Destacado, Univista

“Soy el Leo Messi de la soldadura”

Normando es soldador desde que era un adolescente. Comenzó ayudando a su padre, el viejo Abraham, que tenía un taller mecánico en un pueblo de campo. “Todo el mundo que quería unir dos metales iba a ver a mi padre y él me encomendaba esos trabajos más fáciles”, así recuerda sus inicios el experimentado soldador. […]

Por Allan Brito
“Soy el Leo Messi de la soldadura”
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

Normando es soldador desde que era un adolescente. Comenzó ayudando a su padre, el viejo Abraham, que tenía un taller mecánico en un pueblo de campo. “Todo el mundo que quería unir dos metales iba a ver a mi padre y él me encomendaba esos trabajos más fáciles”, así recuerda sus inicios el experimentado soldador.

Ahora con 50 años, lleva su propio taller con tres empleados. Fabrica muebles de metal, jaulas de pájaro, protecciones para ventanas, algunos adornos de patios. “Tú vas a los talleres por ahí y tienen siete tipos de máscaras. Parecen museos. Yo tengo la misma máscara que me compré cuando llegué a este país. Mira todo lo que hago. Yo soy el Leo Messi de la soldadura. A mí nadie me engaña con tanto consumo. Una máscara pa esto y otra pa lo otro. Lo que quieren es vender”, solía decir Normando a los amigos y clientes.

Hace poco, Normando notó que estaba perdiendo la visión de ambos ojos, fue a visitar a un oftalmólogo, quien, tras realizarle una prueba de diagnóstico, le dijo que tenía maculopatía crónica bilateral. Es decir, una afectación macular, causada por elevadas exposiciones a las radiaciones ultravioletas.

Según el oftalmólogo, las deficientes medidas de protección contra las radiaciones le causaron la afectación. “Los soldadores no solo deben utilizar una buena máscara facial, sino que ésta debe estar certificada para cada tipo de soldadura”, le indicó el médico.

Lo peor en este caso que el proceso es irreversible debido a que, además de descuidar la protección, obvió la vigilancia de su vista, por lo que no fue posible detectar precozmente las alteraciones existentes.

El oftalmólogo le indicó un tratamiento con luteína y antioxidantes y le dijo que debía dejar de soldar. “Dedícate al trabajo administrativo de tu compañía, porque si sigues soldando, todo irá a peor”.

Las personas que trabajan fijando la vista frente a las computadoras, los soldadores, los ceramistas, quienes trabajan en el sector eléctrico, los diseñadores o los metalúrgicos deben ir, al menos, dos veces al año a hacerse exámenes de la vista para detectar a tiempo cualesquier problema en sus ojos y evitar que se conviertan en una enfermedad crónica.

En Univista Insurance puedes encontrar el seguro de visión más barato de Florida. Es muy probable que permita examinarte los ojos de forma gratuita.

Univista Insurance 305-740-1340

Relacionados