Dueño de los Miami Dolphins debe irse

El dueño de los Miami Dolphins, al parecer, no ha sido de buen gusto para muchos fanáticos por considerar que desde que Stephen Ross se convirtió en copropietario la franquicia ha sido un desastre absoluto, dentro y fuera del campo.

Por ejemplo, esta temporada, trajo un escándalo al nivel de TMZ y una fijación persistente en una idea terrible. A lo largo de todo, el único denominador común ha sido un dueño que simplemente no puede hacer nada bien.

Más que pacientes han sido los fanáticos de los Dolphins, pero está claro que la franquicia está en desorden. Es hora de un cambio importante. Así es: es hora de que el dueño de los Miami Dolphins, Stephen Ross, se despida.

Ross pasa poco o nada de tiempo en Miami ocupándose de su enorme inversión: vuela a los juegos y regresa a Nueva York cuando terminan, lo que deja en evidencia su despreocupación por el equipo.

Ser dueño de la NFL se trata de poner a las personas adecuadas para tomar decisiones y tener el pulso de su equipo como de escribir cheques y asegurarse de que las instalaciones sean bonitas y relucientes.

Los Miami Dolphins no son un edificio en Tokio para revisar cada poco mes o hacer un par de llamadas telefónicas; son una organización que se basa en las personas, las relaciones y la forma en que todos trabajan juntos.

Y es que no puede esperar ser el dueño de un equipo del calibre del Super Bowl cuando ni siquiera puede molestarse en vivir a menos de 1,000 millas de distancia.

Stephen Ross pone a las peores personas a cargo de contratar a otras personas, luego las escucha durante demasiado tiempo antes de darse cuenta de que está recibiendo malos consejos.

Jeff Ireland, Mike Tannenbaum, Chris Grier y Tom Garfinkel: la lista de personas a las que Ross ha encargado administrar su negocio multimillonario mientras está en Nueva York hablando de bienes raíces o en Michigan para recaudar fondos para la universidad sigue y sigue.

Los Dolphins están realizando una búsqueda de entrenador en jefe. Se está acercando a la media docena de veces que ha sido el caso desde que Ross compró el equipo hace apenas una década.

La vergüenza de la marca

Si la responsabilidad se detiene con el propietario, Stephen Ross es responsable no de uno, sino de dos escándalos a nivel de TMZ bajo su supervisión. A la NFL le encanta castigar a los jugadores por “faltar el respeto al escudo” y empañar la liga en su conjunto, por lo que es justo que Ross deba recibir el golpe por las vergüenzas que ocurren bajo su supervisión.

Es el momento de que un propietario de los Dolphins invierta en Miami como algo más que un juguete. Como los Miami Hurricanes en los últimos tiempos: por el bien del equipo, es hora de que los Dolphins experimenten a un líder que entienda a las personas que apoyan al equipo, la historia de la franquicia y lo que significa vivir en Miami. Fuente: Miami New Times.