Venezuela

Manuel Cristopher Figuera asegura haber recibido órdenes de Maduro para ejecutar detenciones arbitrarias

Manuel Cristopher Figuera fue un soldado leal que tras su infancia en una casucha de bahareque llegó a ser el jefe de la inteligencia venezolana, así quedó demostrado con el convoy de guardaespaldas que lo acompañaban al desplazarse por Caracas con cinco teléfonos celulares repletos de contactos claves, según publicó ElNuevoHerald Por Redacción Miami Diario Lo […]

Por Allan Brito
Manuel Cristopher Figuera asegura haber recibido órdenes de Maduro para ejecutar detenciones arbitrarias
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Manuel Cristopher Figuera fue un soldado leal que tras su infancia en una casucha de bahareque llegó a ser el jefe de la inteligencia venezolana, así quedó demostrado con el convoy de guardaespaldas que lo acompañaban al desplazarse por Caracas con cinco teléfonos celulares repletos de contactos claves, según publicó ElNuevoHerald

Por Redacción Miami Diario

Lo cierto es que el oficial de inteligencia entrenado en Cuba y Bielorrusia comenzó a perder la fe a medida que Nicolás Maduro comenzó a solicitarle que se encargara del trabajo sucio –encarcelar a opositores y víctimas de tortura, según declaró– .

El general de 55 años traicionó al líder con el que se reunía casi a diario y en secreto planificó un fallido alzamiento militar que –asegura– estuvo increíblemente cerca de derrocar a Maduro.

Sin embargo, ahora se encuentra en Washington en busca de apoyo del “imperio” estadounidense para vengarse de su antiguo jefe.

El general dijo que su actitud es similar a la del soldado que iza la bandera al revés, como una señal de auxilio universal. Mi misión es buscar auxilio para que me ayuden a liberar a mi país de la desgracia que está viviendo”.

Figuera se reunió el martes con el enviado especial estadounidense para Venezuela, Elliott Abrams. Sin embargo, no se sabe a ciencia cierta si el general Cristopher Figuera aún ejerce influencia dentro de la estructura gubernamental y si puede reunir evidencias para sustentar sus denuncias.

Manuel Cristopher Figuera comentó los detalles de lo que describió como órdenes directas de Maduro para cometer abusos, incluyendo detenciones arbitrarias y siembra de evidencias para inculpar a opositores.

Figuera ejerció primero el cargo de subdirector de la Dirección de Contrainteligencia Militar (DGCIM) y luego el de director del temido Servicio de Inteligencia Bolivariana (SEBIN). Decidió permanecer junto a Maduro mientras la situación en Venezuela seguía deteriorándose.

Confesó haber presenciado y jugado un papel en la consumación de abusos, tales como constatar indicios muy probables de torturas practicadas por terceros a varios prisioneros y no haber evitado la detención de Luis Carlos Díaz, un prominente periodista.

Relató que la orden más arbitraria que recibió fue la de perturbar el entorno íntimo de Juan Guaidó para quebrar la moral del líder opositor.

Señaló que Maduro quería arrestar a la madre de Guaidó, pero Figuera le comentó que la señora padecía cáncer. Por ello, pensaron en Roberto Marrero, un estrecho colaborador de Guaidó arrestado desde marzo por presuntamente encabezar una “célula terrorista” dedicada a perpetrar asesinatos.

Figuera le preguntó a Maduro: “¿Qué hago para meterlo preso?”. Maduro le respondió lo siguiente: Me dijo: ‘Eso no es mi problema. Mételo preso, siémbrale armas. Ve qué haces’”.

El general expresó que sugirió pedirle armas al ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, pero Maduro le ordenó acudir a otro general.

“Así se hizo. Se armó un equipo multidisciplinario; (ese general) sembró las armas, facilitó ese procedimiento y desde la dirección del SEBIN, se hizo la aprehensión”.

Figuera asume su “corresponsabilidad” en el arresto de Marrero y otras detenciones arbitrarias, motivo por el cual  espera algún día comparecer como testigo ante la Corte Penal Internacional, que mantiene una investigación preliminar sobre presuntos crímenes de lesa humanidad perpetrados por el gobierno de Maduro, denunciados por varios países latinoamericanos, Francia y Canadá.

Aseguró que nunca ordenó o participó en actos de tortura, aun cuando otros organismos de seguridad le requerían ocasionalmente recibir detenidos prominentes que habían recibido golpizas.

“Durante los seis meses que estuve al frente del SEBIN, mejoré las condiciones de reclusión en el Helicoide donde permanecen opositores de renombre y los prisioneros tienen más acceso a abogados y médicos”, recordó Figuera.

Indicó que en diciembre de 2018 liberó a cerca de 70 personas que permanecían retenidas debido a que las boletas de excarcelación se incumplían, a veces durante más de un año, a cambio de cuantiosas sumas de dinero.

“Antes de mi llegada, eso era un centro de extorsión y secuestro”, indicó. “Traté de cambiarlo, pero es una cultura que no es fácil”.

Reconoció haber seguido fielmente instrucciones de espiar –en persona, vía telefónica o electrónica– a cerca de 40 opositores, y de rendirle informes a Maduro cada dos horas sobre sus movimientos.

En relación con la presencia de cubanos en Venezuela, precisó que la oposición no tiene la información adecuada. “Ellos tienen un estigma y un rechazo hacia los cubanos”.

Recordó la propuesto que le hizo a Maduro de hacer un cambio de rumbo y de designar, por ejemplo, un nuevo Consejo Nacional Electoral y convocar elecciones anticipadas con el argumento de que habría sido un repliegue estratégico para retomar la iniciativa ante la creciente presión internacional.

La sugerencia de Figuera no tuvo acogida, por lo que decidió, con la ayuda de un empresario venezolano afincado en Miami, planificar un plan de salida para Maduro junto a Padrino López y a Maikel Moreno, presidente del Tribunal Supremo de Justicia.

Figuera está consicente de que es corresponsable de muchas cosas, “pero no podía agarrar y pegarle un tiro al tipo. No podía victimizarlo. Sigo siendo un soldado, más allá de que Maduro haya hecho un acto arbitrario de degradarme y botarme de la Fuerza Armada. Me siento orgulloso de lo que yo soy, un soldado, un patriota que está luchando por la libertad de mi pueblo”.

Reveló que mantiene contacto con altos funcionarios, como generales, viceministros y directores de entes públicos que detestan a Maduro pero tienen miedo de actuar. “La Operación Libertad de Guaidó aún está en curso y  planeo regresar pronto a Venezuela. En muchas maneras, sigo siendo el director de contrainteligencia”, finalizó.

Con información de: ElNuevoHerald

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