Florida, Venezuela

Rolls-Royce de Raúl Gorrín es el centro de disputa entre los fiscales federales de Miami

Cada vez que el magnate de los medios venezolanos Raúl Gorrín volaba a Miami – antes de ser acusado por los federales de robar miles de millones de su propio gobierno – se quedaba en su finca frente al mar en Cocoplum y se iba por la ciudad en su Rolls-Royce Phantom Drophead Coupe. Por […]

Por Allan Brito
Rolls-Royce de Raúl Gorrín es el centro de disputa entre los fiscales federales de Miami
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Cada vez que el magnate de los medios venezolanos Raúl Gorrín volaba a Miami – antes de ser acusado por los federales de robar miles de millones de su propio gobierno – se quedaba en su finca frente al mar en Cocoplum y se iba por la ciudad en su Rolls-Royce Phantom Drophead Coupe.

Por Redacción Miami Diario

Ahora los fiscales federales quieren incautar ambos – la casa de 6.000 pies cuadrados, que había estado en el mercado por 8 millones de dólares, y el Rolls convertible de 200.000 dólares – junto con otras 20 propiedades inmobiliarias por valor de decenas de millones de dólares en el área de Miami y Manhattan.

Mientras que un caso criminal que busca confiscar el vasto portafolio de bienes raíces de Gorrín es bastante sencillo – después de todo, las casas, condominios y apartamentos no pueden ir a ninguna parte – un caso civil relacionado que apunta a su Rolls-Royce ha estado lleno de giros y vueltas.

Gorrín, que visitó Miami por última vez en noviembre de 2017, fue acusado al año siguiente de sobornar al tesorero nacional de Venezuela, Alejandro Andrade, para tener acceso al sistema cambiario favorable del gobierno durante las administraciones del difunto presidente venezolano, Hugo Chávez, y su sucesor, Nicolás Maduro, según una acusación federal. El esquema, alimentado por los ingresos petroleros de Venezuela, produjo miles de millones de dólares en ganancias mal habidas para el magnate de la red de televisión, quien transfirió el dinero contaminado a cuentas bancarias en Suiza, el sur de la Florida y Nueva York para él y para Andrade, según la acusación federal.

Andrade se declaró culpable en el caso de corrupción y blanqueo de dinero, fue condenado a 10 años de prisión y pagó unos 300 millones de dólares en efectivo y otros activos al gobierno de los Estados Unidos, pero Gorrín ha sido designado fugitivo.

Luego, en septiembre pasado, los fiscales demandaron cuatro vehículos de lujo que pertenecían a Gorrín en un caso civil relacionado: el Rolls-Royce 2012, un Ferrari FF 2016, un Porsche 911 Turbo Coupe 2017 y un Maserati Quattroporte 2014. El propio Gorrín no fue demandado. El Juez de Distrito de los EE.UU. Robert Scola concedió una orden de arresto para sus coches de gama alta.

Todos, excepto el Rolls-Royce, resultaron ser escurridizos.

Poco después de que su caso criminal se hiciera público a finales de 2018, Gorrín obtuvo una “falsa” licencia de conducir de Florida a su nombre para adquirir duplicados de los certificados de propiedad del Rolls-Royce, Porsche y Maserati, según una demanda civil federal. Sus solicitudes indicaban que los títulos originales se habían perdido.

En el caso del Ferrari, no había ninguna licencia de conducir archivada, pero la solicitud de un duplicado del certificado de título también decía que el original se había “perdido” y estaba firmado “RG”, supuestamente por “Raúl A. Gorrin”, según la demanda.

Pero los agentes de Investigaciones de Seguridad Nacional se enteraron de que la licencia de conducir de Gorrín en Florida “no existía”, según la denuncia. Los agentes revisaron la base de datos de vehículos y licencias de conducir del estado y encontraron que “no se ha expedido ninguna licencia de conducir de Florida a Gorrín”. Además, la foto de la licencia no coincidía con la identidad de Gorrín.

Los agentes de HSI encontraron que Gorrín había usado inicialmente una licencia de conducir venezolana para comprar los cuatro vehículos.

Fuente: Miami Herald

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