Multimillonario y su hija murieron en accidente de helicóptero con destino a Fort Lauderdale

El multimillonario Chris Cline, conocido como el rey del carbón, ha muerto luego de que su helicóptero se estrellara en el mar camino a Florida. Los restos fueron hallados este viernes a escasas millas de su pequeño archipiélago privado en las Bahamas, de donde había salido con su hija de 22 años y otras cinco personas. No hubo sobrevivientes.

Por Redacción MiamiDiario

Cline murió un día antes de su cumpleaños 61. Una amiga de su hija Kameron, Delaney Wykle, también murió, junto con el piloto, dos mujeres más y otras dos personas que no han sido identificadas, reportó Sun Sentinel.

Atrás quedaron su yate de 200 pies, sus caballos pura sangre que pastaban en una de sus mansiones en Virginia, sus seis pequeñas islas y su influencia política.

De inmediato, poderosos industriales, funcionarios públicos y académicos lamentaron la muerte de Cline y elogiaron sus logros, describiéndolo como un generosos empresario con una fortuna de 1.800 millones de dólares.

“Era un empresario extremadamente visionario”, dijo Bill Raney, presidente de la Asociación del Carbón de Virginia Occidental. “Chris simplemente fue una de esas personas que tenía el toque de Midas”.

Raney dijo que Cline comenzó a trabajar en las minas del sur de Virginia Occidental a una edad temprana, ascendiendo rápidamente en las filas de la compañía de su padre con una actitud reservada y movimientos de negocios inteligentes.

Formó su propio negocio de desarrollo energético, el Grupo Cline, que se convirtió en uno de los principales productores de carbón del país.

Cuando pensó que la minería en la región de los Apalaches se estaba agotando, comenzó a comprar reservas en la Cuenca de Illinois en lo que resultó ser una inversión sabia en carbón con alto contenido de azufre, según el sitio web de Foresight Energy, una compañía que formó en Missouri.

Cline vendió la mayor parte de sus acciones en Foresight por 1.400 millones de dólares y luego nvirtió 150 millones de dólares en una mina de carbón metalúrgico en Nueva Escocia, según un artículo de Forbes de 2017 titulado: “Chris Cline podría ser el último carbonero en pie”.

El artículo capturó su opulencia: una mansión en Virginia Occidental con un lago artificial lo suficientemente grande para hacer esquí acuático y un jardín donde pastaba un semental purasangre llamado Fabio. Una colección de armas tan extensa que funcionarios federales debían hacer un balance cada mes. Un yate de 200 pies (61 metros) llamado Mine Games.

Sus bolsillos profundos finalmente se abrieron a la política: donó en gran medida al presidente, Donald Trump, y otros republicanos.

Cline le dio al comité inaugural del presidente un millón de dólares en 2017 y compartió miles más con grupos conservadores, así como con comités que representan a los líderes del Partido Republicano, como el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, y el senador de la Florida, Marco Rubio, según los registros federales.

También se lo dio a la academia, otorgando al menos 8,5 millones de dólares a la Universidad de Marshall en Virginia Occidental.

“Nuestros corazones están apesadumbrados”, dijo el presidente de Marshall University, Jerome A. Gilbert. “La generosidad de Chris con nuestros programas de investigación y atletismo ha dejado huella en la Universidad Marshall y en nuestros estudiantes durante muchos años”.

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