Algunas parejas, dueños de casa, prefieren hacer ellos mismos los trabajos de renovación que necesite la vivienda. Así, renuevan la piscina, los gabinetes de la cocina, arreglan los baños, colocan ventanas, cambian el suelo o hacen el jardín. El premio al esfuerzo familiar es por una parte un gran ahorro financiero y además permite afianzar el compromiso de la pareja, “al ser capaces de hacer la reforma del nido”.
Algunos no se atreven a realizar este tipo de trabajos al pensar que la ley se lo prohíbe y otros porque consideran que el seguro no los cubrirá, si algo sale mal.
La realidad es que, si tienen los conocimientos y sacan los permisos adecuados, la familia puede realizar las reformas que la propiedad necesite. Siempre que todos los arreglos se ajusten a los códigos y requerimientos locales.
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Ahora bien, si usted y su pareja renuevan un baño y como consecuencia se produce una gotera que afecta a otras áreas de la casa, la responsabilidad es suya. Por lo general, el seguro no le cubrirá.
Tampoco cubriría si el trabajo lo hubiera hecho un especialista de una compañía de remodelación. En este último caso, la ventaja es que usted podría demandar a la empresa encargada de la reforma.
Consulte los términos de su cobertura para reformas
En fin, la mayoría de contratos de seguros excluyen de la cobertura el resultado de los trabajos de reforma. Ya sea realizado por el propietario o por un contratista especializado.
Es importante tener en cuenta que si se añade una habitación o la reforma incrementa el valor de la vivienda, se debe informar al seguro para actualizar la cobertura de la póliza.
