A lo largo de los años, los vampiros han sido reflejados como criaturas siniestras que asesinan personas chupándoles la sangre para mantenerse con vida. Aunque siempre se han publicitado como seres mitológicos, históricamente se cree que siempre han caminado (y volado) entre nosotros.
Especialmente en la Europa antigua, el vampirismo era un tema de temer, contrastando inmensamente con las creencias cristianas que predominaban en la época. Por tal razón, al igual que con la caza de brujas, también se perseguían a aquellos que creía, eran vampiros.
Recientemente, los trabajos de construcción de una carretera en la localidad polaca de Luzino llevaron al descubrimiento impactante de una fosa común que alberga los restos de 450 cadáveres decapitados. Los arqueólogos creen que esta inusual sepultura podría ser el resultado de prácticas destinadas a combatir el vampirismo.
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El equipo de excavación, encabezado por el arqueólogo Maciej Stromski, encontró esqueletos acomodados en posturas extrañas, con monedas en sus bocas y sus calaveras colocadas entre las piernas. Estos rituales específicos se remontan a las creencias del siglo XIX, época en la que los europeos pensaban que tales acciones podían romper la maldición de los vampiros.
Según Stromski, su equipo descubrió ejemplos de supuestas personas con maldiciones que solo podían detenerse mediante la decapitación. Explicó que si un miembro de la familia fallecía poco después del funeral, se sospechaba que podría ser un vampiro. Por lo tanto, se exhumaba la tumba y se decapitaba al difunto. Luego colocaban su cabeza entre las piernas como medida de protección.
Oscuros hallazgos
Se encontró el cuerpo decapitado de una mujer con el cráneo de un niño colocado sobre su pecho. Además, aproximadamente un tercio de las tumbas contenían esqueletos con ladrillos colocados cerca de sus piernas, brazos y cabezas, revelando aún más la complejidad de los rituales asociados con el vampirismo.
Este descubrimiento no es el primero de su tipo. El año pasado, en un pueblo de la localidad de Pien, también en Polonia se encontró el esqueleto de una mujer sospechosa de vampirismo.
La mujer tenía una hoz alrededor de su cuello y un candado en uno de sus dedos del pie. Esto, supuestamente era una medida para evitar la resurrección.
Estos descubrimientos proporcionan una mirada intrigante a las creencias y temores arraigados en la región durante el siglo XIX. El análisis y estudio en curso de los restos, permitirán a los investigadores profundizar en la comprensión de las prácticas culturales y supersticiones de ese período.
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