realizado por la BBC sobre las personas que hacen de mulas que el pago que obtienen por realizar este oficio es entre 150 y 250 dólares, quien los contrata cubre todos los gastos, que incluyen pasaje, alimentación y hospedaje. Usualmente quien los contrata va con ellos a los destinos escogidos. Viajan en grupos de cuatro a cinco integrantes. En ocasiones les permiten traer entre 5 y 10 kilos en artículos personales, otros no los dejan traer nada.

Algunas destinos tan lejanos como Rusia les ha interesado a periodistas de diferentes medios, pero la razón de ir a este país se debe a que los cubanos no necesitan una visa para viajar a esa nación.

Los comerciantes locales le dijeron a radiotelevisionmarti.com que cada grupo de viajeros gasta entre 3 mil y 7 mil dólares.  Un cubano que estuvo por dos años trabajando como guía para mulas de la isla en Moscú comentó al portal de noticias que recibía a grupos de 10 a 12 compradores en el aeropuerto de Sheremetievo. Luego los trasladaba a viviendas de cubanos residentes en Moscú, el siguiente paso era ir a un banco donde se cambiaban los dólares por rublos y finalmente los llevaba a los pulgueros de piezas de auto partes.

La mayoría de quienes realizan el oficio de mula son reclutadas por los propietarios de los negocios, les pagan según la solvencia económica de la zona donde viven. Cada persona trae 135 kilos de equipaje, pero también pueden enviar parte de la mercancía como carga. Viajan una sola vez al año.

Algunas personas creen que si el régimen cubano -sigue asfixiando la importación de productos- acabará con el ingreso de muchas familias y escasearían más la mercancía en las tiendas de venta popular.

 

 

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