Después de pasar la noche del lunes paleando nieve, Bradford Gauthier se metió en la cama y se quedó dormido escuchando música a través de sus auriculares AirPods.
Cuando se despertó, se percató que tenía la garganta seca y tuvo problemas para beber un vaso de agua.
Y uno de sus AirPods había desaparecido. Buscó por todas partes, dentro y debajo de la cama.
Su hijo, Owen, y su mujer, Heather, reflexionaron sobre las pruebas y pensaron que podría habérselo tragado mientras dormía. Tenían razón. La radiografía lo demostró.
Gauthier tenía un AirPod atascado en el esófago, según le dijeron los médicos del Reliant Medical Endoscopy Center de Auburn.
Seguidamente le hicieron una endoscopia de urgencia.
“Hay que tener cuidado al escuchar los auriculares inalámbricos cuando se duerme. Nunca se sabe dónde pueden acabar”, escribió Gauthier en Facebook.
Con información de Telemundo
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