Israel podría clausurar escuelas de UNRWA en el este de Jerusalem

Quizás desconocidos para muchos israelíes es el hecho impactante de que, a solo 12 minutos del centro de Jerusalem en tren, existe un vecindario dentro de la jurisdicción de la ciudad donde se enseña a los niños árabes que algún día tendrán que destruir a Israel para instalar un Estado palestino.

Esta educación sobre el odio está a la vista en un nuevo video publicado a principios de este mes por el Centro para la Investigación de Políticas del Cercano Oriente titulado “UNRWA en Jerusalem: Anatomía del Caos“, que incluye imágenes perturbadoras del interior del barrio de Shuafat en Jerusalem, que sirve como un campo de refugiados palestinos bajo la jurisdicción de UNRWA, el Organismo de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos.

UNRWA fue establecida por la Asamblea General de la ONU en 1949, para apoyar a aquellos árabes que huyeron o fueron obligados a abandonar sus hogares en la Guerra de Independencia de Israel.

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David Bedein, jefe del Centro para la Investigación de Políticas del Cercano Oriente, le dijo a JNS que, como resultado del currículo educativo utilizado en las escuelas de Shuafat en UNRWA, “todos los niños están adoctrinados para que maten a los judíos“. Pero lo que es único, dice Bedein, es el hecho de que “esto está sucediendo en Israel“.

Él dice que “siempre hubo una excusa (para incitar a Israel) dentro de los campamentos de UNRWA fuera de Israel o en Gaza, pero esto es en Israel propiamente dicho“.

Añade que los funcionarios de UNRWA que dirigen Shuafat son en la actualidad representantes de la OLP, y que Hamas, la Jihad Islámica y otros grupos terroristas también están activos allí.

Bedein explica que “si los terroristas operan abiertamente en Shuafat también tienen acceso al resto de Jerusalem“, ya que poseen tarjetas de residencia israelíes que les otorgan total libertad de movimiento.

Su declaración hace referencia a uno de los objetivos de la agencia: inculcar en los refugiados y sus descendientes el deseo de regresar a las aldeas árabes que existían antes de 1948, bajo el llamado “derecho de retorno“.

Ese “derecho” se basa en la Resolución 194 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, una recomendación no vinculante aprobada en diciembre de 1948 que establece que a los refugiados árabes se les debe permitir regresar a Israel a condición de que estén dispuestos a aceptar el derecho de Israel a vivir en paz con el Estado judío.

Durante años, esa resolución fue rechazada por los árabes, ya que no estaban dispuestos a reconocer la existencia de Israel.

Hoy, los políticos israelíes de todos los lados del espectro político reconocen que el “derecho de retorno”, en realidad, es una frase clave que alude a la destrucción de Israel a través de la inmigración árabe masiva de refugiados y sus descendientes, que destruiría el carácter demográfico de El estado judío.

En respuesta al video de Shuafat, Asaf Romirowsky, miembro no residente del Centro BESA (Centro de Estudios Estratégicos Begin-Sadat), miembro del Foro del Medio Oriente y director ejecutivo de Estudiantes para la Paza en Medio Oriente, sostiene que “Shuafat ejemplifica el estancamiento que UNRWA ha fabricado”.

“Lo que UNRWA debería estar haciendo es presionar políticamente a los países para que integren a los palestinos que han vivido allí durante décadas. Esta sería una mejor estrategia que continuar financiando una agencia diseñada exclusivamente para mantenerlos en el limbo. Y, sin embargo, UNRWA hace todo lo contrario. “Perpetúa el problema de los refugiados palestinos para perpetuarse a sí misma“, indicó Romirowsky.

Explica que su “papel cada vez más amplio en la economía palestina puede medirse a través del número de los empleados locales. A mediados de la década de 1970, UNRWA tenía 15.000 empleados. Ahora tiene más de 30.000 empleados, la más grande de todas las organizaciones de las Naciones Unidas, que, en su gran mayoría, son palestinos“.

