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El aumento de la emigración de cubanos se detiene tras las protestas populares

Un joven que participó en las protestas en el centro de La Habana cuenta que tuvo que defender a una mujer que era pateada por la policía. El joven pasó toda la madrugada del lunes arrestado en la estación de Zanja compartiendo una celda con 30 personas. Este año, la emigración marítima desde Cuba al […]

Por Allan Brito
El aumento de la emigración de cubanos se detiene tras las protestas populares
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Un joven que participó en las protestas en el centro de La Habana cuenta que tuvo que defender a una mujer que era pateada por la policía. El joven pasó toda la madrugada del lunes arrestado en la estación de Zanja compartiendo una celda con 30 personas.

Este año, la emigración marítima desde Cuba al sur de la Florida estaba en camino de ser la mayor en casi cuatro años. Sin embargo, en las últimas semanas, se ha detenido abruptamente, y los funcionarios norteamericanos no están seguros del motivo.

El Servicio Guardacostas y otras agencias federales confirmaron esta semana que no han encontrado a ningún cubano en el mar ni en los Cayos ni otra parte del sur de la Florida en unos 10 días. Esto ocurre después de varios meses en que las autoridades detenían embarcaciones de todo tipo casi todas las semanas, y en ocasiones, diariamente.

Las agencias no han dicho cuál es la razón por la que creen que los cubanos han dejado de abandonar la isla, y hacer la peligrosa travesía por el Estrecho de la Florida. Sin embargo, la repentina ausencia de emigración coincide con las revueltas y demostraciones populares contra el gobierno comunista que comenzaron el 11 de julio, algo que ha llevado a que muchos expertos en el tema cubano piensen que quizás ambos hechos están relacionados.

“Dentro de Cuba, el motivo podría ser que la alerta de la policía y de todas las fuerzas de seguridad en Cuba están impidiendo que el pueblo trate de escapar”, dijo Ramón Saúl Sánchez, destacado miembro del exilio cubano en Miami, y líder del grupo de derechos civiles, Movimiento Democracia.

El gobierno federal sigue de cerca la emigración por año fiscal, que va de octubre a octubre. Este año, el Servicio Guardacostas detuvo en el mar a 554 cubanos, y los repatrió a la isla. En una cifra enorme, si se compara que solo devolvieron a Cuba 49 en el año fiscal 2020.

Algunos incidentes este año terminaron en tragedia, uno de los más recientes cuando nueve personas desaparecieron, y en la actualidad se cree que perecieron después que el bote en que viajaban 22 personas se volcó y se hundió el 5 de julio, a unas 26 millas al sureste de Cayo Hueso.

“No hemos interceptado ni repatriado a ningún cubano desde el 10 de julio”, dijo la suboficial Nicole Groll, portavoz en Miami del Servicio Guardacostas.

Ese 10 de julio fue la fecha en que un escampavías del Servicio Guardacostas repatrió 15 personas a Cuba, de los cuales, 13 estaban en el bote que se volcó, dijo Groll.

Tampoco la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos ha encontrado a ningún cubano que haya llegado a tierra en el sur de la Florida desde el 12 de julio, cuando tres hombres y una mujer llegaron a la orilla cerca de Sombrero Beach en la ciudad de Marathon.

Este año apuntaba ser el año fiscal de más tráfico marítimo para los efectivos del Servicio Guardacostas, y el Departamento de Aduanas y Protección de Fronteras en el sur de la Florida desde 2017, cuando 1,468 personas fueron interceptadas en el mar.

Sin embargo, ese año fiscal incluyó cuatro meses en los que la política de Estados Unidos “pies secos-pies mojados” todavía estaba vigente. Dicha política le permitía a los cubanos que tocaran suelo estadounidense permanecer en el país, y solicitar la residencia permanente al cabo de un año. Los que eran interceptados en el mar eran devueltos a Cuba.

A principios del 2017, el gobierno de Barack Obama, en una de sus últimas decisiones de política exterior, terminó el talcosa “pies secos-pies mojados” como parte de su trabajo para restaurar las relaciones diplomáticas con el gobierno cubano.

