Cuba

En Cuba ahora dicen que comer carne es malo

En medio de la escasez de productos cárnicos en las tiendas en divisas de Cuba, el diario oficialista Juventud Rebelde ha publicado un estudio de “un equipo de eruditos” del Instituto de Investigación Médica y de Salud de Australia que desaconseja las dietas ricas en proteínas porque acortan la vida y, en su lugar, dignifica […]

Por Allan Brito
En Cuba ahora dicen que comer carne es malo
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

En medio de la escasez de productos cárnicos en las tiendas en divisas de Cuba, el diario oficialista Juventud Rebelde ha publicado un estudio de “un equipo de eruditos” del Instituto de Investigación Médica y de Salud de Australia que desaconseja las dietas ricas en proteínas porque acortan la vida y, en su lugar, dignifica la ingesta de carbohidratos.

Por Redacción MiamiDiario

En un momento tan difícil como el que viven hoy los cubanos; con escasez de pan, huevos y “tensiones” serias en la producción de carne de pollo y cerdo, reconocidas por el propio ministro de Economía, Alejandro Gil Fernández, es una broma de mal gusto publicar este estudio en una prensa en la que no se deja nada a la casualidad.

Dar publicidad a esta investigación, con las neveras de productos cárnicos de 3ra y 70 vacías, es poco menos que decirle a la gente que tendrán apagones porque es romántico comer a la luz de un candil o que no tienen aceite porque el Estado se preocupa de que no les suba el colesterol.

Lo peor, si es que hay algo peor, es que ilustren la noticia con un bistec de res que pocos cubanos de la Isla han visto en toda su vida revolucionaria.

El estudio de los australianos puede ser tan potente como el de quienes dicen exactamente lo contrario. Hay incluso quienes, a estas alturas, niegan el Holocausto judío. Hay teorías para todo en dependencia de quién paga. Pero la investigación no es el problema. El problema está en que la carne roja es una excepción en la dieta de los cubanos. Hagamos la prueba: preguntemos en cualquier hogar de ancianos del país, cuál de nuestros abuelos en los últimos 20 años se ha comido un bistec de res como el de la foto que publica Juventud Rebelde.

No podemos permitirnos que generaciones y generaciones de cubanos crezcan a base de perros calientes y picadillo sin que la prensa oficialista encuentre un solo estudio que demuestre que una dieta rica en este tipo de embutidos alarga la vida.

En lugar de promocionar la maldad de las proteínas, deberían preocuparse por averiguar por qué los pollos están en ‘fase de extinción’ en la Isla; por qué las cerdas no paren; por qué los tomates saben a agua, por qué los ajos son minúsculos; por qué nuestra tierra ha dejado de ser fértil o por qué hemos empezado el año con 36 medicamentos en falta.

Todo no puede ser eternamente culpa del embargo de Estados Unidos. Algo se habrá hecho mal en 60 años. Pues adelante, a buscar respuestas a las cosas sangrantes que acortan la vida de los cubanos. Los lectores lo vamos a agradecer.

Fuente: Ciber Cuba

También puedes leer:

Huber Matos: Raúl Castro, Venezuela y los tambores de guerra

Santiago Alpízar: No alcanza con Votar No, hay que participar en el escrutinio

Giada De Laurentiis disfrutó de día de playa en Miami Beach

Relacionados