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Mariela González Tovar: Epilepsia Gelástica ¿Ficción o realidad?

La epilepsia gelástica es considerada una crisis epiléptica poco frecuente, que se caracteriza por la manifestación de risa que puede ser catalogada como inapropiada. Esta risa ocurre sin una razón obvia y es incontrolable; sin embargo, suele dispararse tras la existencia de estados de estrés crónico o en momentos de tensión súbita. Por Mariela González Tovar PhD […]

Por Allan Brito
Mariela González Tovar: Epilepsia Gelástica  ¿Ficción o realidad?
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La epilepsia gelástica es considerada una crisis epiléptica poco frecuente, que se caracteriza por la manifestación de risa que puede ser catalogada como inapropiada. Esta risa ocurre sin una razón obvia y es incontrolable; sin embargo, suele dispararse tras la existencia de estados de estrés crónico o en momentos de tensión súbita.

Por Mariela González Tovar PhD

La primera vez que se utilizó el término de epilepsia gelástica fue en 1957, cuando los científicos David Daly y Donald Mulder publicaron un estudio donde describían esta patología, en la revista científica Neurology. A pesar de esto, es muy probable que las convulsiones gelasticas ya fueran reconocidas previamente dado que el término “ataque gelastico” fue usado en 1898 por el neurólogo, neuropatólogo y epileptólogo francés Charles Féré.

Este síndrome generalmente se manifiesta antes de que los niños alcancen la edad de tres o cuatro años. Tiene una baja incidencia y ocurre en 1 o 2 de cada 1.000 niños; asimismo es ligeramente más común en niños que en niñas.

Las causas de este trastorno son muy diversas, hay quienes plantean que puede ser provocado por una adolescencia precoz, crisis o traumas durante la infancia. No obstante, otros señalan que su causa es la presencia de tumores, atrofia, lesiones en el lóbulo temporal, entre otras. Pese a esto, la mayoría de los casos tiene su origen en un hamartoma hipotalámico, que es una malformación congénita en el hipotálamo.

Según su complejidad, la epilepsia gelástica puede provocar: problemas de aprendizaje, alteraciones en la función cognitiva, retraso intelectual leve, problemas graves de conducta u otros tipos de crisis convulsivas.

Síntomas:

  1. El principal signo de una convulsión gelástica es un estallido repentino de risa o llanto sin causa aparente. La risa puede sonar desagradable y sarcástica más que alegre. Este estallido, generalmente dura menos de un minuto.
  2. Durante o poco después de esta crisis, la persona puede mostrar algunos movimientos nerviosos extraños, sacudidas de los labios, inquietud en su comportamiento y la presencia de murmullos.
  3. Las convulsiones gelásticas pueden manifestarse junto con otro tipo de convulsiones: (a) convulsiones tónico-clónicas, caracterizadas por rigidez en todo el cuerpo y sacudidas de brazos y piernas; asimismo, con pérdida de la conciencia. (b) convulsiones atónicas, caracterizadas por una debilidad de todos los músculos del cuerpo.
  4. Debido a la activación temprana del eje hipotalámico-hipofisario-gonadal en niñas que sufren de convulsiones gelasticas, es común que muestren características sexuales secundarias antes de los ocho años.

Quienes sufren de esta alteración pueden durar mucho tiempo sin un diagnóstico, ya que en algunos casos se observa una risa o llanto “reales”, que se presentan con poca frecuencia.

En los bebés preverbales, un diagnóstico puede ser imposible. Es necesario tomar una larga historia con una descripción de todos los signos que llevan a la convulsión y durante la misma.

Estos episodios también se pueden confundir con trastornos conductuales y emocionales. Algunos especialistas solicitan a los padres que graben las crisis de los niños para poder tener evidencias ya que se puede confundir con otros cuadros y/ alteraciones, específicamente con casos de dificultades de atención o del trastorno del espectro autista; consecuentemente, esto puede retrasar el diagnóstico.

Asimismo, es necesario practicar un electroencefalograma para detectar anomalías en las ondas cerebrales, y un escáner cerebral para determinar la existencia o no de tumores localizados en el hipotálamo o en otras áreas cerebrales.

Las convulsiones gelásticas son difíciles de controlar. El tratamiento farmacológico incluye medicamentos que en algunos casos resultan ser efectivos para el manejo de dichas convulsiones. La cirugía es otra alternativa cuando es el caso de que la causa de la epilepsia sea un tumor en el hipotálamo. Igualmente, como intervención, los niños requieren de un apoyo psicológico y psicopedagogo para tratar no solo los problemas de aprendizaje, sino también las alteraciones conductuales y emocionales.

En muy pocos momentos las personas que padecen este tipo de epilepsia tienen controladas sus crisis, el síntoma de las convulsiones de risa no se suele controlar y se manifiesta de forma cíclica, implicando un fuerte impacto en la calidad de vida de las personas que las sufren.

Psicólogo Clínico

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