El cierre del gobierno del presidente Trump ha afectado al sur de la Florida de varias maneras visibles: las bolsas de basura se acumulan en el Parque Nacional Everglades; los envíos de productos y flores se están retrasando, porque los inspectores federales han sido suspendidos; se cerró toda una terminal en el Aeropuerto Internacional de Miami, porque no había suficientes trabajadores de la TSA para examinar a los viajeros
Por Redacción MiamiDiario
Pero el cierre también está teniendo un efecto invisible en los trabajadores locales que ahora han pasado casi un mes sin un cheque de pago.
“Para muchos de ellos, los acontecimientos traumáticos y las cosas que les han sucedido le están haciendo muy cuesta arriba la vida”, dice la Dra. Dara Bushman, psicóloga de Pembroke Pines, quien atiende a varios clientes que trabajan para el gobierno federal. “Si se toma a una persona que está trabajando arduamente para mantener a su familia, pero que no tiene recursos, se sienten como cuando tenían 10 años, sin tener comida en la mesa y tener que luchar por ello”.
Bushman conoce de cerca el problema: su esposo es un agente federal que ha sido obligado a trabajar sin paga. El hecho de poder compartir esa experiencia con los clientes la ha ayudado a conectarse con ellos de una manera muy personal.
“No deseo esto para la gente, pero no lo consigues a menos que lo estés pasando”, dice ella.
Con este cierre, ahora el más largo en la historia de los EE. UU., El impacto en la salud mental de los estadounidenses no es exagerado. Las organizaciones sin fines de lucro que dependen de la financiación del gobierno, incluidas aquellas que sirven a veteranos y nativos americanos, no pueden operar en sus niveles habituales. Los programas de bienestar en las prisiones federales también han sido detenidos. Cientos de miles de familias sufren mayor estrés, por su falta de ingresos.
Aquí en el sur de Florida, Bushman dice que los clientes le han dicho que se sienten irrespetados o abandonados. Uno la llamó en medio de un ataque de pánico, que él atribuyó a su situación laboral. “Es el cuerpo que tiene una respuesta fisiológica”, agregó la psicóloga.
Con tantos pacientes en el limbo, Bushman dice que anima a las personas a tratar de mantener un horario regular, independientemente de si están o no asistiendo al trabajo. Agrega: “cada vez tenemos más y más pacientes”.
“Estos empleados han estado tan preocupados por lo que está pasando con el permiso que no se están cuidando a sí mismos”, dice ella. “No están durmiendo, su ansiedad ha aumentado, no están haciendo ejercicio, no están comiendo adecuadamente, su agenda está en completo desorden”.
Bushman dice que intenta ayudar a los clientes a comprender que, aunque se vean afectados personalmente, el cierre no es personal.
“Es solo una circunstancia, pero no es parte de su identidad individual”, dice ella. Además agrega: “lo importante en la política es que la gente tiende a identificarse con ella y ahora la política les está fallando”.
Con información de Miami New Times
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The shutdown stories federal workers have been sending me are heartbreaking. I don’t think most people realize the human toll pic.twitter.com/D7vdNMr1WH
— Ken Klippenstein (@kenklippenstein) January 18, 2019
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