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Super Bowl, mejores y peores shows del medio tiempo

Los espectáculos de medio tiempo han existido desde el primer Superbowl. En principio era un espacio destinado para bandas locales y poco a poco fue convirtiéndose en una plataforma para grandes estrellas internacionales. Sin embargo, cobraron mayor relevancia desde la actuación de Michael Jackson en el Superbowl XXVII en 1993. Por Redacción Miami Diario La razón de poner […]

Por Allan Brito
Super Bowl, mejores y peores shows del medio tiempo
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Los espectáculos de medio tiempo han existido desde el primer Superbowl. En principio era un espacio destinado para bandas locales y poco a poco fue convirtiéndose en una plataforma para grandes estrellas internacionales. Sin embargo, cobraron mayor relevancia desde la actuación de Michael Jackson en el Superbowl XXVII en 1993.

Por Redacción Miami Diario

La razón de poner al “Rey del Pop” fue cuestión de intereses comerciales, pues la NFL detectó una gran pérdida de televidentes durante el medio tiempo, de esa manera buscaron retener la atención de los espectadores y les funcionó. A partir de entonces, las ediciones posteriores contaron con diferentes artistas de talla internacional.

Por fortuna, han sido más los buenos espectáculos que los malos, de cualquier forma, a continuación te recordamos algunos de los mejores y los peores.

 

Actuaciones sorprendentes

Ella Fitzgerald. Abre esta lista por ser la primera artista de reconocimiento mundial que actuó en el Halftime del Super Bowl, en 1972.

New Kids On The Block. El Super Bowl comenzó la década del noventa con artistas muy populares y bien dirigidos al público adolescente. En la cima de su éxito el grupo juvenil apareció con su tema “Step By Step”, en medio de una escenografía del mundo de Disney y rodeado de niños (aunque no tantos como los del show de Michael Jackson).

Indiana Jones. La gran final del football también se utilizó para promocionar películas. A pura coreografía, en la edición de 1995 se presentó uno de los episodios de la saga Indiana Jones, con las actuaciones de Patti Labelle, Marion Ravenwood, Teddy Pendergrass, Tony Bennett, el trompetista Arturo Sandoval, la Miami Sound Machine y varios centenares de bailarines y extras que evocaron escenas de la película.

The Blues Brothers. Los noventa sin duda fueron años para hacer innovaciones en el Super Bowl. Primero artistas pop para el público infantil y adolescente, luego promociones de películas y más tarde homenajes, como la de los Blues Brothers, que es una versión “Bash” evocaron a la banda de John Belushi y la película de John Landis. No fue una actuación destacada en absoluto, pero tenía su carga emotiva. A quince años de la muerte de John Belushi en esa actuación participaron el integrante original Dan Aykroyd, el hermano menor de John, James Belushi, y John Goodman, quien tres años después protagonizaría The Blues Brothers 2000, también con dirección de Landis. En esa noche de entretiempo además participaron ZZ Top y James Brown.

U2. Muchos de estos espectáculos tienen un leitmotiv. El del 3 de septiembre de 2002 fue un tributo a las víctimas del atentando a las Torres Gemelas, que había ocurrido el 11 de septiembre del año anterior. El grupo U2 fue el encargado de ese homenaje: durante la introducción de “Where The Streets Have No Name” se vio en la pantalla los nombres de todos los fallecidos durante el ataque.

Rolling Stones. En 2006, la banda de Jagger, Richards, Watts y Wood reivindicaron su vigencia ante un público de varias generaciones con un show de mediotiempo totalmente atípico. Solo tocaron tres canciones y su miniconcierto no se diferenció de cualquier tramo de un show de sus giras.

Prince. El aggiornamiento visual también incluyó a los escenarios, que con el paso de los años tomaron distintas formas, incluso muy parecidas a los de los conciertos que los músicos de rock suelen dar en ese tipo de espacios. El escenario de U2, que rindió tributo a las víctimas del atentado del 11-S tuvo forma de corazón. El de los Rolling Stones, la lengua que identifica a la banda. El de Prince, en 2007, se diseñó con el símbolo con el que el genio de Minneapolis solía presentarse. Su show (y especialmente el final, cuando interpretó “Purple Rain”) es uno de los momentos más memorables en la historia del Halftime Show del Super Bowl.

Madonna. En lo que va de este último lustro, la apuesta fue a shows cada vez más sorprendentes. De alguna manera, Madonna inauguró esa tendencia en 2012, con un espectáculo que durante sus 13 minutos de duración mostró una puesta en escena diferente para cada canción. En muchas se la vio con invitados especiales. “Vogue”, “Music” / “Party Rock Anthem” / “Sexy and I Know It” (con LMFAO), “Give Me All Your Luvin” (con Nicki Minaj y M.I.A.), “Open Your Heart” / “Express Yourself” y “Like a Prayer” (con Cee Lo Green).

Katy Perry o Lady Gaga. La decisión está en el gusto personal, porque las dos dieron shows realmente impresionantes en apenas 12 minutos. Perry, en 2015, apareció cabalgando una leona de metal, gigante como un caballo de Troya, y se despidió volando sobre el público, luego de varios cambios de vestuario y de temas interpretados junto a Lenny Kravitz y Missy Elliott. Lady Gaga, dos años después, dio el espectáculo de Halftime más visto en la historia del Super Bowl.

Algo que puede salir mal

En 2004, Justin Timberlake fue uno de los dos protagonistas del “nipplegate” cuando le arrancó un bretel del vestido a Janet Jackson, al finalizar el show que compartían en el Super Bowl, y la dejó haciendo un “medio topless” frente a todo el público que colmó el estadio y a los más de 100 millones de espectadores que lo vieron por televisión. Estaban cantando el tema “Rock Your Body” en el show del entretiempo y el muchacho quiso ser lo más literal posible con los dos últimos versos de la canción. “Let’s make a bet, cause I bet I’ll have you naked by the end of this song” (“Hagamos una apuesta porque yo apuesto a que te tendré desnuda al final de esta canción”).

Catorce años después de aquel incidente tuvo su revancha. En 2018 volvió a animar otra final deportiva, esa vez sin incidentes. Fue la tercera actuación en esta gran fiesta del fútbol americano: la primera había sido en 2001, cuando todavía integraba el grupo N’SYNC.

El Super Bowl es el evento televisivo más importante de los Estados Unidos y, por cuestiones económicas, quizá de todo el mundo. Con una transmisión que a veces supera los 110 millones de televidentes, las pautas publicitarias suelen ser millonarias. Los minutos finales de los partidos son los que elevan las cifras de recaudación y de audiencia muy por encima de su promedio pero hubo años en los que los shows del entretiempo, con estrellas del rock y el pop, han superado en audiencia, durante sus 12 minutos de duración, a los momentos más vibrantes de un partido.

El Super Bowl es un ritual de 54 años. Por allí han pasado muchos artistas. Pero los expertos dicen que hubo un antes y un después de la actuación de Michael Jackson , el 31 de enero de 1993. El rey del pop subió al escenario a caballo de sus grandes éxitos y fue acompañado por 3500 niños: como se puede ver, todo es grandilocuencia en esta fiesta del deporte, desde el segundo de publicidad hasta la cantidad de gente en torno a un escenario. A la distancia, y después de todo lo que se conoció de la vida privada del astro -especialmente en lo referido a casos de abuso- el recuerdo de este halftime show seguramente quede un poco desdibujado.

Fuente: La Nación

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