Tras someterse a una operación de rutina por una fractura, una adolescente australiana terminó con un dedo del pie en la mano por un caso grave de negligencia médica, según difundió Caraotadigital
Por Redacción Miami Diario
Britney Thomas, la joven australiana, recibió la intervención que para ese momento fue considerada como un éxito. Pero seis días después un dolor insoportable bajo el yeso obligó a la joven a visitar un doctor, reseñó RT.
Thomas era una destacada jugadora de críquet recibió. El traumatólogo que la atendió descubrió que el dedo estaba hinchado y de color púrpura oscuro. La razón: los médicos que la operaron habían olvidado retirar un torniquete elástico usado durante la cirugía. Tal descuido había provocado la interrupción del flujo sanguíneo y, en consecuencia, una seria necrosis en la zona.
A partir de ese momento, los médicos intentaron salvar el pulgar de Britney a toda costa. Primero le colocaron sanguijuelas buscando mantener la circulación de la sangre, luego cosieron el pulgar a la ingle de la adolescente con la esperanza de reactivar la función de los nervios y las arterias del dedo. Lamentablemente, todos los esfuerzos resultaron inútiles.
Pero a un cirujano se le ocurrió amputar el segmento afectado y reemplazarlo con el dedo gordo del pie de la propia paciente. De manera consecuente, le crearon un hueso nuevo a partir de un trozo de cadera para sustituir el apéndice inferior.
Es de hacer notar que la adolescente, pese a todos los esfuerzos, quedó con una seria limitación en la mano izquierda y un significativo defecto estético en el pie.
El hospital involucrado abrió una investigación mediante la cual se descubrió que el personal partícipe de la cirugía había registrado por escrito la retirada del torniquete elástico cuando en realidad no sucedió.
Peter Craighead, director de la institución, se disculpó por el negligente acto, el cual calificó de «devastador» y aseguró que lo que le pasó a Britney no volverá a suceder».
Con información de: Caraotadigital
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