Consejos para practicar sexo en la ducha, el mar o la piscina

Si estás leyendo esta nota es porque estás considerando la idea de inyectarle emoción a tu relación amorosa, con tener sexo en la playa, una piscina o, de manera más privada, en la ducha. Ese momento perfecto que vemos en series o películas podría convertirse en la peor experiencia si no sigues algunas recomendaciones.

En esta época de verano, las parejas se ponen más creativas al visitar las playas y se dejan llevar por la pasión en estos espacios públicos. Sin embargo, debes saber que hay muchos países del mundo donde tener intimidad en lugares abiertos es considerado exhibicionismo y, por lo tanto, es considerado un delito.

Aún así, esta posibilidad de ser descubiertos a veces le añade más placer y adrenalina al encuentro y la fantasía en tu cabeza te empuja a que te arriesgues. Si ya venciste el miedo a ser visto, otra de las cuestiones que debes tener en cuenta es que el agua no es el mejor conductor de lubricación.

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La recomendación que ofrecen los sexólogos es utilizar un lubricante a base de silicona. Al no disolverse en el agua puede ofrecer una mejor sensación y es más duradero, reseña el portal El Mundo.

Consejos para tener sexo en el agua

– El agua y la humedad promueven la proliferación de hongos, más aún si es una piscina pública de la que desconocemos sus procesos de esterilización. De allí que al terminar la penetración se aconseja orinar y limpiarse bien.

– Si estás en la playa, puedes resultar víctima de maleantes que en un descuido se lleven tu ropa y termines completamente indefenso. Por lo que debes tratar de dejar tus objetos lo más cerca de ti posible.

– Si tienes sexo de la playa, podrías tener visitantes indeseados de los que no te percates por estar “ocupado”. Alguna medusa o un tiburón curioso pueden aprovecharse del momento, así que debes estar alerta.

– También está la posibilidad de que la arena o el cloro de la piscina irriten tus genitales debido a la fricción de la penetración. Es recomendable aplicar cremas humectantes especiales para la zona delicada.

– El agua no evita embarazos ni impide la transmisión de enfermedades por lo que es importante que uses protección. Eso sí, coloca el preservativo antes de entrar al agua, pues una vez que estés adentro será imposible.

– En la ducha, no inventes con posiciones muy complejas. En estos espacios se corre más riesgo de un resbalón y generar golpes innecesario.

Entonces, ¿Dónde es mejor hacerlo?

Solo la pareja sabe dónde es mejor, lo importante es que ambos se sientan cómodos, pues la idea es disfrutarlo, sin presionar al otro. Si no pruebas todas las posibilidades no sabrás cuál es el lugar más conveniente. Todo depende de qué tanto quieres arriesgarte y vivir nuevas experiencias.

Hay quienes prefieren calentarse dentro del agua y luego buscar un lugar más íntimo. Otros prueban con jacuzzis y se valen de la presión del agua para estimular algunas partes sensibles. Aquí la creatividad puede dar para todo.

El sexo en el agua puede llegar a ser placentero y divertido, solo debes seguir estos consejos para que sea más satisfactorio y sobre todo seguro.