Si sientes que todos los días son lunes cuando tienes que trabajar, algo podría esta pasando. Esa sensación de apatía, disconformidad, irritabilidad e impaciencia tiene una explicación más allá del cansancio: se llama burnout.
Este término describe al estrés relacionado con el trabajo o desgaste laboral. Se conoce también como el síndrome del “trabajador quemado” e implica consecuencias físicas y psicológicas graves, si no se atiende a tiempo.
El burnout se manifiesta como un estado de agotamiento físico, emocional y mental vinculado con el entorno laboral. Puede confundirse con cansancio o pereza, pero es mucho más complejo.
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De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció el burnout como enfermedad en 2019. Además, este padecimiento se incluyó en la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud Conexos el 1 de enero de 2022.
¿Cuáles son los síntomas del burnout?
Para la OMS los tres principales síntomas del burnout son:
1. Sensación de cansancio o agotamiento de la energía
2. Aumento del desapego, negativismo y cinismo hacia el trabajo
3. Reducción de la eficacia profesional
La Clínica Mayo recomienda hacerse algunas preguntas, para determinar el grado de estrés y desgaste laboral que se está padeciendo. Cuestionamientos como: ¿Te has vuelto cínico o crítico en el trabajo?, ¿Te arrastras al trabajo y tienes problemas para empezar?, ¿Te has vuelto irritable o impaciente con tus compañeros de trabajo, jefes o clientes?
¿Te falta energía para tener una productividad constante?, ¿Te resulta difícil concentrarte?, ¿Tus logros no te dan satisfacción? o ¿Te sientes desilusionado con tu trabajo? Si se responde afirmativamente al menos a una, se recomienda consultar a un experto.
¿Qué factores causan el burnout?
El agotamiento laboral puede surgir de la falta de control de las labores cotidianas, expectativas laborales poco claras, ambiente tóxico en el lugar de trabajo y desequilibrio entre el trabajo y la vida privada.
Además de llevar mucha carga y responsabilidad laboral, trabajar demasiadas horas, tener una profesión de ayuda, como médicos o enfermeros, y desempeñarse en tareas que no son compatibles con los intereses o vocación de cada persona.
¿Cómo manejar el burnout para no quemarse en el trabajo?
Lo ideal sería poder cambiar de ambiente o de trabajo. Sin embargo, como esas opciones no son una posibilidad para muchos, los expertos indican que se puede probar con una actividad relajante, como yoga o meditación.
Hacer ejercicio es otra opción o intentar dormir y descansar todo el tiempo que sea posible. Si el trabajador tiene acceso a un servicio de Salud Laboral podría buscar ayuda, sino, con su médico de confianza.
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