Cómo saber si estás teniendo un infarto, según los dolores en tu cuerpo

Aproximadamente 647.000 estadounidenses mueren cada año a causa de un infarto, según un reporte de Healthline. Esta cifra significa que de cada cuatro personas fallecidas, una de ellas presentó consecuencias relacionadas con esta emergencia médica.

Los problemas cardíacos ocurren cuando alguna de las arterias, encargadas de transportar sangre y oxígeno al corazón, se ven obstruidas. Las barreras de grasa, que contienen colesterol, se acumulan con el tiempo y forman placas que impiden la correcta circulación del flujo sanguíneo.

Esto ocasiona que dentro de los vasos se formen coágulos de sangre que irrumpen el proceso de oxigenación hacia el corazón. Por lo tanto, ante el fallo de la irrigación, los tejidos mueren y comienza la opresión en el pecho que alerta sobre un colapso.

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El infarto puede ser atendido con celeridad y evitar un desenlace trágico. Por ello, es de suma importancia conocer cuáles son los síntomas y cómo evitar este tipo de situaciones.

Señales del cuerpo cuando se tiene un infarto

De acuerdo con Mayo Clinic, cuando se presenta el ataque cardíaco, algunas partes del cuerpo alertan sobre el colapso en el sistema. Las dolencias o malestares pueden comenzar por el hombro, brazo, espalda, cuello, mandíbula, dientes o abdomen.

Asimismo, el dolor en el pecho es uno de los más característicos relacionados con este tipo de emergencias. Por lo general, es una sensación opresiva como una presión que se siente a nivel del corazón y que genera fuerte dolor.

Si el infarto está iniciando, la fatiga, acidez, indigestión, mareos o aturdimiento también podrían estar presentes, haciendo que el cuerpo se debilite con celeridad. En algunos casos, las náuseas, falta de aire e inestabilidad ocurren antes y durante la presencia del malestar.

¿Quiénes son propensos a sufrir estas emergencias médicas?

Hay varios factores que aumentan el riesgo, entre los principales se incluye la edad, consumo de tabaco, alcoholismo, antecedentes familiares o diabetes. Sin embargo, Mayo Clinic sostiene que el consumo de grasa, comidas no balanceadas, ausencia de ejercicio, estrés y consumo de drogas también podrían ocasionar un infarto.

“Si no existe ejercicio o una dieta sana, el organismo se deteriora con facilidad. Esto da paso al aumento de niveles de presión, triglicéridos y colesterol en la sangre, provocando un infarto” refieren en la página web del instituto de salud.

A fin de evitar ser parte del índice de afectados, los médicos recomiendan disminuir el tabaquismo y consumo de bebidas alcohólicas. Hacer ejercicio de forma regular, como mínimo tres veces a la semana, comer mucho más saludable y sin grasa, preferiblemente alimentos ricos en vitaminas y minerales.

Chequeos médicos al día

Asimismo, es recomendable realizar actividades al aire libre que permitan al cuerpo mantenerse mucho más tranquilo y alejado del estrés. La meditación, yoga, caminatas o simplemente un paseo en el parque puede ayudar a reducir los niveles de tensión mental.

Adicionalmente, se recomienda visitar al médico de forma periódica y tener todos los exámenes al día a fin de evitar este y otro tipo de problemas en el organismo a largo plazo.