Incitación para perpetuar el conflicto

Hasta 2017, los Estados Unidos fueron el mayor donante de UNRWA, aportando más de $ 364 millones del presupuesto de $ 1.2 mil millones de la organización. Sin embargo, el año pasado la administración de Trump redujo esa cantidad a $ 60 millones. Y después de llamar a la agencia una “operación irremediablemente defectuosa” y cuestionar su modelo de negocios, la administración de Trump anunció en agosto que cortaría la financiación por completo.

A Estados Unidos le molestó el hecho de que UNRWA, a diferencia de la otra agencia de refugiados de la ONU, ACNUR, no solo otorga el estatus de refugiados desde 1948, sino también a sus descendientes; por lo tanto, el número de los que están bajo su control se ha multiplicado por millones.

Los refugiados actuales de 1948 se estiman en decenas de miles. Nir Barkat, el alcalde de Jerusalem de 2008-2018, se cita en el video que indica cuáles son las verdaderas intenciones de UNRWA. “UNRWA es una organización política“, dice Barkat. “Su objetivo es mantener el estatus de refugiado para los palestinos en lugar de ayudarlos a seguir adelante con sus vidas. Decidí crear un plan que ahora es adoptado por el gobierno nacional para expulsar a UNRWA de la ciudad de Jerusalem“.

Hasta la fecha, el Gobierno israelí no ha tomado ninguna medida tangible para cumplir con el plan de Barkat. Pero justo este mes, las noticias de Hadashot TV de Israel informaron que el Consejo de Seguridad Nacional de Israel estaba planeando comenzar a revocar los permisos para las escuelas en Jerusalem bajo los auspicios de UNRWA.

El Consejo de Seguridad aún tiene que confirmar ese informe, mientras que, al mismo tiempo, un portavoz de la UNRWA que habló en un medio de noticias árabe negó que la organización había recibido la notificación.

En respuesta al informe Hadashot, el Dr. Hanan Ashrawi, jefe del departamento de cultura e información de la OLP, emitió una declaración en la que criticó tanto a Israel como a la administración Trump en su gestión de la agencia de la ONU.

Ashrawi dijo que “la decisión provocativa del Gobierno israelí contra los refugiados palestinos en Jerusalem, incluido el cierre y la apropiación de las instituciones de la UNRWA, es una afrenta al derecho internacional y al derecho internacional humanitario, así como a la voluntad de la comunidad internacional, tal como se expresa en las resoluciones de las Naciones Unidas. Este plan es parte de una estrategia israelí más amplia que apunta a desplazar y reemplazar al pueblo palestino a través de la limpieza étnica y otros actos criminales para afianzar su régimen colonial.

Agregó que “en su campaña contra Jerusalem, los refugiados palestinos y UNRWA, Israel está facultada por las decisiones ilegales y unilaterales de la administración estadounidense contra los derechos de los palestinos“.

Esto incluye la eliminación de fondos de UNRWA, así como otras posiciones destinadas a anular los problemas de estado final y socavar los derechos nacionales palestinos.

La administración de Trump es, por lo tanto, el socio de Israel en esta viciosa campaña”.

Al mismo tiempo, la actual teniente de alcalde de Jerusalem, Fleur Hassan-Nahoum, explica que se está iniciando un plan por separado para ayudar a los residentes de Shuafat y en todo el lado este de la ciudad, a pesar de lo que ella considera los fracasos de la UNRWA.

Ella le dice a JNS que, UNRWA debería ser una organización humanitaria. Sin embargo, solo sirve para perpetuar el conflicto fomentando la incitación en lugar de centrarse en las necesidades reales, que son el desarrollo económico de esta población. Ellos [UNRWA] están creando malas condiciones de vida en las que muchos habitantes de Jerusalem del este se encuentran hoy en día“.

Hassan-Nahoum explicó que la municipalidad de Jerusalem, junto con el Ministerio de Asuntos de Jerusalem, tiene un plan de largo alcance para desarrollar infraestructura y educación en el Este de Jerusalem, que se llevará a cabo en el menor tiempo y, posiblemente, con menos recursos que los que UNRWA ha tenido en décadas.