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Reconocimiento facial en aeropuertos: prueba de seguridad que genera desconfianza 

Las autoridades alegan que atenta contra los derechos de privacidad.

Por Adayris Castillo
Reconocimiento facial en aeropuertos: prueba de seguridad que genera desconfianza 
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El reconocimiento facial ha sido la única tecnología capaz de identificar a una persona a través de una imágen o video de su rostro. Este mecanismo se encuentra implementado en dispositivos móviles, computadoras, sistemas de seguridad en instituciones bancarias y ahora está siendo usado en aeropuertos.

Desde 2022, la Administración de Seguridad del Transporte (TSA) comenzó a realizar pruebas de un sistema de reconocimiento para verificar la identidad de los pasajeros. El estudio se lleva a cabo en 16 aeropuertos nacionales y de esta manera los oficiales de seguridad pueden corroborar si la persona es quien dice ser.

Los puntos de control de verificación de identidad comenzaron en Baltimore y luego empezó a ser aplicada en Atlanta, Boston, Dallas y Denver. Los gerentes de capacidades también extendieron las pruebas en Detroit, Las Vegas, Los Ángeles, Miami y otras localidades.

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“Lo que estamos tratando de hacer es ayudar a determinar realmente un viajero es quien dice ser”, dijo Jason Lim, gerente de capacidades de gestión de identidad en Baltimore-Washington International Thurgood.

El sistema captura una imagen y hace la comparativa con el documento insertado en la ranura de la máquina. Foto: Referencial

¿Cómo funciona el reconocimiento facial?

La información de un pasajero se verá reflejada en una pantalla únicamente al posicionar su rostro en una de las cámaras frontales del sistema. Más allá de incrementar la seguridad, también permitirá que los procesos de verificación sean mucho más rápidos.

En la prueba piloto que se está llevando a cabo, las personas solo deben colocar su licencia de conducir en una ranura de la máquina lectora. Si no es este documento, puede ser una foto de pasaporte.

Posteriormente, las autoridades solicitan al viajero que mire fijamente a una cámara que es del tamaño de un iPad aproximadamente. Tras realizar la captura, el sistema hace una comparación entre la identificación dejada en la ranura de la máquina y la imagen que se ha tomado.

De esta manera, la máquina lectora verifica que la imagen y el portador del documento, son la misma persona. No obstante, algunos expertos aseguran que el sistema no es confiable.

Los agentes de seguridad se encuentran en las estaciones de verificación para corroborar los datos. Foto: @latimesespanol

¿Cuán segura es la verificación facial en aeropuertos?

Las autoridades aeroportuarias buscan que este sistema reemplace a los agentes de los puestos de verificación en un futuro, pero la máquina aún no genera confianza. Según un estudio realizado por el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología, son susceptibles de cometer errores.

De acuerdo a la investigación, el sistema tiene fallas para reconocer niños, ancianos, personas de color y mujeres. Por esta razón, muchos consideran que la máquina no cuenta con un sistema de seguridad real y confiable para corroborar los datos.

Actualmente, la TSA  solo ejecuta un programa piloto y este aun no posee las características necesarias para operar sin algún agente de seguridad. Pese a que muchos creen que este es otro dispositivo que puede causar problemas de privacidad y robo de identidad, Lim alegó que las imágenes no se compilan en una base de datos, por lo que cada foto e identificación se elimina.

Según el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología, el sistema presenta fallos para reconocer a personas de color, niños y ancianos. Foto: @RTurismoMx

El sistema no genera confianza

El gerente de capacidades de gestión de identidad en Baltimore, aclaró que hay un letrero que alerta a los pasajeros de la prueba y estos deciden si quieren o no participar. Sin embargo, en una carta enviada a la TSA en febrero, al menos cinco senadores pidieron la suspensión del programa.

Estos expusieron que el aumento de la vigilancia por parte del gobierno, representa un riesgo para las libertades civiles y los derechos de privacidad.

Por su parte, Meg Foster, que forma parte del Centro de Privacidad y Tecnología de la Universidad de Georgetown, mencionó para ABC que estas herramientas son preocupantes. La investigadora dijo que el simple hecho que piratas informáticos encuentren formas de entrar a los sistemas, es un grave riesgo.

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