El club de golf Doral de Donald Trump cerca de Miami podría convertirse en un salvavidas si un proyecto de ley de Florida que se elabora a puerta cerrada permite más juegos de azar en el estado y la propiedad puede operar un casino.
El proyecto de ley, impulsado por el propietario de un hotel emblemático de Miami Beach, enfrenta una fuerte oposición y no está claro que el ex presidente haya hecho algo para presionarlo, reportó ABC News.
Aún así, siempre ha querido instalar un casino en Doral y la luz verde no pudo llegar lo suficientemente rápido mientras su compañía se tambalea por los cierres pandémicos y una reacción violenta por los disturbios en el Capitolio de EE. UU.
No se ha hecho pública ninguna propuesta, pero al parecer permitiría al propietario de una licencia de juego adjunta a un edificio o hipódromo de jai-alai transferirla a otra propiedad.
Trump no posee ninguno de esos, pero podría comprar uno y trasladar la licencia a su propiedad Trump National Doral. La Organización Trump no ha hecho nada para sofocar la idea, aunque no la respalda explícitamente.
“Mucha gente considera que Trump Doral es incomparable desde una perspectiva de juego: en 700 acres, las propiedades simplemente no existen de ese tamaño y calidad en el sur de Florida, y mucho menos en el corazón de Miami”, dijo el hijo de Trump, Eric, en un comunicado el jueves. .
A pesar de que Donald Trump y el gobernador de Florida, Ron DeSantis, son aliados cercanos, cualquier proyecto de ley enfrentaría la oposición de otros intereses turísticos y de apuestas.
La Tribu Seminole de Florida, que posee varios casinos de Florida, y Walt Disney World han gastado millones en contra de esfuerzos anteriores para expandir el juego fuera de las tierras tribales del estado y tener una gran influencia en el Capitolio estatal.
Disney no respondió a un correo electrónico el jueves en busca de comentarios y los Seminoles no hicieron comentarios sobre “escenarios especulativos de ‘qué pasaría si'”.
Otro obstáculo potencial es una enmienda de 2018 a la constitución estatal que dice que los juegos de azar estilo casino no se pueden expandir fuera de las tierras tribales a menos que se apruebe en una medida de votación estatal que obtenga al menos el 60% de apoyo.
Jeffrey Soffer, dueño del hotel Fontainebleau y de una antigua pista de perros, está dando el impulso. El estado prohibió recientemente las carreras de perros, pero su licencia le permite tener máquinas tragamonedas.
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