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Una tercera mujer acusa a un juez Kavanaugh de abuso sexual

Tres mujeres declaran haber sido víctimas de abuso sexual en los años de juventud del candidato a la Corte Suprema de Justicia, Brett Kavanaug, ahora juez del país , cuyas aspiraciones parecen sepultadas, pese a ser el favorito  del Presidente Donald Trump, Por Rosana Ordóñez/MiamiDiario Cuando se pensaba que las cosas no podían ir peor, […]

Por Allan Brito
Una tercera mujer acusa a un juez Kavanaugh de abuso sexual
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Tres mujeres declaran haber sido víctimas de abuso sexual en los años de juventud del candidato a la Corte Suprema de Justicia, Brett Kavanaug, ahora juez del país , cuyas aspiraciones parecen sepultadas, pese a ser el favorito  del Presidente Donald Trump,

Por Rosana Ordóñez/MiamiDiario

Cuando se pensaba que las cosas no podían ir peor, tras la decisión de la primera acusadora Christine Blasey Ford,  de testificar mañana en el Senado sus acusaciones de agresión sexual, una segunda mujer, la puertoriqueña Deborah Ramírez  denunció en una entrevista en The New Yorker, que está convencida de que Kavanaugh le colocó el pene en la cara y le hizo tocarlo, sin su consentimiento, en una fiesta en uno de los dormitorios de la Universidad de Yale.

Ahora Julie Swetnick, tercera mujer en acusar a Kavanaugh, asegura que la drogó y violó en grupo. Julie Swetnick rompió el silencio sobre los horribles hechos en la víspera de una audiencia del comité del Senado para Kavanaugh  y su primera acusadora, Christine Blasey Ford, Swetnick envió una declaración jurada a un miembro del personal del Senado que fue divulgada por su abogado.

Ella dijo que estaba drogada ‘usando Quaaludes o algo similar’ que habían puesto en su bebida, y que Kavanaugh y sus amigos usaban alcohol o drogas para que las niñas perdieran la capacidad para decir “No”.’

“En 1982, me convertí en víctima de una de esas violaciones de “pandillas” en las que Mark Judge y Brett Kavanaugh estuvieron presentes”, dijo en el comunicado bajo juramento.

“Durante el incidente, estaba incapacitada sin consentimiento e incapaz de luchar contra los muchachos que me violaron“.

Las pandillas de Yale

Estos hechos denunciados por mujeres que no tienen conección entre sí tienen la misma localización; la Universidad de Yale, o centro de educación secundaria.

Biblioteca Sterling Memorial

La Universidad Yale  una de las instituciones educativas privadas más reconocidas de los Estados Unidos y el mundo. Fundada en 1701, es la tercera institución  más antigua de Estados Unidos. Cuenta con el segundo sistema bibliotecario universitario más grande,y es especialmente famosa por su Facultad de Derecho, de donde egresó el candidato a magistrado.

No me dejaré intimidar, dice Brett

Ante el aluvión de denuncias, el magistrado Brett Kavanaugh negó este miércoles haber cometido abusos sexuales, aunque su comportamiento no siempre fuera ejemplar. “Bebía cervezas con amigos durante los fines de semana. A veces demasiadas. En retrospectiva, dije e hice cosas en la Secundaria que me producen vergüenza ahora”, admitió en el testimonio preparado para ser leído ante el Senado.

“Nunca hice nada que se le pareciese ni remotamente a lo que la doctora [Christine Blasey] Ford describe”, agregó Kavanaugh, quien rechazó de nuevo las acusaciones como “puras y simples calumnias de última hora”.

El texto del magistrado se conoció mientras aumentaba la presión para posponer el voto de confirmación. “No me dejaré intimidar para retirarme de este proceso. Este esfuerzo para destruir mi buen nombre no me hará perder la cabeza. Las viles amenazas de violencia contra mi familia no me harán perder la cabeza”.

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Una vida respetable

Poco queda de aquel joven rico de aAle que se pasaba de tragos. El jurista, de 53 años, encarna al establishment judicial conservador y tiene estrechos lazos políticos. Fue asistente de Kenneth Starr, el fiscal independiente que investigó una operación inmobiliaria de Bill Clinton que acabó derivando en 1998 en un proceso de impeachment (destitución) contra el presidente demócrata. También trabajó para la campaña del republicano George W. Bush en el polémico proceso de recuento de votos en Florida en las elecciones de 2000 y después fue asesor del presidente en la Casa Blanca. Desde 2006, es juez federal de apelaciones en la capital estadounidense.

Una mujer hará las preguntas

Una mujer interrogará  tanto al nominado para la Corte Suprema Brett Kavanaugh como a su acusadora en el Congreso. Es una fiscal especializada en casos de violencia sexual en Arizona.

Rachel Mitchell fue escogida por los republicanos de la Comisión de Asuntos Jurídicos del Senado de Estados Unidos quienes la elogiaron como una fiscal firme, experimentada y sobre todo, objetiva. 

Mitchell, republicana, deberá interrogar a Kavanaugh y a la mujer que lo acusa el jueves, en la sesión de la comisión. Kavanaugh ha sido acusado por Christine Blasey Ford de haberla agredido sexualmente cuando ambos eran adolescentes, hace 36 años, y el hecho de que todos los miembros de la comisión son hombres provocó llamados a que sea una mujer la que modere la sesión.

