Invasión de pitones birmanas crece sin control al sur de Florida

La población de pitones birmanas en el sur de la Florida es un problema incontrolable. Estos especímenes se encuentran en el Parque Nacional Everglades desde 1979, por lo que se desconoce cuántos podrían existir en el área. Pero eso no es todo, estas serpientes se están movilizando hacia otras zonas, también para invadirlas.

De acuerdo a un reciente informe del Servicio Geológico de EEUU, las pitones representan un problema de gestión difícil. El organismo refiere que la erradicación de estas especies invasoras en casi imposible, y ahora se mueven hacia el norte del estado.

Condados como Broward y Palm Beach están siendo afectados así como el lago Okeechobee y Fort Myers. Se cree que el punto de partida de esta situación se generó a raíz del comercio de mascotas exóticas.

Leer más: Florida pone en marcha plan para matar pitones

El pasado 15 de marzo, dos cazadores con licencia, atraparon un total de 13 pitones birmanas en Everglades. La especie más larga medía 13 pies y medio y la más pesada era de 65 libras, según publicó Local10.

¿Por qué las pitones son un problema para Florida?

“Han  impactado severamente a las especies y ecosistemas nativos en Florida, siendo uno de los problemas de animales invasores más difíciles de resolver en todo el mundo”, expone el informe del Servicio Geológico.

El organismo detalló además que es difícil detectar estas especies ya que se encuentran en un hábitat inaccesible y resistente para ellas. No obstante, mientras se encuentran haciendo vida en estas áreas, van impactando estos ecosistemas.

Las pitones birmanas suelen ser reptiles nocturnos que evitan por completo las zonas concurridas. Aunque no es una serpiente venenosa, causan estragos en la naturaleza por tener amplio apetito y una dieta que se considera expansiva. 

Pequeños mamíferos como mapaches y zarigüeyas forman parte de sus platillos favoritos, con el paso del tiempo, estos animales podrían quedar extintos al menos en el área sur de Florida.

“En las cuatro décadas desde que se registró el primer individuo, la población de pitones ha crecido y se ha extendido. Han ido consumiendo la vida silvestre nativa y alterando la red alimentaria en los Everglades”, alerta el informe. 

¿No hay solución a futuro?

Anualmente, se lleva a cabo el Florida Python Challenge, un evento en el que se sacrifican cientos de estos reptiles. Solo en 2022,  231 serpientes murieron durante el desafío. Sin embargo, esto no es ni la cuarta parte de la población que podría existir. 

El informe destaca que aunque se han empleado infinidad de técnicas para atrapar las pitones, muchas de ellas resultan ineficientes. Las serpientes son cada vez más difíciles de detectar y pese a la respuesta rápida que se trata de dar por parte de los cazadores, es complejo y casi imposible.

“No ha habido ningún esfuerzo concertado dirigido a la supresión o erradicación de las poblaciones de pitones, incluso en áreas limitadas”, subraya el organismo. 

En este sentido, mencionaron que la erradicación probablemente sea imposible ante los desafíos de detección y la cantidad de recursos necesarios para asumir la tarea.

Sin embargo, el Servicio Geológico mencionó continuar con las investigaciones de métodos de control de pitones, rentables y eficientes.

“La supresión de la población de pitones a escala local, requerirá la coordinación estratégica de investigadores, administradores de tierras, financiamiento, divulgación pública, implementación de varias herramientas complementarias diferentes y una evaluación rigurosa de estas herramientas”, concluyó.