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UniVista: Vivir es sortear la muerte cada día

La grandeza de la vida está dada por su propia fragilidad. Es un bien perecedero, único y sobre todo muy endeble. Igual a un jarrón de cristal Baccarat, lo especial de la vida es que puede romperse en cualquier momento. Empujados por la inercia de los días, vivimos como si fuéramos a ser eternos, pocos […]

Por Allan Brito
UniVista: Vivir es sortear la muerte cada día
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La grandeza de la vida está dada por su propia fragilidad. Es un bien perecedero, único y sobre todo muy endeble. Igual a un jarrón de cristal Baccarat, lo especial de la vida es que puede romperse en cualquier momento.

Empujados por la inercia de los días, vivimos como si fuéramos a ser eternos, pocos caemos en la cuenta de que existir es esquivar a diario la posibilidad del fin. Cuando salimos de la cama y nos desperezamos de un largo estirón ya hemos superado la primera prueba del día consistente en amanecer vivos.

Son muchas las personas que fallecen mientras duermen, de los 400.000 casos de muerte súbita que se registran anualmente en EEUU, buena parte de ellos suceden durante el sueño. Los números son claros: 1,095 estadounidenses aparentemente sanos mueren súbitamente cada día.

También podríamos perecer asfixiados durante la noche si olvidamos cerrar la hornilla de gas de la cocina.

Cuando dormimos el mundo no se detiene. Es la noche el horario preferido de los malhechores para entrar en las casas armados y robar. Muchas de estas indeseables excursiones terminan en muerte. Amanecer es, por tanto, una bendición.

Según el centro de control de prevención de enfermedades, 635.000 personas, no siempre enfermas, mueren de problemas cardiacos anualmente y cerca de 600.000 perecen de cáncer. Solo por estos dos conceptos mueren a diario 3.300 estadounidenses.

Sacar un pie de la cama es por tanto comenzar a sortear obstáculos mortales. Podríamos resbalar en la ducha o al bajar una escalera o al tropezar con un mueble fuera de sitio.

Movernos por la calle supone nuevos peligros. Es más probable morir al coger el auto para ir a trabajar que acertar un número de la lotería. Cada año, cerca de 37.000 personas perecen víctimas de un accidente de tráfico en EEUU. Son más de 95 las que fallecen al día, atropelladas o en choque de autos.

Ni en los lugares de trabajo deja de perseguirnos la sombra de la muerte. El Departamento de Trabajo, Migración y Seguridad Social de EEUU reporta diariamente 12 personas fallecidas en accidentes laborales.

No es menos cierto que comemos para poder vivir. Pero incluso, ingerir alimentos entraña ciertos peligros. Según las estadísticas, 1,6 personas cada 100.000 estadounidenses encuentran la muerte por asfixia causada por la comida. En una población de como la Mami Dade morirían por esta causa 48 personas al año.

En este macabro pero cotidiano recorrido no debemos pasar por alto que cada día 93 personas mueren atravesadas por una bala. Al año perecen unas 33,900 personas víctimas de un disparo de arma de fuego.

Muchos son los estadounidenses sanos que fallecen de un derrame cerebral. Los reportes médicos señalan que anualmente 143.000 personas terminan su existencia de esta forma.

Conclusión, vivir es esquivar todos los días el obstáculo de la muerte. Todos los días en este país 300 personas fallecen de derrame cerebral, 93 víctimas de disparos de bala,14 asfixiados al comer, 12 de accidentes laborales, 95 por accidentes de tráfico, 1.500 de problemas cardiacos y 1,095 de muerte súbita.

Hoy nos libramos, pero mañana y pasado mañana y siempre que estemos en esta vida se volverá a activar la ruleta rusa y tendremos que pasar una y otra vez la prueba.

No hay que alarmarse, en eso consiste la vida. Pero cuando uno tiene familiares que dependen de los ingresos económicos que uno provee, se adquiere la responsabilidad de estar sano. Teniendo en cuenta lo endeble de la vida, no es suficiente con cuidarnos. La gran interrogante es: ¿qué pasaría con los hijos si de repente dejamos de existir?

Tomar un seguro de vida que le garantice a los hijos poder continuar con sus sueños después de nuestra posible muerte repentina no es solo prevención, es también un acto de amor.

Acérquese a un agente de Univista Insurance para que le hable sobre los seguros de vida.

www.univistainsurance.com

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