Mitchell trabaja en la fiscalía del condado de Maricopa en Phoenix, como directora del departamento de investiga casos de violencia sexual. Supervisa a los fiscales a cargo de casos de abuso sexual de menores, agresión sexual y delitos cibernéticos contra menores en el condado más poblado de Arizona.

La fiscal, quien tiene décadas de experiencia procesando delitos sexuales, “ha sido reconocida en la comunidad legal por su experiencia y objetividad”, dijo en un comunicado el martes Chuck Grassley, senador republicano que es titular de la comisión.

El fiscal del condado Maricopa, Bill Montgomery, supervisor de Mitchell, la elogió en una entrevista con el Arizona Republic , calificándola de “una fiscal objetiva” que “siente gran empatía” por las víctimas. Dijo que la comisión legislativa lo había contactado para preguntarle si Mitchell estaba capacitada para la misión.

Las pandillas universitarias

Todas las acusaciones contra el candidato a magistrado están enmarcadas en los años ochenta y en ambientes estudiantiles, en los cuales eran frecuentes las pandillas o agrupamientos espontáneos de adolescentes y jóvenes, que buscaban “fortalecer su ego y proporcionarse confianza a sí mismo, se alía el joven con un grupo de sus pares”, de allí que las acusadoras suelan referirse a actuaciones en grupo, con exceso de licor y donde cada uno de los miembros quería mostrar su hazañas con las chicas. Estos grupos suelen tener las mismas características; ritos de iniciación, cohesión dentro del mismo; una actitud de rivalidad hacia todos los demás grupos; la exigencia de que cada uno de los miembros siga todas las costumbres y modales del grupo y, en particular, que cada miembro del grupo desconfíe de todos los adultos, aún si al hacerlo se ve obligado a enfrentarse abiertamente a sus padres.

Según esta interpretación, las pandillas serían especies de clubes que permitirían capacitar a los adolescentes en un ambiente competitivo, pero esta visión “optimista” de una juventud fácilmente reciclable, se opone a la de otros autores quienes mencionan que frente a estos grupos de “niños normales”, ligados entre sí por fuertes vínculos externos como pueden ser las familias, surgen otros conformados por sectores más débiles que asumen la violencia como modo de comportamiento. según explica el investigador mexicano Héctor Castillo Berthier, en su trabajo Pandillas, jovenes y violencia, de la Universidad Autónoma de México.

Es lógico pensar que algún grupo de alumnos de Yale, en la década de los ochenta, abusara del alcohol y de las fiestas y que estas reuniones culminaran en situaciones de abuso sexual en las cuales involucraban a las chicas estudiantes, situaciones similares se mantienen, son objeto de películas y novelas con frecuencia aun cuando en el caso del Juez hayan transcurrido  más de treinta años.

El Presidente Trump lo defiende

Donald Trump insiste en el nombramiento y confía en los votos republicanos, pero alguna muer podría negarlo. “No tengo duda de que, si el ataque a la doctora Ford fue tan malo como dice, ella o sus amorosos padres habrán presentado cargos inmediatamente ante las fuerzas de seguridad locales. ¡Pido que adelante esos documentos para que podamos conocer fecha, tiempo y lugar!”, ha tuiteado el presidente de Estados Unidos.

La designación del muy conservador Kavanaugh como juez vitalicio del Tribunal Supremo en sustitución de otro más moderado, algo que inclinaría a la derecha la balanza de la máxima instancia judicial estadounidense, avanzaba viento en popa, pero todo saltó por los aires la semana pasada cuando Ford, que acusó al juez inicialmente de forma anónima, decidió revelar su identidad.

Tres mujeres y un sujeto

Christine Blasey Ford, la primera  mujer que amenaza el nombramiento del candidato del presidente de Estados Unidos a la Corte Suprema de Justicia del país, ha aceptado testificar la este jueves en el Senado. Los abogados de la investigadora de una Universidad de California, enviaron una comunicación a los senadores en la que afirman que la mujer “acepta la petición del comité de la Cámara de hacer conocer de primera mano sus acusaciones de agresión sexual contra el juez Brett Kavanaugh“.

Luego la puerto riqueña Débora Ramírez dio una historia creíble del estudiante rico y sus amigos que se aprovechan de una solitaria inmigrante que intenta integrarse a un grupo que no le resulta afín.

James Rochequien fue compañero de cuarto de Kavanaugh en la Universidad de Yale, indicó que se hizo amigo cercano de Ramírez, de 53 años y criada en Connecticut, “poco después que llegamos a (la Universidad de) Yale”.

“Ella se destacó por ser excepcionalmente honesta, de manera confiable”, indicó Roche,en una declaración escrita.

Roche sostuvo que Kavanaugh era reservado para sus cosas, pero un fuerte bebedor que se “ponía agresivo y beligerante cuando estaba muy borracho”.

Pero es la denuncia mas demoledora contra el aspirante a magistrado vitalicio es la tercera hecha por Julie Swetnick, en la declaración jurada publicada en Twitter por su abogado Avenatti, la denunciante afirma que vio a Kavanaugh, como estudiante de secundaria en Maryland a principios de la década de 1980, “beber excesivamente en muchas” fiestas en casas en los suburbios de Maryland.

Ella dijo que él participó en “comportamiento abusivo y físicamente agresivo hacia las niñas.

Ante todas las denuncias hay personas dispuestas a declarar que son falsas, y los republicanos en su mayoría se dedican a contar los votos necesarias para salvar al Juez, pues a veces es más fácil mirar para otro lado.

 

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