Vender drogas es considerado como un delito grave, severamente condenado por las autoridades de Estados Unidos. En los últimos meses, la policía de Miami-Dade ha estado en alerta máxima ante el alto número de traficantes en zonas escolares.
Con la popularización de los vapers entre los estudiantes, los vendedores de drogas buscan promocionar sus productos. Como en muchos casos los menores no manejan grandes sumas de dinero para costear estas sustancias, los delincuentes proponen recibir servicios sexuales a cambio del narcótico.
Un caso de estas características ha consternado a la comunidad educativa de la escuela Miami Springs Middle School. Las autoridades descubrieron que Moisés Ledón, un sujeto de 35 años, ofrecía estupefacientes a los niños, a cambio de sexo.
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Una niña de 11 años conoció al vendedor de drogas un día que estaba en un supermercado en Hialeah, acompañada de una amiga. Ledón se le acercó y le preguntó si fumaba hierba, a lo que ella le contestó que no, que solo fumaba vaporizadores.
El sujeto dijo que podía conseguirles algunos, entonces procedieron a intercambiar números de teléfono. Desde ese día ambos empezaron a enviarse mensajes y le ofreció entregarle vaporizadores y marihuana, informó Telemundo.
La niña le respondió que sí, pero que no tenía dinero para pagarle. El individuo le dijo que eso no importaba, que podía darle las drogas y vaporizadores a cambio de actos sexuales.
Durante la conversación, la jovencita le comentó que tenía 11 años y que asistía a la escuela Miami Springs Middle School. Mientras tanto él le contestó “eres linda” y siguieron conversando.
Al cabo de unos días cerraron el trato. El hombre sabía que tenía que ganarse la confianza de la niña y le propuso entregarle las drogas primero y después de que ella las probara, planificarían el encuentro íntimo.
Todo salió a la luz gracias a otra niña
El 18 de octubre, el delincuente llegó hasta el Stafford Park en Miami Springs ubicado cerca de la escuela de la niña, dejó la caja con vaporizadores, marihuana y otros estupefacientes y se retiró del lugar. Una amiga de la adolescente se percató de lo que estaba pasando y decidió denunciar la situación ante la policía escolar, que a su vez elevó el caso hasta la Policía de Miami-Dade.
A partir de ese momento, los agentes se hicieron pasar por la niña y siguieron conversando con Moisés. Al cabo de unos días acordaron verse en un sitio para consumar el servicio sexual. Sin embargo, cuando llegó el depravado, los oficiales lo arrestaron.
En su primera audiencia, el hombre pidió clemencia a la juez. “Su señoría, deme una oportunidad, nunca me volverá a ver”. No obstante, esto no evitó que lo acusaran de múltiples cargos como posesión de cocaína, posesión de cannabis, delitos lascivos o lascivos contra una persona menor de 16 años, viajar para encontrarse con un menor, transmisión electrónica perjudicial para menores, uso ilegal de un dispositivo de comunicación y manipulación de pruebas físicas, y contribución a la delincuencia de un niño.
El sujeto quedó privado de libertad con una fianza de $74.500. De igual forma, le ordenaron mantenerse alejado de niños y de cualquier escuela.
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