Dicha política le daba un gran incentivo a los que estuviesen dispuestos a arriesgarse y hacer la peligrosa travesía a través del Estrecho de la Florida. En el año fiscal 2016, por ejemplo, 5,396 cubanos fueron interceptados a mitad del viaje, y otros miles terminaron el viaje.

El aumento en el número de emigrantes cubanos que tratan de llegar a la Florida es posiblemente un indicio de que el descontento se estaba gestando en las semanas antes de las protestas, dijo Jorge Duany, director del Instituto de Estudios Cubanos de la Universidad Internacional de la Florida (FIU).

“Hay una serie de factores que le hacen extraordinariamente dura la vida cotidiana a los cubanos. Van desde el empeoramiento de la escasez de alimentos hasta los recientes aumentos en casos de COVID, de modo que analizando lo que sucedió parece que el aumento de la desesperación del pueblo llevó a un número más grande de los que prefieren corren el riesgo de atravesar el Estrecho de la Florida”, dijo Duany.

El abrupto cambio probablemente tenga que ver con la masiva presencia policial y militar en la isla desde el 11 de julio por la tarde, cuando las autoridades cubanas movilizaron cientos de efectivos para neutralizar a la disidencia y arrestar a los activistas, muchos de ellos todavía detenidos. La población podría estar esperando a que se calmen un poco las cosas, señaló Duany.

Funcionarios del gobierno de Joe Biden dijeron estar preocupados de que lo opuesto vaya a ocurrir, dado que las tensiones entre el gobierno y los manifestantes han seguido aumentando.

La semana pasada, el senador republicano por la Florida Marco Rubio advirtió que el gobierno cubano podría alentar un éxodo de la población si piensa que Washington está respaldando a las protestas algo similar lo que pasó durante la Flotilla del Mariel en 1980, cuando Fidel Castro permitió que 125,000 cubanos se fueran del país.

Tras finalizar la convulsa semana y con las protestas populares todavía en Cuba y en el sur de la Florida, el Servicio Guardacostas emitió una advertencia a los norteamericanos de que no viajen en embarcaciones a Cuba con la intención de recoger a emigrantes.

“Aquellas personas que violen las leyes de inmigración de EEUU, y traigan de forma ilegal extranjeros al país, o que intenten hacerlo, podrían ser arrestados, su embarcación incautada, y multas civiles y criminales de hasta $250,000 diarias, además de cinco años de cárcel”, dijo el Servicio Guardacostas en un comunicado el pasado jueves.

Duany dijo también que la advertencia que el secretario de Seguridad Territorial, Alejandro Mayorkas, les advirtió, tanto a los cubanos como a los haitianos que no se les permitiría entrar al país, podría haber tenido un efecto temporal para desalentar estos intentos.

“Los comentarios de Mayorkas quizás hayan tenido algún impacto, aunque la verdad es que ese tipo de advertencia nunca ha impedido que emigrantes lleguen a EEUU, si es realmente lo que quieren”, dijo Duany.

Por su parte, Sánchez dijo que varios otros factores podrían también en juego, como el reciente mal tiempo, que quizás ha desalentado a los cubanos a tirarse al mar.

Pero también señala la posibilidad de que el gobierno cubano esté siguiendo más las protestas de los cubanos debido al estallido civil.

De igual modo, existe la posibilidad de que los cubanos no quieran lanzarse al mar, porque tienen la esperanza de que las protestas podrían tener un efecto real en cambios dentro del gobierno, y hay cierto optimismo de que las condiciones de vida del pueblo cubano puedan mejorar.

Sánchez agregó que sin una reforma real en la isla, pensaba que, con el tiempo, los cubanos volverían a intentar huir del país por el mar.

“Si los cubanos perciben algún cambio, posiblemente no querrían irse del país”, dijo Sánchez. “El éxodo continuará hasta que el pueblo recupere la fe en su propia fuerza para cambiar las cosas y pararán las protestas. Solo entonces, pensarían en quedarse”.

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