¿Nuevos votantes cambiarán la democracia en EE.UU?, por Diana Pernalete

¿Nuevos votantes cambiarán la democracia en EE.UU?, por Diana Pernalete

Después de una década en este país, me entusiasma la idea de votar por primera vez. Pareciera que fue ayer cuando me senté en mi clase de educación cívica de séptimo grado y aprendí sobre el poder del voto.

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El recuerdo del juramento de ciudadanía permanecerá para siempre en mi corazón. Apenas quedan unos 400 días para el día de las elecciones y esas lecciones y compromisos que asumí tan joven, ahora están adquiriendo un significado real. Durante los últimos 11 años de mi vida en los Estados Unidos, me he enfrentado a los mismos desafíos sobre los que mi profesor de educación cívica advirtió a nuestra clase: apatía, división política y cinismo. Los describía tan bien que hubo momentos en los que me cuestioné incluso si debía participar en el proceso democrático.

Eso fue hasta que la turbulencia de 2020 reveló un panorama caótico: crisis climática, recesión económica y amenazas a los derechos de las mujeres, todos ellos generaron profundas preocupaciones sobre a quiénes estamos eligiendo para los puestos de poder. Como inmigrante venezolana y habiendo crecido en Miami, durante mucho tiempo me he aferrado a ideales como educación accesible, atención médica e igualdad. Ideales que a menudo se ven como sueños poco realistas, pero a pesar del escepticismo de mi propia familia, mi pasión por esos ideales permanece intacta.

Hoy, en un momento en que el gobernador DeSantis está tratando activamente de remodelar los cimientos de Florida, despojando de derechos a los ciudadanos y dirigiendo nuestra educación al servicio de su agenda política, se apodera de mi un gran sentimiento de impotencia. ¿Por qué debería molestarme en ir a votar si nuestros esfuerzos pueden ser barridos fácilmente?

Luego me repongo y mi impotencia se convierte en capacidad de acción. Tanto yo, como miles de estudiantes, rechazamos la noción de que nuestra generación es pasiva. Algunas de las críticas más conmovedoras y contundentes sobre el abuso de poder que he visto, provienen precisamente de mis compañeros de clase y de amigos. La resiliencia de los adolescentes que se unen para el cambio, sin miedo a la oposición, alimenta mi esperanza. Nuestra capacidad para orquestar protestas impactantes realmente demuestra nuestra hambre de cambio.

Generación “Z”

La cuarentena realzó el papel del mundo en línea, y fue durante la pandemia que el brutal asesinato de George Floyd encendió una bandera roja brillante sobre la injusticia racial generalizada. También fue durante ese tiempo que vi por primera vez a personas de mi edad reunidas por una causa noble, a pesar de los riesgos que se asumen al exigir un cambio. Estos hechos consolidaron mi postura política: el gobierno debe salvaguardar todas las vidas, independientemente de su raza, género o cualquier otro factor. Ahora, la era de las redes sociales ha dado paso a una nueva forma de activismo: la defensa digital. Esto se ha convertido en una potente herramienta para el cambio social.

En 9 meses alcanzaré la mayoría de edad y a mi generación, la Generación Z, le apasionan los temas políticos y sociales. Sin embargo, a pesar de que esa emoción hace latir nuestros corazones, muchos votantes de la Generación Z no se sienten preparados o sienten que su voto no importa.

En las elecciones de 2024, millones de adolescentes y adultos jóvenes acudirán a las urnas y si un partido quiere atraer el voto de la Generación Z, entonces debe actuar sobre los temas que interesan e impactan a ese ejército de ‘teenagers’ que están por salir de la escuela. Para decirlo con claridad: a nosotros nos preocupa la educación y exigimos un cambio en el sistema de préstamos estudiantiles; habiendo sido testigos de los horrores de la pandemia de COVID, nuestra generación ahora es muy consciente del alto costo de la atención médica. Además, abogamos por reformas sociales que apoyen a los menos afortunados y aboguen por los inmigrantes y refugiados.

Al formar parte de ella, puedo decir que la Generación Z es apasionada y librepensadora. Nosotros, sin siquiera haber emitido nuestro voto, ya hemos causado un cráter en el sistema político estadounidense actual. Ahora les toca a los partidos políticos luchar y dar respuesta a los asuntos que importan a este subgrupo del electorado. A la inversa, la Generación Z debe votar en contra de los políticos que han amenazado su libertad. Para continuar con nuestra racha ganadora de cambio, espero ver a muchos de mis compañeros votando junto a mí el 5 de noviembre de 2024, y luchando por el partido que más se acerca a nuestros ideales: el Partido Demócrata.

Nacida en Venezuela, Diana Pernalete es una estudiante destacada con un promedio de 3.7 en Mater Academy y también está inscrita simultáneamente en Miami Dade College y Doral College. Es una líder que ha realizado numerosos trabajos de investigación sobre América Latina, colaborando con organizaciones como la Organización de Estados Americanos.

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