Militares venezolanos que apoyaron a Guaidó y escaparon a EEUU están presos por ICE

El mayor Hugo Parra Martínez  se entregó al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE) en el Puente Internacional número II de la ciudad mexicana de Nuevo Laredo, el pasado 11 de abril, y aún no le programan una cita para ver a un juez de inmigración.

Redacción MiamiDiario

Después de más de 8 meses que se entregó a los funcionarios de ICE, y estar preso sin saber que ocurrirá, el mayor Hugo Parra Martínez vive preocupado ya que si lo deportan a Venezuela su vida corre peligro porque apoyó públicamente a Juan Guaidó -como presidente encargado- y además fue uno de los militares que organizó la ‘Operación Libertad’ cuyo objetivo era que el país caribeño volviera a ser democrático, destacó telemundo.com en una entrevista que le hizo sobre su actual situación.

Desde el 11 de abril, además de seguir detenido por ICE, lo ha cambiado de centro de detención dos veces, le ha negado dos peticiones para salir bajo fianza y no le ha programado una cita para ver a un juez de inmigración.

Parra Martínez se encuentra en  encarcelado en Winn Correctional Center de Louisiana, junto a miles de inmigrantes que esperan allí a que se resuelva su solicitud de asilo.

El mayor comentó a  telemundo.com, “Caí en un saco y estoy en el fondo. Perdí todo: mi familia, mi casa. Lo que hice no valió nada. No veo una salida“. Ya no encuentra a quien solicitarle que interceda por su situación.

El oficial de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) aseguró, “Aquí dentro solo me acompañan la biblia y Dios, a quien le imploro todos los días para que me ayude a salir pronto“.

Parra es uno de los más de 100 militares venezolanos que apoyaron a Juan Guaidó y desobedecieron al régimen de Nicolás Maduro cuando el diputado opositor comenzó la’Operación Libertad’ y prometió sacar a Venezuela de la crisis, e indicó una ruta: cese de la usurpación, un gobierno de transición y elecciones libres.

El diputado ahora es reconocido por más de 60 países como presidente encargado de Venezuela, el 30 de abril hizo un llamado a los militares para que se pusieran “del lado correcto de la historia” y les prometió “amnistía y garantías”. Pero el intento que hicieron no logró sacar a Nicolás Maduro del poder.

Cabe destacar que la administración de Donald Trump fue la primera en reconocer y apoyar a Guaidó y además también fue el primer país que se refirió al régimen de Maduro como una dictadura.Igualmente reconoce que existe una crisis política y humanitaria, pero a pesar de estas contribuciones sigue deteniendo y deportando venezolanos, además no quiere aprobar un Estatus de Protección Temporal (TPS).

La mayoría de los militares que se alzaron contra la dictadura de Nicolás Maduro se han huido de Venezuela ya que se conocen casos de torturas e incluso el fallecimiento de castrenses en manos de funcionarios del régimen en Venezuela, muchos viven en calidad de refugiados en España y América Latina.

Unos pocos decidieron ir a Estados Unidos porque siempre ha respaldado a Guaidó y sus decisiones. Pero después de ocho meses, el militar se siente abandonado por el presidente encargado de Venezuela, ya que también aseguró que los protegería.

Alternativas: Colombia

El sábado 23 de febrero de 2019 fue un día que marcó el destino de decenas de militares como Parra.

Ese fue el día que Guaidó cruzó por el Puente Internacional de Tienditas, ubicado en el estado Táchira, hacia la ciudad colombiana de Cúcuta.

En ese lugar decenas de voluntarios esperaban pasar hacia Venezuela unas 600 toneladas de ayuda humanitaria, almacenada en varios contenedores. Maduro rechazó la ayuda y dijo que esa colaboración internacional era un  “caballo de Troya” para sacarlo del poder.

Ese sábado -aproximadamente-  1.200 efectivos militares decidieron apoyar a Guaidó y con eso sellarían su pase hacia el exilio.

Los soldados con quienes he hablado han respondido a su deseo de vida y futuro para sus hijos que el Usurpador no les garantiza.

