Cadena perpetua para exdueño de supermercados Presidente por monstruoso homicidio

Un caso de secuestro y homicidio que ocurrió en 2011 en la ciudad de Miami, llegó a su fin doce años después. El lunes 22 de mayo, el juez del tribunal del condado de Miami-Dade, Miguel M. de la O, dictó la sentencia en contra del culpable. Ahora, el empresario de origen cubano, Manuel Marín, deberá pasar el resto de su vida en prisión.

El hombre, quien fue uno de los propietarios de la cadena Presidente Supermarkets, recibió una condena de cadena perpetua. Esto luego de esclarecer el homicidio de Camilo Salazar, un diseñador de interiores quien para el momento del hecho tenía 43 años de edad y mantenía una relación sentimental con la esposa de Marín.

Adicional al castigo de prisión de por vida, al empresario le sumaron otros 30 años por homicidio involuntario y 15 más por conspiración para cometer secuestro.

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El juicio en su contra inició en marzo de 2023, luego de que fuese extraditado de España. Marín huyó al país europeo, poco después de que las autoridades hallaron el cuerpo de su víctima. En 2018 fue arrestado y enviado a Estados Unidos, donde compareció ante un juez de Florida, en octubre de ese mismo año.

Durante el proceso de litigio, declararon los agentes de policía que encontraron el cuerpo. En sus testimonios dejaron evidencia de la brutalidad con que fue cometido el crimen. Aunque en ese proceso el jurado determinó que el acusado no era culpable de asesinato en segundo grado, sí lo responsabilizaron de los otros cargos mencionados, por su participación como autor intelectual del delito.

Los autores materiales del homicidio

Manuel Marín no ejecutó el crimen en el que Salazar perdió la vida, pero contrató a un grupo de hombres para hacerlo. En ese sentido, los detectives que participaron en el juicio acusaron a Roberto Isaac, Alexis Vila Perdomo y Ariel Gandulla. Ellos fueron los encargados de secuestrar a la víctima en el área de Coconut Grove, en Miami.

Una vez lo interceptaron, lo llevaron a un área cerca de los Everglades y allí lo sometieron a una serie de torturas, hasta el momento del homicidio. Antes de abandonar el lugar, usaron gasolina para intentar quemar parte de su cuerpo.

Emma Lew, la forense que evaluó el cadaver, también testificó en el juicio. Desde el estrado detalló que el hombre fue atado y golpeado con un objeto lo suficientemente fuerte como para fracturarle la mandíbula y el cráneo.

Por su parte, el fiscal Justin Funck también declaró: “El infierno no tiene tanta furia como la de un hombre despreciado. Salazar fue secuestrado, torturado, golpeado en la cabeza, degollado y su pene prendido fuego”.

Villa Perdomo era ex medallista olímpico de Cuba, mientras que Isaac fungía como su entrenador. Ambos terminaron condenados en 2019, el primero a 15 años de prisión y el segundo a cadena perpetua. Por su parte, Gandulla de declaró culpable del secuestro, por lo que recibió una pena de tres años de cárcel.

Los investigadores del caso, lograron asociar la escena al empresario ya que la señal de su teléfono celular se halló en la zona donde se cometió el crimen. Los fiscales tenían evidencia para demostrar que los tres hombres estuvieron involucrados en un complot de asesinato a sueldo, ideado por Marín.

En 2018 también arrestaron al hijo del empresario, Yaddiel Marín, en el condado de Miami-Dade. En ese momento, las autoridades lo acusaron de ayudar financieramente a su padre, mientras se encontraba prófugo de la justicia.

Sentencia del juez

En medio del juicio contra el empresario Manuel Marín, el juez del caso no se limitó a dictar sentencia. Se dirigió al acusado para expresarle lo insensatas y crueles que le parecieron sus acciones.

El dictamen se dividió de la siguiente manera: 30 años en la prisión estatal por homicidio con arma, 15 años adicionales por conspiración para cometer secuestro o agresión con agravantes y cadena perpetua por secuestro.

“Ningún castigo que yo imponga puede arreglar esto”, expresó el juez De la O a los familiares de la víctima.

La hija de Camilo Salazar, quien tenía apenas 10 años al momento del homicidio, asistió junto con su madre, Daisy Holcombe, al juicio. Ahora tiene 22 años de edad y se acaba de graduar de la universidad.