Opinión, Vida saludable

Vida sin pan: La grasa produce enfermedad cardiaca

Derribando mitos La ciencia es un verdadero cementerio de creencias estrechamente sostenidas, que antes parecían correctas y completamente en línea con el sentido común. Ciertas ideas se afianzan tanto, que parecen leyes naturales, hasta que se demuestre que son falsas. Muchas ideas que todos creen verdaderas, hasta que posteriormente se resuelve contrario o lo verdadero. […]

Por Allan Brito
Vida sin pan: La grasa produce enfermedad cardiaca
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Derribando mitos

La ciencia es un verdadero cementerio de creencias estrechamente sostenidas, que antes parecían correctas y completamente en línea con el sentido común. Ciertas ideas se afianzan tanto, que parecen leyes naturales, hasta que se demuestre que son falsas. Muchas ideas que todos creen verdaderas, hasta que posteriormente se resuelve contrario o lo verdadero. Por ejemplo, hoy en día, muchos años han sido insuficientes y muchos aún debaten la teoría de la evolución.

Por Avilio Muñoz Albornoz MD

La historia de una de las teorías más peligrosas, jamás pensadas.

La teoría de la evolución por selección natural propuesta por Charles Darwin en El origen de las especies es una de las teorías más revolucionarias de la historia; tanto, que más de un siglo después de ser propuesta, aún suscita polémicas y arduos debates y, a pesar de su aparente simplicidad, todavía no la hemos comprendido en todas sus dimensiones. Por el contrario, el prestigioso naturalista sueco Karl Von Linneo, sostenía lo que se había pensado desde el comienzo de los tiempos (lo que ya pensaban Aristóteles, Teofrasto o Plinio): las especies han permanecido inmutables, fijas, desde siempre. No hay evolución de ningún tipo. Va a ser el primero en hablar del homo sapiens y de ubicarnos entre los demás primates.

Al hacerlo sin querer, va a inaugurar el fructífero debate acerca del origen biológico del hombre. Sin embargo, su postura fue siempre muy clara: el hombre ha sido creado a imagen y semejanza de Dios, no ha evolucionado de ninguna otra criatura previa. Nunca pensó que las similitudes entre hombres y monos, significaban la evolución desde un ancestro común.

Y así, ha sido con la grasa. Durante los últimos 80 años, se nos han dicho muchas falsedades sobre la grasa que han dado forma a lo que comemos, lo que compramos, cómo comemos, todo lo cual ha tenido enormes y desastrosas consecuencias para nuestra salud.

Todo comenzó con dos grandes ideas sobre la grasa que resultaron ser erróneas. De hecho, está mal. Estas dos ideas parecían consistentes con el sentido común. La primera fue que todas las calorías operan de la misma manera en tu cuerpo. Dado que la grasa tiene más del doble de calorías que los carbohidratos o las proteínas por gramo, la conclusión natural fue que si comes menos grasa perderías peso o viceversa. En efecto, la grasa que consumiste se convertiría en grasa en tu cuerpo. La segunda idea fue que los depósitos de colesterol graso causaban enfermedades cardíacas y las grasas en la dieta, especialmente grasa saturada, provocaban colesterol elevado, y luego esta grasa era la causa de la enfermedad cardíaca. Parece tener sentido, excepto que el cuerpo es más complejo de lo que sugiere esta conclusión simplista. En todo el mundo, se han dedicado carreras e industrias científicas a estos falsos conocimientos, basadas en los incorrectos supuestos. Una vez que las personas adoptan una cosmovisión, es muy difícil de cambiarles esta idea.

Pero los beneficios para la salud de comer más de las grasas buenas / correctas, no terminan ahí. Consumir grasa invierte la Diabetes tipo 2 y mejora el control del azúcar en la sangre para la Diabetes tipo 1 en todos los pacientes, con Diabetes y Prediabetes agrupando en este término, la hiperinsulinemia, resistencia insulínica, los cuales responden mejor con una dieta alta en grasas y baja en carbohidratos.

La diabetes tipo 2 y la prediabetes juntas afectan a 1 de cada 2 estadounidenses y 1 de cada 4 niños. Y referirnos al Alzheimer, ni se diga. Podríamos hablar como una mal llamada, acuñando el término: diabetes tipo 3. (factores inflamatorios, respuestas atróficas, solo el 5 por ciento de los casos de Alzheimer son enfermedad de “Alzheimer familiar”, una condición genética que causa el inicio temprano de la enfermedad de Alzheimer; el resto son causados por factores del estilo de vida sobre los cuales tenemos un gran control. Por lo tanto, tenemos la capacidad de mejorar o incluso revertir la mayoría de los casos de la enfermedad).

