Sucesos

Reo estranguló a compañero además de cortarle una oreja y sacarle los ojos

Un recluso de Florida que le cortó la oreja a su compañero de celda y la llevó puesta en un collar, tenía un largo historial de enfermedades mentales y violencia, incluyendo amenazas de muerte contra el presidente de Estados Unidos en el 2006, según muestran los registros estatales y federales. Por Redacción Miami Diario Hasta […]

Por Allan Brito
Reo estranguló a compañero además de cortarle una oreja y sacarle los ojos
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Un recluso de Florida que le cortó la oreja a su compañero de celda y la llevó puesta en un collar, tenía un largo historial de enfermedades mentales y violencia, incluyendo amenazas de muerte contra el presidente de Estados Unidos en el 2006, según muestran los registros estatales y federales.

Por Redacción Miami Diario

Hasta el año pasado, Michael A. Hernández Jr., de 37 años, estaba en el corredor de la muerte de Florida por el asesinato en el 2004 de una mujer de 67 años, que fue golpeada hasta morir durante un robo en una casa en Milton, una ciudad en del condado Santa Rosa. Mientras esperaba el juicio por ese asesinato, Hernández, que entonces tenía 23 años, amenazó con matar al presidente George W. Bush y su familia, de acuerdo con una acusación federal. Los detalles de la amenaza fueron sellados.

En una decisión de 11-1 un jurado condenó a muerte a Hernández por matar a golpes a Ruth Everett, y fue enviado al corredor de la muerte en el 2007. Los reclusos del Pabellón de la Muerte de Florida están en prisiones de máxima seguridad, un preso por celda.

Pero en mayo del 2017, la sentencia de muerte de Hernández se anuló y fue condenado nuevamente, esta vez a cadena perpetua. A más de 100 presos se les revocaron sus penas de muerte. El motivo fue el fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos de que el proceso de pena de muerte de Florida era inconstitucional porque no requería un voto unánime del jurado.

Hernández fue transferido en julio del 2017 del corredor de la muerte de la prisión donde estaba al anexo de Columbia Correccional en el norte de Florida, según los registros. Después de haber pasado más de una década solo en una celda, fue alojado en una que era compartida en Columbia.

El reo asesinado, Larry Mark, también cumplía condena por asesinato. Foto: Internet.

El 13 de septiembre, Hernández se enojó con su compañero de celda, Larry Mark, de 58 años, también un asesino convicto. Fuentes de la prisión le dijeron al Miami Herald que Hernández estranguló a Mark, le cortó una oreja y le sacó los ojos. Hernández colocó la oreja en una cuerda que se colgó alrededor del cuello y se la mostró a varios reclusos antes de ir a desayunar al comedor. Fue entonces que los guardias se dieron cuenta de lo que había sucedido, dijeron las fuentes.

Hernández puso los ojos en una taza y dijo a los presos que planeaba comérselos más tarde ese día.

Normalmente, los presos que se consideran una amenaza para otros reclusos se encuentran separados del resto. Los registros sobre Hernández muestran que había atacado dos veces a los guardias de la cárcel del condado de Santa Rosa, incluido a uno que golpeó con el asiento de un inodoro. Agentes federales también emitieron una orden de detención por cargos federales relacionados con las amenazas que hizo contra el presidente Bush en el 2006, según una portavoz del Servicio de Alguaciles de EE. UU. en Pensacola.

Su vida incluye una infancia violenta, con padres que consumían gran cantidad de drogas y que pertenecían a una pandilla de motociclistas. Su madre, Cheryl Walker, fue enviada a prisión en Nevada por asesinar en 1998 a su esposo que abusaba de ella, y el padre de Hernández murió de una sobredosis de drogas en una habitación de un motel frente al niño cuando este tenía 10 años, según los registros judiciales.

Varios miembros de la familia, incluida su madre, declararon que Hernández recibió golpes desde que estaba en pañales y empezó a consumir drogas con sus padres antes de ser un adolescente. Tenía un alto nivel de crack en el cuerpo cuando él y un amigo golpearon a Everett durante el robo, según muestran los registros.

Un psicólogo declaró que Hernández sufría numerosos problemas emocionales y que probablemente tenía lesiones cerebrales a causa de las numerosas palizas a manos de sus padres, abuelos y padres adoptivos.

Mark fue declarado culpable en 1981 de matar a un taxista en el condado de Broward para robarle $ 35 y el anillo de matrimonio.

El incidente en Columbia mostró la escasez de personal en las prisiones de Florida. Las cárceles tienen tan poco personal que los presos han provocado disturbios en un área, con el propósito de alejar a los oficiales de otras apenas supervisadas y así facilitar actividades ilegales. La falta de personal también trae menos registros de las celdas de los reclusos, lo que hace que les sea más fácil ocultar cuchillos caseros y otras armas. El contrabando de drogas, especialmente relacionado con K2, una poderosa marihuana sintética, ocurre en todas las prisiones del estado.

Florida tiene el tercer sistema penitenciario más grande del país, con 99 mil reclusos. Durante los últimos dos años, se ha registrado un número récord de muertes, incluidas muchas por violencia de pandillas, enfermedades y sobredosis de drogas.

Con información de: El Nuevo Herald

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