Aunque vivimos expuestos a la actividad nociva de innumerables microorganismos -bacterias, virus, hongos, parásitos-, nuestro organismo cuenta con la mejor defensa natural ante ellos: el sistema inmune.
Sin él, por ejemplo, cualquier infección podría matarnos.
El sistema inmune es la principal barrera protectora del organismo frente a enfermedades, virus, infecciones o bacterias.
De este modo, contar con un sistema inmunológico fuerte es sinónimo de salud y un menor riesgo de desarrollar diferentes patologías, reportó Tododisca.
En ese sentido, se recomienda llevar a cabo un cuidado adecuado del sistema inmune.
Y es que existen importantes factores que influyen en el funcionamiento de esta estructura vital del organismo; como puede ser la alimentación o la realización de ejercicio físico.
El estrés o la ansiedad son otros factores que pueden afectar en la correcta acción del sistema inmune; así como las horas de descanso.
¿Cómo detectar que el sistema inmune está debilitado?
Si bien, en ocasiones nuestro sistema inmunológico puede que no actúe correctamente y es en ese momento cuando podrían aparecer diferentes síntomas que alerten sobre un posible debilitamiento del mismo. Entre estos síntomas encontramos:
Alergias.
Infecciones y/o resfriados de forma recurrente.
Presentar fiebre de forma frecuente.
Enfermedades sencillas que duran más de lo normal-
Ojos secos.
Náuseas.
Vómitos.
Cansancio constante.
Diarreas.
Caída del cabello.
Manchas en la piel.
Si alguno de estos síntomas persiste en el tiempo es recomendable acudir a un especialista médico para evaluar la situación. De este modo a través de la realización de diferentes pruebas de sangre es posible determinar el estado de salud. Estas pruebas pueden ser de:
Ferritina.
Vitamina B12.
Hemograma.
Inmunoglobulinas.
Albúmina.
Globulina.
Micronutrientes beneficiosos para el sistema inmunológico
En este sentido, hay diferentes factores o hábitos de vida que pueden afectar a la acción protectora del sistema inmune. Por ejemplo, la falta de actividad física, el alcohol, tabaco o una alimentación poco saludable.
Y es que los micronutrientes de los alimentos juegan un papel protagonista en la formación y buen estado del sistema inmune. De esta forma, una alimentación adecuada proporciona fortaleza a este sistema; mientras que el consumo de determinados alimentos podría ser perjudicial.
Así, estos son algunos de micronutrientes esenciales para el correcto funcionamiento del sistema inmune y prevenir la aparición de diferentes enfermedades:
Selenio.
Cobre.
Zinc.
Vitamina B6.
Vitamina B12
Hierro.
Vitamina A.
Vitamina C.
Magnesio.
Vitamina D.
Vitamina E.
Uno de los micronutrientes más destacados en este aspecto es el hierro, un elemento nutritivo que ayuda a fortalecer nuestras defensas y es esencial en la producción de glóbulos blancos. Por otra parte, la vitamina B12 es clave en la formación de glóbulos rojos y su deficiencia puede generar anemia megaloblástica.
En cuanto a la vitamina C, se trata de una vitamina con importante capacidad antioxidante. Está demostrado que contar con unos niveles adecuados de este micronutriente ayuda a combatir el resfriado común; aunque no previene la aparición de dicha afección.
Por otro lado tenemos la vitamina D, un micronutriente con múltiples implicaciones en el organismo. En este aspecto, ha quedado científicamente demostrado la vinculación entre la deficiencia de esta vitamina y el desarrollo de diferentes tipos de cáncer; así como un mayor riesgo de infecciones respiratorias.
