Por Redacción MiamiDiario
“Por favor, recíbanlos, traen mala suerte”, fue la nota que la mujer escribió para enviar los artículos a un agente de viajes en el sur de Italia. “Tengo 36 años y tuve cáncer de mama dos veces. La última vez acabé con una mastectomía. Mi familia y yo tuvimos problemas financieros. Parece que no podemos seguir con nuestra vida. Somos buenas personas y no quiero pasar esta maldición a mi familia o hijos”.
La mujer atribuye sus infortunios al haber robado las piezas de “una tierra de destrucción”. “Lo siento tanto y un día volveré a tu hermoso país para pedir disculpas en persona”, escribió. “Los tomamos sin pensar el dolor y sufrimiento que esas pobres almas experimentaron durante la erupción del Vesubio y la terrible muerte que tuvieron. Lo sentimos, ¡por favor perdónenos por tomar esta terrible decisión! Que sus almas descansen en paz”.
No es la primera
Curiosamente, ésta no es la primera vez en la que esto sucede. Las autoridades de Pompeya han recibido tantos artefactos con cartas confesando que, algunas se encuentran exhibidas en el lugar.
El 2014, el director general del parque, Massimo Osanna, explicaba que en los últimos años han recibido un centenar de piezas robadas, pero que lo más curioso y que considera digno de estudio es el que todas han ido acompañadas de cartas muy similares.
Pompeya ha dado una gran contribución cultural al dejar entender cómo era la vida en esos tiempos. Y es que no fue descubierta sino hasta el siglo XVI, cuando se encontró este pueblo completamente congelado en el tiempo.
En la actualidad, es uno de los lugares más visitados en Italia, lo que hace muy común que la gente robe pedazos del lugar. Osanna explicó que más allá del valor de las piezas que se han robado, lo que vale la pena exponer son las cartas de arrepentimiento, en las que todos apuntan a que las piezas han llenado de infortunios sus vidas.