Es conocido que el running tiene efectos positivos en la salud de las personas: cuerpos más delgados y en forma, mejoras en el sistema cardiovascular y mayor fuerza y agilidad, entre otros.
Por redacción MiamiDiario
Sin embargo, lo que no siempre aclaran los médicos es que correr de manera habitual (al menos 30 minutos, más de tres veces por semana) también repercute de buena manera en la vida sexual.
Mejora la confianza
El running te hace más fuerte, resistente y saludable. Eso, sin dudas, repercute también a nivel psicológico y emocional. La autoestima crece aún más cuando practicás el deporte de manera regular y vas viendo los frutos: correr más kilómetros, más tiempo, terminar una carrera o vencer una distancia que pensabas inalcanzable. Ese amor propio también se percibe en tu vida cotidiana, sobre todo en la cama.
Te agitás menos
Personas sedentarias y fuera de estado físico pueden llegar a padecer los encuentros sexuales. Luego de algunos minutos, las pulsaciones se elevan demasiado, aumenta la temperatura corporal y todo empieza a molestar. Para un corredor habitual, que está en buena forma, el acto sexual significa una exigencia física menor. Si podés correr una hora sin parar, los encuentros íntimos serán algo más “fácil”.
Mayor variedad
Algunas posiciones sexuales presentan una exigencia física elevada que puede ser desafiante para muchas personas. Sin embargo, para quienes corren y tienen piernas más fuertes, resistentes, y todos sus músculos entrenados, es mucho más fácil agregar variedad a tus relaciones sexuales. Eso sin dudas será un plus para el disfrute de ambos.
Más predispuestos
Está demostrado que el running ayudar a liberar el estrés acumulado durante la jornada laboral. Mientras corremos, el organismo produce una serie de hormonas entre las que se encuentran las endorfinas, lo que nos provoca sentirnos en un estado pleno de euforia o placer. Por ello, al terminar la rutina de entrenamiento puede ser un buen momento para ponerse cariñoso con la pareja.
Menos impotencia para ellos
La disfunción eréctil es una enfermedad frecuente que si no se trata puede llegar a afectar a las relaciones con la pareja, la familia, el entorno laboral y social. En un estudio de 2003 de la Universidad de Harvard encontró que los hombres mayores de 50 años que ejercitan al menos tres horas a la semana tienen un riesgo 30% menor de la impotencia de los que lo hacen poco o ningún ejercicio.
Fuente: La Gaceta
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