Soldado venezolano, el mensaje es claro: haz lo que te manda la Constitución. Habrá amnistía y garantías para quienes se pongan del lado del pueblo. pic.twitter.com/pvbbVbXWFt

— Juan Guaidó (@jguaido) February 23, 2019

Uno de los primeros fue el mayor Hugo Parra Martínez, el de mayor rango. El video de su encuentro con Guaidó le dio la vuelta al mundo. Las expectativas eran altas.

#AHORA “Reconozco a nuestro presidente, ingeniero @jguaido y estaré en lucha con el pueblo venezolano” afirmó a @heiderlogatto de la #VOA el Mayor del ejército venezolano Hugo Parra Martínez tras desertar, el anuncio fue hecho en el puente de #Tienditas en #Colombia pic.twitter.com/GuIE0kf2f7

— Voz de América (@VozdeAmerica) February 23, 2019

Parra Martínez recordó que ese día “Había mucha esperanza”, no obstante,  “no hubo el apoyo necesario de Guaidó y su gente para aniquilar al gobierno de Maduro. Él tuvo que haber sido más contundente, más radical”.

Tratando de pasar la ayuda una horda de chavistas se opusieron a que entrara la ayuda humanitaria, además la operación fracasó.

Con miedo de volver a Venezuela ya que seguramente serán perseguidos y encarcelados por la dictadura los militares se entregaron en Colombia, donde fueron albergados por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Parra Martínez comenta que primero se quedaron en una casa parroquial y luego en el hotel Acora de Cúcuta, agregó que sus compañeros y él recibieron amenazas de muerte y fueron atacados con un carro bomba por los  grupos armados de Madulo llamados, ‘colectivos’.

Luego de su paso por Colombia, se fue en avión con el primer teniente Erick Molina a México, en ese país fue donde decidieron entregarse al gobierno de Estados Unidos.

Odisea en EEUU

Estuvo dos meses en el Rio Grande Detention Center (Laredo, Texas), luego lo cambiaron al Tallahatchie County Correctional Facility (Mississippi), en julio lo trasladaron a la cárcel de Winn.

La embajada de Venezuela en Washington le asignó un abogado pro-bono, pero decidieron que no seguirían trabajando en su caso porque Parra no veía resultado, además el jurista le dijo que llevaba su caso durante su tiempo libre.

Desde ese momento Parra está sin abogado en un estado donde las autoridades otorgan muy pocos asilos políticos.

Así lo corrobora la abogada de inmigración Lorena Pérez, quien afirmó, “De unos 40 casos que he atendido en los últimos meses en este estado, a ninguno le han otorgado el asilo. Y no conozco a nadie en un centro de Louisiana a quien se lo hayan dado”.

La jurista manifiesta que el gobierno estadounidense deja pasar mucho tiempo para responderle a los inmigrantes para que se desilusionen y pidan ser devueltos a sus países.

Se conoció que Noticias Telemundo investiga confirmó que el número de expediente de Parra no figura en el registro de las cortes de inmigración, lo que puede significar que luego de ocho meses detenido su caso ni siquiera haya comenzado a ser procesado en el sistema.

Erick Molina pasó otros tres meses detenido y le fue concedido el parole con fianza. Ahora espera en Austin, Texas, por una respuesta sobre su caso de asilo político, pero en libertad.

La exmayor Raynell Martínez, otra militar retirada de la Fuerza Aérea Venezolana que entró a EE.UU. en 2014 bajo condiciones similares, los ha ayudado a ambos desde que llegaron a México. A Molina lo ayudó a conseguir el dinero para la fianza a través de donaciones. Por Parra ha podido hacer menos.

Martínez declaró, “Se han hecho todas las diligencias para que el embajador de Guaidó en EE.UU., Carlos Vecchio, apoye a Parra con un abogado, pero nada ha sucedido“.

Para ex militares venezolanos exiliado como José A. Colina,  exteniente de la Guardia Nacional Bolivariana de Venezuela y presidente del grupo Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex), el dejar a estos militares en el olvido y con poca o ninguna protección podría alejar a potenciales aliados dentro y fuera del territorio venezolano y desalentar a otros militares para futuros alzamientos.

