El método japonés qué te permitirá tener un vientre plano

El vientre plano sin grasa abdominal y con una buena tonificación, es uno de los tantos objetivos que tienen las personas al comenzar el gimnasio. Para lograr alcanzarlo, requiere dedicación, esfuerzo, buena alimentación y por supuesto, mucho ejercicio.

Si una persona no come adecuadamente o si posee una dieta equilibrada pero hay ausencia de ejercicio, es probable que el vientre plano jamás aparezca.

Es fundamental que se implemente una dieta equilibrada y sana, que otorgue los nutrientes necesarios que el cuerpo necesita, sin incurrir en un déficit alimenticio. Acompañado de una rutina de ejercicios completa que tenga impacto en el área abdominal.

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Los resultados se podrán notar a través de la constancia y disciplina, sin embargo, es posible acelerar los procesos aplicando algunas técnicas especiales.

El método “milagroso” de Toshiki Fukutsudzi para un vientre plano

El doctor nipón Toshiki Fukutsudzi, diseñó un ejercicio que promete eliminar toda la grasa del área del vientre. No obstante, este método es cero convencional, pues no requiere del uso de pesas ni tampoco exige mayor esfuerzo físico.

Llamado método Fukutsudzi, este ejercicio elimina la grasa y mejora la postura solo utilizando una toalla. Esto significa que con el apoyo de esta, se realice un estiramiento que impacta en la zona lumbar y al mismo tiempo ayuda en la alineación física.

Se cree que al realizarlo durante cinco minutos al día, la grasa comienza un proceso de redistribución. Por lo que, al ser constante, cualquier persona podrá reducir la cintura y tonificar el abdomen.

Es preciso dejar en claro que no hay garantías ni algún índice de eficacia sobre este método. Sin embargo, está más que demostrado que la constancia del ejercicio es poderoso para alcanzar resultados positivos.

¿Cómo hacer el  ejercicio Fukutsudzi?

Lo primero que se debe hacer es enrollar una toalla y sujetarla con una goma para evitar que se desenrolle. Luego, debe acostarse boca arriba y colocar la toalla en la parte baja de la espalda, específicamente en la zona lumbar, a la altura del ombligo.

Seguidamente, comience a estirar las piernas y separe los talones. Proceda a estirar los brazos hacia atrás, por encima de la cabeza.

Luego, gire las palmas de las manos hacia el suelo y haga que los dedos meñiques se toquen. Debe mantenerse en esta postura durante cinco minutos y respirar profundamente mientras se estiran los músculos.

Por último, relaje el cuerpo. Repita hasta 3 veces, según su estado físico lo permita y combine con otros ejercicios de ser necesario.