Conozca la enfermedad que provoca la risa descontrolada del personaje interpretado por Joaquin Phoenix

Arthur Fleck trata de componerse antes de empezar su rutina de comedia en vivo en un club de Ciudad Gótica. Se percibe nervioso, con la mirada asustada y la voz quebrada, según publicó ElComercio

Por Redacción Miami Diario

A Joker, como se hace llamar, no le salen las palabras: cuando intenta hablar, su boca explota en una risa aguda y forzada que no puede controlar.

Lo cierto es que esas mismas carcajadas histriónicas, perturbadoras, son las que desbordan al personaje de la película “Joker” cuando, regresando del trabajo en el metro por la noche, vestido de payaso, es testigo involuntario del acoso a una mujer perpetrado por tres jóvenes de clase acomodada.

Al considerar las risotadas como una afrenta personal, los jóvenes le propinan una feroz golpiza. El comediante reacciona sacando un revolver de su bolsillo y matando a tiros a los tres.

Un dato curioso es  que a lo largo de la película la audiencia va descubriendo que el “Guasón” (como se conoce también al emblemático villano de la serie Batman en algunos países de América Latina) padece algún tipo de enfermedad mental que no se especifica.

La única manera de sobrellevar sus síntomas es a través de siete tipos de medicación, la escritura de un diario la visita regular a una asistente social.

Hay otra escena digna de análisis: En un autobús presenta a sus interlocutores una tarjeta que explica que su risa inoportuna se debe una condición médica.

Ante todo esto se plantea una interrogante: ¿Existe realmente una enfermedad que pueda provocar esta reacción? ¿O se trata simplemente de un elemento más de esta historia de ficción que viene desde su estreno sembrando polémica?

El doctor Francisco Javier López, coordinador del Grupo de Estudio de Epilepsia de la Sociedad Española de Neurología, explicó que la risa descontrolada e involuntaria sí es el síntoma de una serie de condiciones médicas y, en el caso del personaje interpretado por Joaquin Phoenix, puede tratarse de una “crisis de epilepsia gelástica”.

A juicio del especialista,  se trata de un tipo de crisis epiléptica muy infrecuente. Se calcula que representa el 0,2% del total de todos los tipos de crisis epilépticas”.

Agrega que la característica es que se trata de una risa que aparece de forma inapropiada, y al paciente no le supone alegría sino que es inmotivada”.

Lo cierto es que la causa más frecuente de este tipo de epilepsia “es una pequeña tumoración en el hipotálamo que llamamos hamartoma hipotalámico, pero también puede deberse a otras causas como crecimientos tumorales en los lóbulos frontales o temporales”.

López indica que “las crisis gelásticas” suponen un estrés añadido, “porque si uno tiene una crisis (de las otras) y pierde la conciencia, no pasa nada, pero si estás consciente y te ríes en situaciones inoportunas, eso provoca un sufrimiento importante”.

Detalló que este tipo de condición se suele controlar con fármacos antiepilépticos y, en algunos casos en los que resulta posible, con cirugía.

Advierte que si no se controla, un paciente puede tener crisis a diario, pero si se hace se pueden reducir a una o dos al mes o pueden desaparecer, dependiendo de cada caso.

Según le explicó López a BBC Mundo, es más común ver este problema en pacientes adultos, de más de 20 años, que en niños.

Con información de: ElComercio

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