Colina aseveró,”Si este gobierno reconoce que en Venezuela hay violación de los derechos humanos, que hay una dictadura que oprime al pueblo y que la gente está muriendo, entonces a los venezolanos que llegan aquí les deberían dar algún tipo de protección“.

Colina cuestiona que senadores, congresistas y otros funcionarios de los Estados Unidos critiquen al gobierno de Maduro, pero no tomen suficientes medidas para proteger a quienes huyen de él porque temen por su vida.

El ex militar indicó que ha solicitado en diversas oportunidades a Guaidó y al Departamento de Estado que intercedan por una decena de militares en la misma situación que Parra y Molina, pero que no ha habido respuesta.

El gobierno de EE.UU. –dice este exteniente– se demora más con los casos de militares porque les toma tiempo determinar que en realidad son perseguidos políticos que apoyaron a la oposición y son agentes chavistas que buscan beneficios migratorios o vienen como espías de Maduro.

Noticias Telemundo investiga se comunicó con el Departamento de Estado para obtener comentarios sobre los casos de militares como Parra, pero rehusaron contestar.

Por su parte, el director de Asuntos Consulares de la Embajada de Venezuela en Washington, Brian Fincheltub aseveró, “Todos los días en Venezuela hay millones de emergencias y cientos de casos como este que están pasando”, destacó que los recursos de la misión diplomática de Juan Guaidó en el país son limitados, además tienen restricciones para actuar “sobre todo en temas migratorios”.

Fincheltub agregó, “Hemos hecho énfasis en esos casos (de los militares) porque reconocemos que tuvieron la valentía de hacer lo que hicieron. Sin embargo, no es una decisión nuestra que el gobierno de Estados Unidos haga el proceso más rápido o más lento”.

Fincheltub asegura que la Embajada ha hecho reclamos tanto a ICE como al DHS, pero no han obtenido respuesta, aseguró, “Estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos”.

La realidad es que Estados Unidos ha deportado a Venezuela a militares, luego de denegarle sus solicitudes de asilo político, y a pesar de haber expresado su miedo de regresar.

Por su parte, Erick Molina dice que vive con un “terror” a ser devuelto a Venezuela. Manifestó, ‘Pensamos que como Estados Unidos es aliado de Guaidó, hablarían entre ellos y nos ayudarían con el proceso migratorio”, agregó, “Pero todos los militares que pasamos a Cúcuta estamos en la nada. Flotando”.

Molina asegura que son más de 100 y que actualmente andan desperdigados por varias partes de la región: “Estoy seguro de que (Guaidó) no sabe ni quiénes son ni dónde están. Andan regados por toda América Latina: Argentina, Brasil, Perú, Chile”.

Sobre la promesa de protección y garantías del presidente interino dice que “no se cumplió en ningún momento”. “Ya él se volvió esclavo de su promesa”, asevera.

Molina piensa que luego de ver cómo se han desenvuelto las cosas, al líder opositor le será incluso más difícil lograr apoyos de los militares en un futuro, algo necesario para hacerse con el mando político en Venezuela, donde el aparato estatal se encuentra profundamente militarizado.

Por su parte, Hugo Parra indica que no se arrepiente del paso que dio el 23 de febrero, cuando le estrechó la mano a Juan Guaidó y le dijo: “Ordene, mi comandante en jefe”.

Contó que el régimen arremetió contra su familia en Caracas, su hogar y el de su madre fueron ocupados por el régimen de Maduro. Le decomisaron el único vehículo familiar. Su mamá, que se recupera de una cirugía por un cáncer, tuvo que huir a Colombia a la casa de familiares, por la inseguridad. Asimismo lo hicieron su esposa y sus hijos. Ella ya tiene empleo en ese país.

Parra manifestó que si viera a Juan Guaidó le diría que pusiera “un poco más de cariño y corazón a lo que quiere“, para que pueda “lograr sus objetivos”. Sin embargo, reitera que no se arrepiente: “Lo volvería a hacer”.

Finalizó la entrevista con la siguiente frase: ‘La libertad de Venezuela vale más que la mía. Estoy orgulloso de lo que hice. En algún momento Dios siempre recompensa al justo”.

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