Al tomar un vuelo, la mayoría de las veces los usuarios tienen garantizado un viaje seguro y sin sobresaltos. Esto se debe a que las políticas aéreas de los Estados Unidos se han convertido en una de las más estrictas durante los últimos 20 años. Sin embargo, existe la posibilidad de que el capitán decida suspender la ruta y regresar a tierra por mal tiempo, desperfectos en la aeronave, por complicaciones de salud, entre otras razones.
Este jueves 7 de septiembre, los pasajeros de un vuelo entre Carolina del Norte y Fort Lauderdale atravesaron una situación crítica, que comprometió de manera severa la integridad del avión por lo que se tomaron medidas de emergencia.
En horas de la tarde, todo transcurría con normalidad en el vuelo 1954 de Southwest Airlines. El despegue ocurrió sin contratiempos, pero a los pocos minutos, cuando estaban en fase de ascenso, la tripulación escuchó un fuerte golpe. No tardaron mucho tiempo en descubrir que habían chocado contra un pájaro.
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A pesar de que no se tienen mayores detalles de qué tan fuerte fue el impacto o en qué parte de la aeronave, el capitán decidió dar un giro en círculo y regresar al Aeropuerto Internacional Raleigh-Durham de Carolina del Norte. Los registros del vuelo muestran que despegó a la 1:12 y aterrizó de emergencia a la 1:26.
La aerolínea informó que nadie resultó herido por el percance.
“Los mecánicos están revisando el avión y nuestros equipos están trabajando con los clientes para llevarlos a sus destinos lo antes posible”, dijo Dan Landson, portavoz de Southwest Airlines en declaraciones recogidas por el medio Myfox8.
Finalmente, la aeronave logró despegar a las 3:56 y después de un vuelo de 1 hora y 35 minutos, los pasajeros llegaron a Fort Lauderdale a las 5:31 de la tarde.
La Administración Federal de Aviación (FAA) quedó a cargo de la investigación del incidente y de la forma de responder del capitán. El organismo ha reportado que en los últimos meses han aumentado las colisiones entre aviones y pájaros.
La mayoría de los aeropuertos cuentan con diferentes mecanismos para espantar a las aves. Sin embargo, no siempre funcionan y en algunos casos las colisiones pueden llegar a comprometer la vida de los pasajeros.
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