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Hasta el rey de la carretera tiene un día malo

Implicación de vivir en un estado de no culpa a la hora de reclamar tras sufrir un accidente con otro vehículo.

Por Luisana Valdivieso
Hasta el rey de la carretera tiene un día malo
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José, un conductor latino en Florida, solía decir que era el Rey de la Carretera. Con la música a todo volumen y compitiendo con otros automovilistas en su camino hacia la victoria, para él la conducción era un deporte extremo.

Un día, mientras tarareaba a todo pulmón su canción favorita: “Titi me preguntó”, José se encontró con otro conductor igual de extravagante, y lo que sucedió a continuación es para morirse de risa.

Imagínese a José y su nuevo amigo de la carretera, ambos compitiendo para llegar primero a un semáforo que estaba a punto de cambiar a rojo. Cada uno pisaba el acelerador al máximo, como dos pilotos de Fórmula 1, sin saber que estaban a punto de hacer historia.

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De repente, el automóvil del otro chofer golpeó el de José y ambos fueron a parar a uno de los tantos cuerpos de agua existentes en Florida. Los dos conductores salieron de sus autos semihundidos y se apresuraron a alcanzar la orilla empapados, previendo la presencia de cocodrilos. Mientras, desde el auto de José se escuchaba: “Me las voy a llevar toa pa un VIP”

José salió del agua gritando: “tú me diste, eres el culpable”. A pesar de lo aparatoso de todo, para José lo más sorprendente fue descubrir que vivía en un Estado de no Culpa. Por lo tanto ninguno de los dos conductores cargaría con la responsabilidad del accidente.

Incidencias en la carretera

El Estado de no Culpa significa que, en caso de accidente, cada conductor debe recurrir a su propio seguro sin importar quién causó el choque. Esta realidad hizo que José se diera cuenta de la importancia de conducir prudentemente y de manera defensiva, es decir estar atento, anticipar situaciones peligrosas y tomar medidas para evitar accidentes.

La necesidad de la conducción defensiva en Florida tiene más sentido si consideramos la diversidad de conductores y la mezcla de residentes y turistas procedentes de diferentes lugares. Esta mezcla en la carretera puede ser complicada, lo que requiere paciencia y respeto por los demás.

Además de la conducción defensiva, es clave contar con el seguro adecuado. En un Estado de no Culpa, tener un seguro completo puede proporcionar la cobertura necesaria en un caso como este.

La moraleja del accidente de José debe ser que, “es mejor elegir seguridad sobre velocidad”. Por cierto, la prima de seguro de José se puso por las nubes después de su histórica zambullida, lo más probable es que no se las pueda llevar todas para un VIP.

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