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La Fed planea iniciar la retirada de los estímulos monetarios en tres meses

La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) está cerca de lograr un acuerdo para empezar a retirar los estímulos monetarios que activó para luchar contra la crisis del COVID-19. Según publica este lunes The Wall Street Journal, los miembros del banco central estadounidense están cerca de alcanzar un acuerdo para dar ese paso en apenas tres meses. […]

Por Allan Brito
La Fed planea iniciar la retirada de los estímulos monetarios en tres meses
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La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) está cerca de lograr un acuerdo para empezar a retirar los estímulos monetarios que activó para luchar contra la crisis del COVID-19.

Según publica este lunes The Wall Street Journal, los miembros del banco central estadounidense están cerca de alcanzar un acuerdo para dar ese paso en apenas tres meses.

El movimiento, temido por los inversores por las incertidumbres que plantea retirar el oxígeno monetario a la economía para que esta comience su camino en solitario, podría culminar, si las tesis del sector más ortodoxo acaban imponiéndose, en la conclusión del programa de compra de activos a mediados de 2022, reportó ElPais.

La economía de EE UU creció un 1,6% en el segundo trimestre del año —un 6,5% si se compara con el año anterior—, lo que le ha servido para recuperar el PIB previo a la pandemia, un umbral que la Unión Europea aún no ha logrado y que China alcanzó en el primer trimestre del año.
Esa reconquista del terreno perdido, materializada mucho antes que tras la Gran Recesión, unida a la alta inflación —del 5,4% en julio— y a la fuerte caída del desempleo, está precipitando que las autoridades monetarias sopesen retirar los estímulos para evitar un excesivo recalentamiento de la economía.

El mayor o menor impacto de la variante delta en la actividad puede resultar determinante en la decisión. Si finalmente su incidencia sobre la economía es marginal, la Fed podría seguir adelante en su idea de considerar llegado el momento de empezar a retirar los estímulos, pero en caso de que obligue a imponer nuevas restricciones o ralentice con fuerza el comercio global, la vía de la prudencia ganaría adeptos dentro de la institución.

El cese de la compra de activos elevaría la presión sobre otro flanco: las inyecciones de dinero barato en la economía.

Según el calendario previsto, la entidad tiene programada a finales de 2023 su primera subida de tipos de interés desde el entorno actual de entre el 0% y el 0,25%, pero las fechas pueden ser cuestionadas si el crecimiento continúa sólido y si crecen las dudas sobre el carácter temporal de la inflación.

El presidente de la Reserva Federal de Saint Louis, James Bullard, se ha posicionado como el portavoz de las voces más favorables al pronto fin de los estímulos monetarios.

La Fed compra ahora cada mes 120.000 millones de dólares en bonos del Tesoro y valores respaldados por hipotecas.

En junio, unas declaraciones de Bullard a la cadena CNBC en las que auguraba que un repunte de la inflación más fuerte de lo esperado podía desatar una subida de tipos en 2022 bastaron para provocar turbulencias en los mercados por unas horas.

Este lunes, los principales índices bursátiles norteamericanos registraban leves pérdidas tras las informaciones que apuntaban a la retirada de estímulos, pero se teme que el golpe sea mayor si acaba oficializándose.

La semana pasada, la mayoría de los economistas sondeados por la agencia Reuters señalaron que esperan que la Fed haga el anuncio del plan de retirada en su reunión de septiembre, pero aplazaban hasta el primer trimestre del año próximo su comienzo efectivo.

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