Ken Watson envolvió 14 regalos de Navidad para los próximos años, en un acto final lleno de amor y bondad antes de morir, con una única destinataria: su pequeña vecina de dos años.
El anciano de 87 años quedó viudo cuando su esposa Beryl falleció en febrero de 2012. Al no tener nietos, Ken vio crecer a la hija del matrimonio vecino con la que forjó un afecto muy especial. El abuelo veía a Cadi siempre que podía.
Por lo que, comenzó a envolver y esconder los regalos para la pequeña Cadi, para ser entregados después de su muerte. La idea era que la pequeña tuviera un regalo por cada Navidad hasta cumplir los 16 años.
Ken murió el lunes por la noche, y su hija Jenny llamó a la casa de los Williams para entregar los regalos.
Jenny descubrió la bolsa de regalos de Navidad cuando estaba limpiando la casa de su padre y vio que había dejado todo preparado para su pequeña vecina.
“Es difícil describirlo porque fue tan inesperado. No sé cuánto tiempo los guardó si fue durante los últimos dos años o si los compró hacia el final de su vida”, dijo Jenny.
Los padres de Cadi, Owen y Caroline Williams, se pusieron a llorar cuando les tocaron la puerta para entregarles 14 regalos, mientras su pequeña Cadi escribía sus deseos para Navidad.
Fuente: La voz
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