Florida

Un perro ataca ferozmente a repartidora de Instacart en Cooper City

Cuando la dueña de la casa abrió la puerta el can salió primero y comenzó a morder a la empleada.

Por Allan Brito
Un perro ataca ferozmente a repartidora de Instacart en Cooper City
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Hay eventos inexplicables que pueden sorprender a cualquiera en el lugar menos pensado, más allá de las previsiones que se tomen. Un caso sorprendente que ocurrió en Cooper City, Florida, quedó registrado por la cámara del tablero del vehículo.

“Pensé que iba a morir”, relata Diana Riveros, ahora que está a salvo, a Telemundo 51. Los momentos de angustia que vivió quedaron grabados, así como sus gritos pidiendo ayuda, que son desgarradores.

El terrible evento ocurrió el pasado 6 de octubre en el condado de Broward. Riveros, quien es repartidora de Instacart, se bajó desprevenida frente a una residencia para realizar una entrega pero fue atacada.

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El terrible ataque de un perro a repartidora de Instacart

Cuando la dueña de la casa abrió la puerta, un perro de gran tamaño salió primero y comenzó a saltar frente a la repartidora empujándola. Ella retrocedió para evitar que atacara su rostro, cayó al piso y el pastor alemán empezó a morderla.

“Llegó un momento en el que dije ya, ya no doy más, Dios ayúdame. Entonces, él paró y pude escapar”, relató. “Pensé que iba a morir”.

Se introdujo en el vehículo y comenzó a gritar “Ayúdame, ayúdame”. En medio del pánico se dio cuenta que el can había partido la pantalla de su teléfono y tampoco podía arrancar el auto por las mordidas que tenía en la mano.

Cuando la dueña de la vivienda logró someter al perro, se acercó al vehículo para socorrer a Riveros, llamó al 911 y al poco tiempo llegaron los paramédicos del Departamento de Bomberos del Sheriff de Broward.

A la repartidora de Instacart la trasladaron al hospital con mordeduras en la pierna, el brazo y la espalda. “La doctora me dijo que dos centímetros más y el perro me corta el tendón del pie. No hubiese podido volver a caminar”, reveló.

Riveros está luchando para recuperarse. Lo peor no es que no pueda trabajar y como madre soltera enfrenta desafíos financieros. Lo que realmente la atormenta es el daño psicológico que le dejó el ataque.

“No puedo dormir, cada vez que cierro los ojos digo: ‘¿Qué hice mal? ¿Por qué me atacó este perro?’”.

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