Al parecer, las dieta con alto contenido de grasas son beneficiosas para pacientes con diabetes.

Este año, 5.3 millones de estadounidenses vivirán con Alzheimer en los Estados Unidos, con aproximadamente 5.1 millones de personas mayores de 65 años. El ochenta por ciento de la diabetes tipo 2 está en el mundo en desarrollo. Ahora sabemos cómo prevenir y revertir esta epidemia global. Aunque la Asociación Americana de Diabetes y muchos médicos que siguen las pautas dietéticas, todavía recomiendan dietas altas en carbohidratos y bajas en grasas para los diabéticos. Los líderes mundiales en tratamientos y cuidados para la diabetes, están avanzando hacia una dieta alta en grasas y por supuesto baja en carbohidratos. Espero que la marea continúe.

Las revisiones exhaustivas de todas las investigaciones entre  2008 y 2017 llegaron a la conclusión de que la dieta baja en carbohidratos (escasos) y alta en grasas era la mejor prevención y tratamiento para diabetes tipo 2 (adulto). En estas revisiones, las estadísticas muestran y  documentan doce razones por las cuales estas dietas con alto contenido en grasas, son el camino a seguir, incluso para un mejor manejo de la diabetes tipo 1.

He aquí un resumen de beneficios:

1.- La restricción de los carbohidratos en la dieta y el aumento de la grasa tienen el mayor impacto en la reducción de los niveles de azúcar en la sangre.

2.- Durante las epidemias de obesidad y diabetes tipo 2, el aumento en el número de calorías consumidas se debió casi en su totalidad a los carbohidratos refinados y al azúcar, mientras que el consumo de grasas como porcentaje de nuestras calorías totales había disminuido.

3.- No es necesario perder peso para obtener los beneficios de las dietas ricas en grasas y bajas en  carbohidratos.

4.- Aunque la pérdida de peso no es necesaria, ninguna otra intervención dietética es más efectiva para perder peso, que estas dietas ricas en grasas y pobres en carbohidratos.

5.- Las personas son mucho más propensas a seguir dietas bajas en carbohidratos y altas en grasas, porque reducen el apetito y son más satisfactorias.

6.- Reemplazar los carbohidratos con proteínas es muy útil.

7.- La ingesta de grasas totales y saturadas no se correlaciona con el riesgo de enfermedad cardiovascular.

8.- Los niveles de grasa saturada en la sangre están controlados por reducción de carbohidratos en la dieta mucho más que las grasas en la dieta.

9.- El mejor factor predictivo del daño de los vasos sanguíneos pequeños es el nivel promedio de azúcar en la sangre, que se controla mejor con una dieta alta en grasas y baja en carbohidratos.

10.- La restricción de carbohidratos en la dieta y el alto consumo de grasas son la forma más efectiva de reducir los niveles de triglicéridos en la sangre y aumentar el HDL. (colesterol bueno)

11.- La mejor manera de reducir o eliminar los medicamentos y la insulina en la diabetes tipo 2 es una dieta alta en grasas y baja en carbohidratos. Y las personas con diabetes tipo 1 pueden usar menos insulina y regular un mejor nivel de azúcar en la sangre.

12.- La dieta baja en carbohidratos y alta en grasas no tiene efectos secundarios, ni es opuesta a medicamentos y/o insulina, ni aumenta los riesgos de ataques cardíacos y muerte.

Perdamos el miedo a la grasa

¿La grasa te hace inteligente, sano y feliz? Si.

¿Previene enfermedades del corazón? Si.

¿Regula tu Metabolismo ? Si

Las grasas saludables trabajan para tu cuerpo, tu cerebro, tu estado de ánimo y más.

Una recomendación final: este enfoque de una dieta baja en carbohidratos con alto contenido de grasa es tan poderoso, que debe asegurarse de tener cuidado a medida que come mejor. Necesitará menos medicamentos e insulina y su nivel de azúcar en la sangre podría disminuir, cuando cambie drásticamente su dieta. Así que tenga cuidado. Asegúrese de trabajar con su médico antes de reducir cualquier medicamento.

No le tenga miedo a las grasas, téngale miedo a los carbohidratos.


Dr. Avilio Muñoz Albornoz
Gastroenterólogo Venezolano
[email protected]

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